Los anarquistas que enviaron paquetes bomba a las embajadas de Chile y Suiza en Londres querían vengarse de aquellos países que se oponen a su movimiento, dijo ayer un funcionario italiano de seguridad de alto rango.
Sobres de manila más o menos del tamaño de la caja de un videocasete explotaron al ser abiertas el jueves, con unas dos horas de diferencia, hiriendo seriamente a un empleado en cada misión. El funcionario de la sede chilena podría perder la visión en un ojo y el otro, una mano.
El hospital donde recibe atención el chileno César Mella dijo el viernes que éste sufrió la amputación del dedo meñique y al nivel de la falange del anular en la mano izquierda. Mella sufrió el jueves heridas múltiples en el atentado explosivo, pero las más delicadas fueron en la mano izquierda e incluyó lesiones en el dedo pulgar, afirmó el hospital romano Humberto Primo en su primer parte médico. Asimismo, tiene seriamente comprometido el ojo derecho, en el que se teme pueden habérsele incrustado esquirlas de la carta bomba, y padece lesiones menores en el ojo izquierdo, así como heridas en el tórax, dijo el comunicado firmado por el médico Claudio Modini. El próximo boletín será emitido dentro de las próximas horas. Aunque el doble estallido pareció de inmediato semejante al de una serie de paquetes bombas enviados por anarquistas en Grecia el mes pasado, la Policía griega destacó que dichos ataques no parecían tener el objetivo de dejar heridos, y no los hubo.
En cambio, los paquetes en Roma parecían tener la intención de lesionar seriamente al menos a la persona que los abriera, debido a que al menos uno de los artefactos tenía un tornillo de hierro que se le incrustó en el pecho al empleado de la embajada chilena al salir disparado.
Alfredo Mantovano, subsecretario del ministerio del Interior, dijo a la radio estatal italiana que la Policía antiterrorista señaló que los suizos fueron objetivo de los ataques debido a un aumento de la cooperación entre Suiza e Italia que llevó al arresto de varios anarquistas. Entretanto, "Chile fue escenario de la muerte de un anarquista que se convirtió en una especie de mártir para ese mundo" de anarquía, dijo Mantovano, en referencia al miembro del movimiento chileno que murió cuando estalló una bomba que cargaba en Santiago en 2009.
También reportaron que un mensaje encontrado en una de las embajadas mencionaba el nombre Lambros Fountas, un anarquista griego que murió en un tiroteo con la Policía en marzo.
