Por lo visto, nadie en Gómez Palacio entendió el mensaje de la ronda de apariciones en medios de comunicación que tuvo la semana pasada la ex alcaldesa Leticia Herrera para anunciar que no tiene interés en lanzarse de candidata para repetir en el puesto. De ahí el desplegado firmado por doña Lety para despejar dudas sobre su futuro hablando de su "disposición" para participar, pero en "otro escenario". Al parecer, los priistas de Gómez Palacio no se resignan a la declinación de doña Lety, porque eso significa que se quedarían sin cartas fuertes. Pero según nuestros subagentes, el texto aparecido ayer también sirvió para apagar los rumores de que el clan Herrera de Gómez Palacio no iba a apoyar al candidato del PRI a la gubernatura de Durango, Jorge Herrera Caldera, o al "gallo" del tricolor a la presidencia municipal, que aún está en suspenso.
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Los rumores surgieron a raíz de comentarios en el sentido de que Carlos Herrera y su hija doña Lety no veían mal la “aliancera” candidatura de Augusto Ávalos por la presidencia municipal. Pero como la costumbre de decir una cosa y hacer otra está enraizada en los genes de los políticos mexicanos, quién sabe si las declaratorias de fidelidad priista de doña Lety vayan a surtir efecto. Por cierto, don Jorge estará hoy de visita en La Laguna para hacer los amarres necesarios en una región donde no lo conocen y donde el PRI ha necesitado “acarrearle” simpatizantes para que sienta que lo quieren, lo que políticamente es suficiente, ya que las mentiras son parte de la lucha por la sagrada nómina.
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Y hablando de grillas duranguenses, mientras reos se fugaban de la cárcel municipal de Guadalupe Victoria, grupos armados mataban a dos agentes policiacos en Durango y militares “peinaban” la zona de El Mezquital decomisando armas y drogas, el gober Ismael Hernández Deras andaba sintonizado en otro canal. Nuestros subagentes lo ubicaron el fin de semana en Chihuahua, en el evento donde César Duarte fue ungido candidato del PRI a la gubernatura de esa entidad. Don Ismael convivió con colegas como Rodrigo Medina de Nuevo León y Fidel Herrera de Veracruz, a quienes tampoco parece importarles mucho la delicada situación de seguridad en sus estados y prefieren la buena onda de la grilla partidista donde los tienen cuidaditos para que no les vayan a dar un llegue.
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Con toda la obra de “rescate” de Torreón, nuestros subagentes escondidos en las pavimentadoras, reportan que el subvicegobernador de Obras Públicas, Gerardo Berlanga, no acató al cien por ciento la orden del gober Humberto Moreira de usar empresas locales para la ejecución de las obras, según esto para darle una reactivadita a la moribunda economía local. Por ahí se comenta que don Gerardo contrató a la empresa regiomontana Semex para el arreglo de las vialidades que se repavimentaron y que fue esa empresa la encargada de pintar carriles y poner el equipamiento, como vialetas, boyas y señalamientos. Seguramente también será contratada para repintar las rayas que ya se están borrando. Además se dice que la empresa será la encargada de los arreglos que se harán a los semáforos y otros trabajos de vialidad. Habrá que ver las razones que tuvo don Gerardo para irse por la libre pasándose por el arco del triunfo las instrucciones de don Humberto.
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Otro que ha salido aficionado a desacatar órdenes superiores es el contralor municipal, Lauro Villarreal, a quien el título de “vicealcalde” ya le queda corto. Nuestros subagentes reportan la preocupación de varios funcionarios en la Presidencia Municipal que han visto cómo el contralor ignora instrucciones del alcalde Eduardo Olmos en cuestiones administrativas y se preguntan qué tipo de compromiso tiene don Lalo con don Lauro como para dejarlo hacer a sus anchas o si el mismo alcalde tiene que obedecer órdenes de arriba en este caso. A dos meses de iniciada la administración, ya hay varios funcionarios que le hacen más caso al contralor que al alcalde. Como se ha reportado, don Lauro tiene la ventaja de que ya renta oficinas por fuera para sacudirse la vigilancia, pero ni siquiera ha justificado el creciente poder que ha tomado en la administración municipal, cuando se ocupa más en ejercer influencia política que en hacer su chamba de supervisión, como quedó demostrado con la pifia de los recibos de Tesorería y Simas. ***
El alcalde Eduardo Olmos, anda muy contento con la obtención de 60 millones de pesillos en el subsidio federal para la seguridad de los municipios, pero si piensa que bajarle ese dinero a la Secretaría de Seguridad Pública estuvo difícil, que se espere nada más al problema que va a ser gastarlos. Nuestros subagentes reportan que podría haber un conflicto entre don Lalo y el jefazo de la Policía Municipal, General Carlos Bibiano Villa, sobre la forma de gastar ese dinero. Por ahí apareció otra vez el nombre de la superasesora de seguridad del “Gobierno de la Gente”, Isabel Arvide, que dicen quiere meter las manos en las decisiones sobre el uso de los recursos federales y anda “cilindreando” al General Villa para que impulse varios proyectos del mentado “Modelo Coahuila”. Entre éstos se cuentan las pruebas de control de confianza que, obviamente, serían hechas por alguien afín a doña Isabel, aunque no necesariamente vayan a tener la solidez que se requiere para supervisar a los policías. Los subagentes reportan que el General Villa no está muy contento con las críticas que se han hecho a doña Isabel y su modelo, y de hecho utilizó su espacio en Radio Torreón para defenderla y lanzarse contra los incrédulos que dudan de sus brillantes ideas, que hasta ahora nadie sabe cuáles son. Quién sabe si don Lalo se vaya a querer comprar una bronca con su jefe policiaco o con la superasesora, pero habrá que estar pendientes a los resultados que rindan con el subsidio federal, porque ahora ya no se pueden quejar de que no hay dinero y que por eso no funcionan.
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“Con un pie fuera del PAN” fue como describió un alto dirigente blanquiazul al ex alcalde de Torreón, José Ángel Pérez, ahora que la comisión de orden del Comité Directivo Estatal de Acción Nacional le dio entrada al proceso de expulsión contra don José Ángel y el diputado y dirigente del PAN municipal, Manuel Villegas. La base del proceso está en la sindicalización de funcionarios municipales que habían sido adheridos al PAN durante la administración pasada para que pudieran seguir cobrando en el actual Ayuntamiento. Se espera que la expulsión sea avalada por el comité estatal, que responde a los intereses del senador y primer compadre Guillermo Anaya, para que luego pase al Comité Nacional, donde don Memo espera convencer a la cúpula panista de que expulsen al ex alcalde. El problema, dicen nuestros subagentes, es que incluso en el PAN estatal hay diferencias de opinión sobre la conveniencia de comprarse esta bronca. Se comenta que algunos cuadros no ven con buenos ojos ese proceso porque podría distraerlos de problemas más apremiantes, como la elección de consejeros estatales que luego decidirán la nueva dirigencia estatal y después la estrategia para las elecciones de 2011. Lo que estos panistas comentan es que si gastan el tiempo en cosas como la expulsión de don José Ángel, no van a enfocarse en lo importante y el PRI les va a dar una paliza. Y puede que tengan razón.
