Como si fuera su negocio particular, algunos funcionarios del Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento siguen haciendo de las suyas para aprovechar al máximo el erario público. Por ahí se dice que tres gerentes actuales que habían cobrado en el Simas y salieron hace algunos años, al regresar ahora se adjudicaron una antigüedad laboral como si nunca hubieran dejado de trabajar ahí, a pesar de que habían cobrado liquidaciones. Se trata del contralor Mario Cepeda, el gerente de Saneamiento, Raymundo Rodríguez y el gerente comercial, Ricardo Hernández. Los dos primeros son piezas consentidas del equipo del alcalde Eduardo Olmos y el tercero es cuatacho de don Mario, quien le facilitó el regreso a la empresa.
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Don Mario y don Ricardo salieron de la empresa en 2003 con liquidaciones de 94 mil y 50 mil pesillos, respectivamente. Pero ahora que volvieron a la nómina, se pusieron antigüedades que datan de 1993, en el caso del contralor, y de 1996 para el jefazo comercial. En el caso de don Raymundo, su salida fue en 2007 y se llevó más de 600 mil pesillos de liquidación, y ahora aparece con una antigüedad desde 1994. Estos malabares fueron posibles gracias a la manipulación del sistema informático que les permitió modificar sus fechas de alta en la empresa para que, si llegaran a ser corridos en un futuro, se pudieran llevar jugosos finiquitos. Hay que recordar que don Ricardo no es novato en eso de meterle mano a las computadoras, pues aparece como presunto responsable en una denuncia puesta por la anterior gerencia del Simas contra varios empleados por haber desaparecido adeudos del sistema de cobro (gallina que da por comer huevo, aunque le quemen el pico.) Al ser “balconeados” por el regidor Rodolfo Walss, los funcionarios ya se defendieron de la acusación, pero le echaron la bolita a la directora de recursos humanos, Dolores Castro (quien, para más señas, es prima del alcalde) y dijeron que se equivocó al registrarlos. A ver quién les cree. Mientras tanto, ¿tendrá el alcalde algo que decir? ¿O el consejo directivo del Simas que se distingue por su pasividad frente a abusos cometidos por funcionarios? ¿O el contralor Lauro Villarreal que salió muy bravo para combatir a la pasada administración, pero muy manso para vigilar a la actual? Lo más seguro es que no, pues se trata de piezas consentidas de don Lalo que tienen cheque en blanco para hacer lo que quieran y será el pueblo quien pague los platos rotos.
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En donde también se cuecen habas con eso de exprimir al máximo el cargo público es en el Centro Coahuila de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, donde el flamante director, Jesús de León, rápido empezó a mostrar consentidos. Nuestros subagentes comentan el caso de dos obras recién licitadas que se asignaron a dos constructoras de Torreón que fueron muy beneficiadas en los tiempos en que era alcalde el senador y primer compadre Guillermo Anaya. La cuestión es que ninguna de las empresas ofreció el precio más bajo en el concurso, por lo que de inmediato surgieron las sospechas. Los subagentes se preguntan si estas maniobras no son para saldar deudas de campaña de don Chuy o para empezar un “cochinito” para la de don Memo, pues en ambas cosas tienen una notable desventaja frente al PRI. Bueno sería que don Jesús aclare este asunto en bien de su personal prestigio.
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Otra travesura que se comenta por ahí involucra a la Secretaría de Fomento Económico de Coahuila y el traspaso de unos terrenitos en la zona de Mieleras. Según nuestros subagentes, las huestes del secretario Jorge Alanís, entregaron más de 50 hectáreas de terreno a un particular a cambio de un predio de seis hectáreas para la construcción del hospital prometido por el gober Humberto Moreira a principios de año y que a estas alturas es como el Espíritu Santo, porque nadie lo ve. Lo peor de todo es que Fomento Económico entregó terrenos que formaban parte de su reserva de incentivos a industrias que se instalen en La Laguna, algo que no hay en abundancia en estas fechas, lo que muestra otra vez que eso del desarrollo económico no es muy prioritario. Y para endulzar el asunto, el Cabildo de Torreón aprobó que no se pagara ningún impuesto por la transacción. Dicen que por ahí hay documentos que pronto verán la luz detallando el monto que “malbarató” el “Gobierno de la Gente”.
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Entre los regidores del PRI que cobran en el Cabildo de Torreón se fermenta un disgusto contra el alcalde Eduardo Olmos porque no pela a nadie ni resuelve ninguna de las solicitudes que le presentan. El resultado es que los ediles tampoco pelan al alcalde y cada regidor hace lo que le pega su gana y nuestros subagentes comentan que ya hay un impacto negativo en el trabajo de las comisiones que no se reúnen porque nunca hay consenso para nada. Como la integración de la planilla de don Lalo respondió más a la necesidad de pagar favores y cubrir cuotas sectoriales, el alcalde no ha podido ejercer ningún liderazgo sobre los regidores que están más interesados en cobrar y grillar que en hacer su chamba. Al menos cuatro de los nueve ediles del PRI ya murmuran en los pasillos de la Presidencia Municipal que el alcalde los tiene hartos y es cuestión de tiempo antes de que otros empiecen a brincar al mismo son.
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El jefazo del PRI y hermano cómodo Rubén Moreira, da cada vez más señales de que ya se cambió a las filas del PT sin avisarle a nadie. La última puntada que se aventó fue el mitin del primero de mayo en San Pedro donde una multitud de bases tricolores debidamente acarreadas se dejó llevar por el Peje que todos traen dentro con grito de “espurio” para Felipe Calderón. Se recordará que don Rubén ya había tenido una participación en la tribuna de la Cámara de Diputados en donde afirmó que don Felipe se había robado la elección. Lo curioso es que la retórica de don Rubén no embona con la lógica del “Gobierno de la Gente”, pues entonces resultaría que el gober Humberto Moreira pide a un gobierno “espurio” el envío de policías federales para combatir el crimen o ha dejado en manos del gobierno “ilegítimo” la autorización o el financiamiento de obras que quieren presumir en la elección de 2011, como el parque en el río Nazas o la ampliación de la autopista San Pedro, por citar algunas. O puede ser que todo sea un “show” de consumo para las masas en el afán de don Rubén para escalar a puestos mayores. Pero que luego no se sorprendan si en el Gobierno Federal no los pelan, aunque los paganos serán sus gobernados que nada tienen que ver en estos sainetes.
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El jefazo de Tránsito de Torreón, Víctor Dabdoub, anunció otra campaña para ir contra los automóviles sin placas. Para como la cacarea, don Víctor pretende convencer de que ahora sí ésta es la buena, tras una larga cadena de campañas fracasadas desde que nuestros subagentes tienen memoria. Pero la situación actual de la dirección de Tránsito no da elementos para pensar que puede tener éxito. Actualmente tiene sólo 130 agentes y ha perdido a la mitad de su personal en un año, por lo que se ve difícil que vayan a aplicar la mano dura contra vehículos sin placas, además de mantener la vigilancia en cruceros conflictivos (que cada vez son más), zonas de riesgo como escuelas y hospitales, y operativos especiales. Si lo logra don Víctor, habría que hacerle un monumento, pero es probable que no haya que contratar escultor todavía.
