Moyotes literarios que en esta época están especialmente soñadores –por aquello de que la sangre que beben está ligeramente alcoholizada-, enviaron a esta columna de colegas un cuentecillo de Nochebuena, donde los políticos de Gómez Palacio se sentaban a la mesa a compartir los alimentos en tan especial fecha. Aquí se repite tal como lo imaginaron:
- ¿Sabes cómo fue la cena de Navidad de los políticos?
- No, ¡cuéntame!
- Un moyote vestido de reno me platicó que se reunieron todos ellos en Nochebuena para cenar, ¿sabes lo que cenó la diputada Lety Herrera?
- No, dime.
- Chicharrón de queso, porque le gusta que nomás sus chicharrones truenen.
- ¿Y qué cenó el síndico Gabrielito Villalobos?
- Él cenó fresas con crema. Pero andaba haciendo corto.
- ¿Y el subsecretario de Gobierno, Héctor Vela?
- A él nadie lo quería invitar, pero no fue necesario hacerlo porque cuando llegaron ya estaba bien instalado y listo para entrarle duro a los romeritos.
- Oye, ¿y ahí estaba Miguel Chibli?
- Sí, pero el pobre nomás se comió una ensalada porque desde que es tesorero sufre de acidez y le dan agruras.
- ¿Asistió el decretario del Ayuntamiento, Guillermo Aragón?
- Supe que él contrató un mariachi y se quedó afuera cantando una y otra vez "Ingrata pérjida" de Chava Flores, eso sí, muy "entonado".
- ¡Ay, dolor! ¿Y qué me platicas del director del Sideapa, José Miguel Campillo?
- Él llegó a saludar a todos, les llevó una foto autografiada, un plato de discada y se retiró.
- ¿Y los hermanos Rebollo?
- Anduvieron haciendo obras de caridad, llegaron tarde, cansados y de malas. No querían sentarse juntos pero les tocó uno al lado del otro, les pasaron los platillos y el diputado se sirvió con la cuchara grande pavo, bacalao, romeritos y pierna, y a la alcaldesa no le tocó ni un triste camarón, por lo que su hermano mandó que le trajeran un pollo de los que regala en las colonias, pero ella, indignada, se levantó y ni se despidió.
- Me imagino que la diputada Lety estaba feliz ¿no?
- Pues ella se mostraba entre divertida y preocupada platicando con el subsecretario Vela por el berrinche que hacía Ricardo en la mesa.
- ¿Por el pleito con la Presidenta?
- No, porque esta Navidad él soñaba con vestirse de Santa Claus y no se le hizo, al que le tocó fue al contador Jorge Herrera Caldera.
- ¿Y no invitaron a nadie más del gabinete municipal?
- Lo que se supo es que no fueron convocados porque los están evaluando y ya te imaginarás cómo pasaron la Navidad: tristes, acongojados y meditabundos por el temor a ya no llegar a la Rosca de Reyes.
Fin del cuento