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Verdades y mentiras sobre los estilistas

Diez mitos sobre los estilistas

Verdades y mentiras sobre los estilistas

Verdades y mentiras sobre los estilistas

Eunice Martínez

1. SE SABEN LA VIDA DE TODO EL MUNDO. Los periódicos y revistas se quedan cortos al lado de ellos.

Los estilistas conocen cada detalle de la vida de sus clientes… y más allá. Les saben sus amores, profesión, vida familiar, secretos y pecados. Pero eso no es lo único, también dan a detalle los últimos acontecimientos de la ciudad, pasando por lo social, deportivo, la fuente policiaca y hasta el clima.

2. TAMBIÉN PSICÓLOGOS. Si alguien sabe escuchar, esos son los estilistas, de ahí que suelan tener una excelente amistad con sus clientes. Seguramente a usted le ha pasado que mientras le cortan el cabello, se abre de capa y poco a poco le va contando algo de su vida hasta llegar al punto de sus preocupaciones. Es en ese momento cuando aflora en él (ella) el psicólogo que lleva dentro. Es de esta forma como el estilista alimenta “su base de datos” y, sin querer queriendo, se entera de cosas que ni pidió saber.

3. GLAMOROS O FACHOSOS. En ellos no hay puntos medios… se visten y peinan a la última moda o andan en facha total. Seguramente alguna vez le ha tocado que lo atienda un chico con cabello teñido y peinado muy fashion, o una chica o señora con el cabello pistoleado, tacones y súper maquillada. Por el contrario, quizá también ha estado en manos de jóvenes sin rasurar, chanclas y pantalón roto así como chavas con el cabello agarrado con una pinza y sin gota de pintura. Una sugerencia para los estilistas que se identifican con estos últimos: empiecen a hacer magia con ustedes mismos y nuestra confianza en ustedes será inmediata.

4. NUNCA TIENEN TIEMPO PARA NADA. Saben dónde será la party del año, sin embargo, son los últimos en llegar a la pachanga, si es que llegan, pues siempre están trabajando. En realidad no tienen mucho tiempo para si mismos, y es que el negocio es tan desgastante que cuando no están trabajando, deben ir a comprar su material o bien aprovechar cualquier espacio para asuntos personales. Es más, a veces son tan solicitados, que ¡tampoco tienen tiempo para sus propios clientes!, por lo que deben manejarse rigurosamente con cita.

5. SOLTEROS, DEJADOS O DIVORCIADOS. Este punto va muy ligado al interior, pues es tanto el trabajo que tienen, que muchas veces dejan para después su vida sentimental, agreguémosle además que no todas sus parejas están dispuestas a aguantarles el ritmo. Específicamente en el caso de las mujeres, hay otro factor que agregar, que les va tan bien (obviamente cuando ya tienen tiempo establecidas) que llegan a ganar más que sus parejas y se independizan, o bien, sus parejas no toleran que en lo económico les vaya mejor que a ellos.

6. SI ES HOMBRE, ¿ES GAY? La incursión en los últimos tiempos de los varones en el estilismo (no en la peluquería, pues en ese campo siempre han estado), ha hecho crecer la fama de que quienes se dedican a peinar, maquillar y demás servicios que ofrecen en las estéticas, son homosexuales. En muchos casos es cierto, en otros no, pero lo que sí es verdad es que le han bajado mucha chamba a las mujeres, pues son muy profesionales.

7. TIENEN AMIGOS FAMOSOS. Eso es de ley, o ¿a poco nunca ha escuchado decir a su estilista que la actriz fulanita de tal es su amiga, el deportista “Pancho López” es su cliente y que además ha maquillado a infinidad de figuras públicas?

8. SIEMPRE TIENEN LAS MISMAS REVISTAS. Llega al salón, hay gente adelante y tiene que esperar. Toma asiento y agarra algunas de las revistas que hay sobre la mesa para entretenerse leyendo las últimas noticias y conociendo lo último en moda; pero ¡oh sorpresa! ¡todas las revistas que hay son viejísimas, casi casi anunciando la muerte de Selena.

9. ESTÁN OPERADOS. Nariz afilada y busto prominente, glúteos de concurso o abdomen plano, esas son sólo algunas de las operaciones que, se dice, los estilistas suelen hacerse siempre para estar impecables y deslumbrar a la gente. Verdad o mentira, lo cierto es que la mayoría del tiempo lucen extravagantes.

10. A VENDER SE HA DICHO. Cremas, shampos, cosméticos, ropa, zapatos, ¡todo lo que se pueda! Los estilistas son muy buenos para las ventas y aprovechan que tienen muchos clientes para “meterles” un sin fin de productos que los hará verse mejor. Digo, esa siempre es su intención, no hacer negocio, ¿será?

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