Como se recordará, la noticia causó revuelo pues los agentes federales dejaron descobijada a La Laguna en un momento en que Torreón tiene apenas un puñado de policías municipales trabajando. Es posible que don Ismael esté ya en otro canal, más preocupado por buscar dónde se va a colocar cuando deje la chamba en septiembre y por eso no puede molestarse en temas triviales como la seguridad de sus gobernados, "que han nacido para callar o obedecer".
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Como se recordará, la noticia causó revuelo pues los agentes federales dejaron descobijada a La Laguna en un momento en que Torreón tiene apenas un puñado de policías municipales trabajando. Es posible que don Ismael esté ya en otro canal, más preocupado por buscar dónde se va a colocar cuando deje la chamba en septiembre y por eso no puede molestarse en temas triviales como la seguridad de sus gobernados, “que han nacido para callar o obedecer”.
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Donde tampoco parece interesarles mucho el tema de la seguridad, es en el Ayuntamiento de Gómez Palacio. El alcalde Mario Calderón, respondió con promesas de más operativos a un duro desplegado que publicaron colonos de Las Rosas, el Campestre y anexas, denunciando la alta incidencia de robos en ese sector de la ciudad. Pero nuestros subagentes reportan que por debajo del agua las huestes del Alcalde optaron por culpar al mensajero y desestimaron el reclamo, señalando que los promotores eran partidarios de la candidatura “aliancera” de Augusto Ávalos a la Presidencia Municipal y que por eso había que tomar el desplegado con cautela, como si los robos no se hubieran disparado en Gómez desde hace meses. El desplegado cayó como bomba en la víspera del arranque de las campañas a la gubernatura y la alcaldía, con la presencia del aspirino tricolor Jorge Herrera Caldera. A ver si así se le ocurre informarse sobre la grave inseguridad en la región. También puede barrer el problema debajo de la alfombra, lo que es más cómodo, pensando tal vez: “el que venga que arríe”, que al cabo mientras no le incauten la pluma con la que firma la sagrada nómina, no hay de qué preocuparse; que se preocupen sus gobernados.
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Y hablando de seguridad, nuestros subagentes escondidos en las patrullas reportan que en el Ayuntamiento de Torreón le traen ganas al presidente del Fideicomiso de Seguridad Pública, Andrés Izaguirre, por andar balconeando que el Municipio no había pagado los seguros de los policías. Los subagentes comentan que la gente del alcalde Eduardo Olmos, encontró que el Fideicomiso está pagando dos millones y medio de pesillos más por los seguros que opciones similares más baratas. Ahora las malas lenguas apuntan a que los encargados del organismo andan haciendo negocio, no sólo con la compra de seguros, sino también con los talleres donde se reparan las patrullas y con las empresas que venden equipo para los policías (patrullas, armas, chalecos, reactivos del antidoping, entre otras cosas). De ahí que en la administración municipal ya buscan la manera de renovar la directiva del Fideicomiso. Nadamás falta que efectivamente la verdadera razón sea lo jugoso del negocio. Pero nadie puede creer que sean capaces de esas cosas tan feas, ¿o usted lo cree estimado lector?
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El hermano cómodo y jefazo del PRI, Rubén Moreira, anduvo en Viesca el fin de semana para la apertura de la recién restaurada capilla de la Hacienda de Hornos y se llevó a unos doscientos miembros de las huestes tricolores, que no iban precisamente a recibir la bendición del obispo sino a hacer bulto. Don Rubén andaba feliz de la vida entre su “base”, que se le acercaba para darle las gracias por favores recibidos, pero lo que llamó la atención de nuestros su agentes fue su contestación: “Luego me agradecen con el apoyo para la grande”; dicen que les dijo el hermanazo, lo cual ya no deja dudas sobre su futuro político. Por cierto reportan que después de la ceremonia los organizadores del evento festejaron con una comilona en la plaza que estaba debidamente segregada: De un lado mesas de lámina donde se sirvió discada y tortillas para el pueblo y del otro lado mesas de manteles largos y cristalería, con un rico buffet mexicano y buenos vinos para los invitados “de alto nivel”. ¿De qué lado cree que estaban don Rubén y personalidades como los curulecos Miguel Ángel Riquelme y Salvador Hernández Vélez, o el obispo José Guadalupe Galván y el “padre grillo” José Rodríguez Tenorio? De los manteles largos, pos supuesto. Y es que en este México nuestro, no hay discriminación, pero somos conscientes de que si bien es cierto que todos somos del mismo barro, “no es lo mismo bacín que jarro”. ***
El que anda desesperado para demostrar que sí está jalando es el director de Obras Públicas de Torreón, Arturo Lozano. Agüitado porque los trabajos de “rescate” urbano los trae el subvicegobernador Gerardo Berlanga, en su papel de zar de la obra pública, don Arturo salió con la ocurrencia de que el Municipio se va a aventar un puente en el crucero de Juárez y Diagonal Reforma. El pequeño detalle, reportan nuestros subagentes, es que el jefazo municipal de Obras Públicas se fue por la libre, sin consultarlo con nadie y sin invertir un solo minuto en el cabildeo con los empresarios de la zona, que desde hace años se han opuesto a ese proyecto por el impacto negativo que, conforme a su forma de pensar, se daría al comercio del sector, además de que no resolvería nada, pues sólo traspasaría el nudo vial al siguiente semáforo. Los subagentes comentan que el funcionario se lanzó al ruedo a sugerencia de los asesores de imagen del alcalde Eduardo Olmos, preocupados por la percepción de que el Municipio no hace obra pública. Pero don Arturo tampoco rebotó la idea con el “Gobierno de la Gente”, pues el puente no aparece contemplado en ninguno de los paquetes de obra que trae el Estado. Pero esa es una nimiedad para el director, quien salió con la puntada de que el Municipio iba a financiar la obra, pese a que no tiene presupuesto para eso y que ese dinero puede ser mucho mejor utilizado en cosas más apremiantes, que son bastantes.
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Los sabuesos de la Auditoría Superior del Estado se presentaron esta semana en el Simas para iniciar la revisión de las finanzas de la empresa de agua y cómo las dejó la administración de José Ángel Pérez. Nuestros subagentes reportan que en la auditoría van a salir detalles sobre la planta tratadora, los megatanques y trabajos encargados sin apego a los reglamentos. Pero ésa no es la preocupación más urgente para don José Ángel, pues la revisión tardará varios meses, sino que hay otra que puede darle dolores de cabeza inmediatamente. Los subagentes en la Presidencia Municipal reportan la llegada de un oficio de la Auditoría Superior de la Federación exigiendo la restitución de más de 700 mil pesillos entregados al Municipio en 2007 que estaban etiquetados para la supervisión de obras y programas federales, pero que el entonces alcalde utilizó para pagar sueldos en varias direcciones. ¿Está la Federación a punto de darle un “llegue” a don José Ángel? Ya veremos en este país de impunidad en el que vivimos.
