El aumento en el número de ejecuciones, que la última semana alcanzó una cifra récord de 300 homicidios, se debe a que la estrategia del Gobierno Federal para enfrentar al crimen organizado está fallando, indicaron expertos.
Samuel González, quien fuera titular de la ex tinta Unidad Especializada en Delincuencia Organizada (UEDO) aseguró que el cálculo del Gobierno Federal de que al irse matando entre sí los narcotraficantes y al registrar bajas por detenciones efectuadas por la autoridad minaría su poder de fuego y de violencia, resultó equivocado.
"Frente a ese presupuesto de trabajo: ¿Cuál es la realidad? Pues que ese cálculo es un cálculo equivocado. Porque la posibilidad de recambio de las organizaciones criminales o la posibilidad de reconstituir, de rehacer las organizaciones, están ganando", indicó.
El gran poder de sustitución de sicarios por parte de los grupos de narcotraficantes, explicó, está dado por las condiciones de pobreza en la que viven miles de jóvenes, que ante las nulas expectativas económicas, sociales y educativas no tienen otra opción que sumarse al crimen organizado.
La cifras récord en el nivel de ejecutados, indicó José Antonio Ortega, presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, más que demostrar un signo de debilidad de las organizaciones criminales, como lo quiere presentar el Gobierno, es un síntoma de que esos grupos están consiguiendo sus objetivos.