El pago de la primera quincena a los "sufridos" funcionarios de la nueva administración de Torreón llegó ayer, con una pequeña rebaja en comparación a los sueldos de los funcionarios panistas que hace un mes todavía despachaban en la Presidencia municipal. Sin embargo, no se sabe en qué va a invertir el Gobierno municipal de Eduardo Olmos el veinte por ciento que retendrá sobre los sueldos de todos sus colaboradores que según él tendrá "a prueba" durante tres meses. De ahí que se espere que el dinero se maneje con transparencia y no se caiga en la tentación de la anterior administración panista de meter en la nómina a personas que nunca trabajaron, pero sí cobraban. Basta recordar que cuando el panista Manuel Villegas despachaba como regidor, aumentó la nómina municipal de “colaboradores” que cobraban por honorarios y nunca trabajaron para el Municipio ya que su chamba era ser operadores políticos e informar al regidor de todo lo que sucedía en la presidencia. De ahí que se espera que el ahorro se maneje con transparencia y no se caiga en ese tipo de tentaciones porque en los pasillos de la presidencia y el Banco de México abundanlas personas que ofrecen sus servicios como asesores. Por otra parte, hay descontento entre algunos colaboradores de la actual administración porque no saben quiénes harán las evaluaciones del personal que se quede al cabo de tres meses, si el Alcalde o los vicealcaldes, de estos últimos quien lleva mano es Lauro Villarreal.
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Y ya que hablamos de don Lauro como flamante contralor del municipio y que soñaba con la gerencia del Simas, cuentan nuestros subagentes vestidos de ceniceros que para el lunes se fijó la fecha donde “tomarán por asalto’’ a la abastecedora de agua, perdón para la renovación de las siete Gerencias del Simas Torreón, que considerando el perfil de varios de los nuevos consejeros, marcan claramente que se trata de un consejo “a modo’’ es decir, sin críticas, sometido, acorde a la comodidad con que pretende manejarse en lo sucesivo a la empresa abastecedora de agua de la que nadie piensa en beneficiarla, sino beneficiarse, porque sin importar el color del partido que esté en el Ayuntamiento, el Simas siempre ha servido como la “caja chica” del Municipio.
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El mundillo de la cultura ha visto con muy buenos ojos la entrega de apoyos que por adelantado en las últimas dos semanas ha dado el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira, a museos y teatros de la región, así como a La Camerata de Coahuila. La gran ausente en estos eventos fue la directora del Icocult en Torreón, Laura Eraña, quien brilló por su ausencia. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de esculturas, que intrigado don Humberto preguntó: ¿dónde está Laura?, y como ninguno de los colaboradores de la funcionaria le pudo responder, tomó la decisión de quitarle la Casa de la Colón, donde actualmente el instituto cultural tiene sus oficinas, para convertirla en un importante foro de exposiciones. Obviamente la decisión de don Humberto no fue tomada al vapor, sino que ya le habían llegado muchas quejas porque doña Laura dirige el organismo a larga distancia, además de que algunas lenguas viperinas, de esas que nunca faltan, le comentaron al oído al Gober que si doña Laura no se tomaba la molestia de venir a Torreón cuando él entregaba apoyos, mucho menos estaba en su oficina para atender a la gente.
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Cuentan nuestros subagentes que el corazoncito de Rigoberto Flores late fuertemente cuando piensa en la posibilidad de ser el candidato del PRI a la alcaldía de Gómez Palacio. Don Rigoberto actualmente es el presidente del tricolor en este municipio, pero eso no lo ve como un impedimento ético para autoungirse como candidato (como si la ética fuera importante cuando se sueña con cobrar en la sagrada nómina). Rigo, como es conocido por los cuates, presume tener el apoyo de los priistas de la vieja guardia, principalmente de Carlos y Leticia Herrera, ya que en la administración de esta última fungió como regidor. Entre los argumentos que da don Rigoberto para ser tomado en cuenta, es que él no es un improvisado como el otro aspirino y actual director del Sideapa, Miguel Campillo, ya que tiene 15 años militando en el tricolor, mientras que Campillo llegó a la polaca de la mano de su cuate Ricardo Rebollo. Eso sí, como los priistas son bien disciplinados, en corto los dos aspirinos dicen que si no son ungidos con el “democrático” dedazo para la candidatura, se sumarían al proyecto de quien tenga la simpatía del gobernador de Durango, Ismael Hernández Deras.
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Por cierto que en el municipio de Lerdo, doña Rosario Castro Lozano va por la revancha. No, no quiere volver a ser alcaldesa de esa ciudad, pero sí insiste en volver a postular a Carlos Morales, quien fuera su “delfín” hace tres años y perdiera contra el hoy alcalde de la misma, el priista Carlos Aguilera. Uno de los factores que llevaron al PAN al perder su hegemonía en este municipio, fue que en ese tiempo Carlos Morales se había ganado a pulso la fama de prepotente en su paso por la secretaría del Ayuntamiento, de ahí que los ciudadanos no votaron por él; ya ve usted que en Lerdo todos se conocen. Pero ese no es impedimento para que doña Rosario vuelva a mover sus piezas buscando que Morales nuevamente abandere la causa albiazul. Si es así, esperemos que antes de que empiecen las campañas Doña Rosario organice una reunión para presentar a Carlos Morales con el presidente nacional del PAN, César Nava, no vaya a pasar lo mismo que hace tres años cuando vino Manuel Espino como líder del blanquiazul a apoyar las campañas y en una entrevista preguntó ¿quién es Carlos Morales?, desconociendo así a su propio candidato.