La publicación en Internet de la nómina municipal cumplió con el requisito de la transparencia, pero no necesariamente despejó las dudas sobre la claridad en la nueva administración. La lista de funcionarios aparece sin ton ni son, pues los nombres no aparecen organizados en un orden particular, ya sea alfabético o por departamento. Pero nuestros subagentes han discernido algunos detallitos, como las diferencias en sueldos de primer nivel, que no se explican en función de sus puestos. Por ejemplo, la nómina indica que el contralor Lauro Villarreal, el director de Servicios Administrativos, Xavier Herrera, y el secretario del Ayuntamiento, Miguel Mery, son los funcionarios consentidos del alcalde Eduardo Olmos.
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Los tres funcionarios son los mejor pagados después del propio Alcalde, quien además tuvo consideración especial con don Lauro al autorizarle la renta de oficinas externas en la tranquilidad de la Alameda, para que no se junte con la plebe de la Presidencia Municipal, no vaya a contaminarse. Debajo de ellos están otros consentidos como los directores de Obras Públicas, Arturo Lozano, Servicios Públicos, David Fernández o Desarrollo Social, Fernando López, con sueldos arriba de otros funcionarios de su nivel. Otro consentido de don Lalo es el jefazo de Atención Ciudadana, Armando Cobián, quien a pesar de ser director de área, gana igual o más que algunos directores generales. Los subagentes además reportan que la nómina parece incompleta, dado que al Municipio han entrado a trabajar decenas de personas que van como pago de favores de campaña, por lo que en algunas áreas hay hasta cuatro personas haciendo el trabajo de una sola. Y eso que todavía faltan por conocer otras nóminas como las del Simas, Pensiones y Coproder, donde seguramente saldrán más detallitos sobre la forma en el PRI está sacándole jugo al erario municipal, (léase al dinero del pueblo) luego de siete años de exilio. Aunque a veces los sueldos son lo de menos, pues hay otras formas más creativas y menos públicas de exprimir el presupuesto. Por ahí se comenta: “El tiempo que pasaron en la banca, no les quitó lo mañosos”.
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Ahora que el “Gobierno de la Gente” presume tanta inversión en obra, no estaría de más que voltearan a ver al municipio de Francisco I. Madero para un botón de muestra de que la obra que realmente se necesita no es la que toma prioridad. Nuestros subagentes reportan que una empresa del sector de autopartes en esa población tiene meses exigiendo al Municipio y al Estado la instalación de drenaje para su planta y hasta ahora no ha habido forma de hacer que las autoridades se interesen. Es obvio que al anterior alcalde, Nicolás Muñiz, este asunto le valió sombrilla, pero tampoco parece importarle al nuevo edil, Cristóbal Marrufo, ni a la subvicegubernatura de Obras Públicas a cargo de Gerardo Berlanga. El problema es que la empresa en cuestión tiene detenida una expansión que crearía 500 empleos en el Municipio, pero no la van a realizar hasta que no se arregle el problema del drenaje. Si el gober Humberto Moreira trae de moda el tema de la obra pública y el fomento económico, no estaría de más que le eche un ojo a la situación en Madero, donde una simple inversión puede ser de mucho provecho. A ver si a ese nivel se interesan.
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Mientras se calienta la grilla por la selección de candidatos del PRI a alcaldes y diputados de Durango, nuestros subagentes reportan que ya es un hecho la alianza del tricolor con los partidos Nueva Alianza, Verde y Duranguense, para hacerle frente a la coalición opositora. Al parecer, el gober Ismael Hernández Deras y su delfín, Jorge Herrera Caldera, quedaron asustados con la alianza PAN-PRD-Convergencia que lanzó al ex priista José Rosas Aispuro, por lo que procedió a hacer amarres para que el PRI fuera acompañado de otros partidos. El punto clave es, por supuesto, la inclusión de Nueva Alianza, la franquicia de la maestra Elba Esther Gordillo, que pone al gremio magisterial a disposición del mejor postor, que en este caso resultó ser don Ismael. Esta alianza le daría cierta tranquilidad al PRI para tener una buena estructura de movilización el día de las elecciones, aunque está claro que la factura que pasará la maestra no saldrá barata, pero qué importa, la paga el pueblo. Por su parte, los partidos Verde y Duranguense poco le aportan al tricolor, por lo que estarán en la coalición para hacer bola y porque así tienen mejor oportunidad de colocar a sus cuadros en las nóminas de ayuntamientos y el Congreso local.
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Lo curioso de la alianza PRI-Nueva Alianza-Verde-Duranguense, dejará sin efecto la convocatoria que había lanzado el PRI para elegir candidatos en municipios y distritos. La convocatoria sorprendió a los militantes tricolores que se encontraron con un candado que restringía la selección de aspirantes a cuadros que hayan tenido puestos de dirigencia en el partido. En Gómez Palacio, los priistas lo interpretaron como una señal de que algunos de los aspirinos que se mencionaban, como Rocío Rebollo y JoséMiguel Campillo, que son parte del grupo del curuleco Ricardo Rebollo, se iban a quedar chiflando en la loma. La ex alcaldesa Leticia Herrera, en cambio, quedaba fuera no por estar inhabilitada por el candado, sino porque ya había manifestado que no le iba a entrar. Pero como sucede con frecuencia en este país, donde los políticos dicen una cosa y luego hacen otra, el “candado” queda sin efecto pues la alianza encabezada por el PRI lanzará una nueva convocatoria sin ese requisito. Lo que ahora no logran averiguar los subagentes es qué necesidad había de poner el candado si de todas formas no se iba a usar. Tal parece que la dirigencia tricolor buscaba meter un calambre a los aspirinos, sobre todo los que forman parte del grupo de don Ricardo, para que no se hicieran muchas ilusiones. Los subagentes reportan que la designación caerá en un tercero en discordia, o en este caso una tercera, la secretaria general del PRI estatal, Alma Marina Vitela, quien ayer pidió licencia al Congreso del Estado, y como uno no se separa del hueso a menos que haya algo mejor en el horizonte, por ahí va la cosa.
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Las grillas en la delegación Torreón del Instituto Coahuilense de Cultura siguen a la orden del día. Luego de que el gober Humberto Moreira “corrió” a la delegación Laguna del Icocult de las oficinas de la calzada Colón, la delegada Laura Eraña insistió en que la dependencia le tenía que pagar la renta de una nueva oficina, solicitud que fue aceptada por el jefazo del instituto, Armando Guerra, a quien no le importó el hecho de que se iban a gastar en rentas 25 mil pesillos que antes se invertían en talleres, conferencias, seminarios y otras actividades de promoción cultural, todo por mantener cómoda a la burocracia. Pero he aquí que en la peronera capital se armó la revuelta cuando algunos jefes de institutos culturales se enteraron, porque han sido afectados duramente por los recortes de presupuesto, tanto que algunos museos y teatros no tienen ni para pagar la luz. Don Armando se echó en reversa, (por no decir que reculó y evitar malas interpretaciones) y no le quedó de otra más que mandar a doña Laura a poner sus oficinas en el Cinart. Mientras todo esto sucede, la delegación del Icocult trae un desorden tal que ni siquiera han podido armar su agenda de actividades para marzo, por lo que la programación del Instituto se tuvo que rellenar con los eventos que les envió el Municipio. Al parecer, los funcionarios están más interesados en mantener cotos de poder que en impulsar la cultura. ¿Ustedes los creen capaces?
