Como en el son de “laNegra”, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, vino a Torreón y al escuchar las peticiones de apoyo en la lucha contra el crimen, les dijo a todos que sí, pero no les dijo cuándo. Don Fernando enfrentó reclamos de autoridades y empresarios para que tuviera claro cuáles la situación de seguridaden la región, pues parece que desde la comodidadde su oficina no estaba muy bien enterado. La visita fue “relámpago” y con una fuerte seguridad, para que no le fuera a pasar alguna de las cosas feas que padecen todos los días los laguneros. Don Fernando se reunió primero con autoridades locales y representantes de dependencias federales, como el gober Humberto Moreira, elfiscalJesús Torres Charles, elsecretario de Gobierno, Armando Luna, y el jefe de la XI Región Militar, General Marco Antonio González Barreda. También se sentaron a la mesa el comandante de la Sexta Zona Militar, General Rubén Serrano, así como los delegados de la Procuraduría General de la República y del Centro de Investigaciones y Seguridad Nacional y el comandante de la Policía Federal. Nuestros subagentes infiltrados comentan que todos, hasta los funcionarios federales, le echaron “bola” al secretario con el asunto del poco apoyo para la Comarca Lagunera en seguridad. Le mostraron a don Fernando las estadísticas que muestran alzas alarmantes en todo tipo de delitos y el reclamo principal fue el retiro de la Policía Federal de la región. Uno de los que más insistió en el tema, dicen los subagentes, fue el General González Barreda, con el argumento de que el Ejército necesita el apoyo de los federales contra el crimen. Don Fernando explicó que por ahora Ciudad Juárez concentra todos los recursos, y sugirió el envío de la Marina (lo cual no hizo mucha gracia en los militares, por cierto) aunque más allá de eso no hubo ningún compromiso concreto. Tampoco lo hubo en la conferencia de prensa que siguió, donde el funcionario dijo el equivalente a nada. Sobre el regreso de los federales manifestó que “pronto”, pero que como ahorita urgen en Juárez y en La Laguna las cosas no están tan graves (lindo argumento), pues ni modo. Don Fernando cerró la visita con una cena con 27 empresarios, donde había de todo: comerciantes, industriales y agricultores, así como 20 “gorrones” de los gobiernos federal y estatal, que disfrutaron del cabrito y los guisos y buenos tequilas, whiskies y tintos. Si bien su presencia sirvió para dar la impresión de que a la Federación le importa La Laguna, don Fernando se la pasó dando “bolita” sin comprometer nada, mientras con el gober Moreira se prodigaban flores mutuas. Dicen los subagentes que el principal reclamo fue, otra vez, el retiro de los federales y el alza en los delitos. Los empresarios le hicieron ver cómo el crimen ha afectado la economía de la región, con las balaceras, los secuestros y extorsiones y la ola de asaltos; le hablaron de la falta de inversiones, las bajas ventas y el cierre de negocios, pero el secretario de Gobernación sólo dijo que se trabaja en el problema. Al parecer lo único claro que salió de la visita es que si lo necesario para que el Gobierno Federal voltee a la región es que estemos como Juárez, mejor así nos quedamos.
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Antes de Torreón, Fernando GómezMont estuvo en Durango dando atole con el dedo, y echándole flores al proyecto del gober Ismael Hernández Deras para fusionar las policías municipales en una estatal. A don Fernando debió parecerle paradójico que fuera un gobernador priista el primero en aplicar la idea impulsada por el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna. La cuestión es que también aquí parece que estaba mal informado, pues nadie en Durango parece tener idea de lo que significa. Los cabildos de Durango, Gómez Palacio y Lerdo aprobaron al vapor la fusión de policías sin saber en qué consiste el nuevo modelo de seguridad y luego, de manera inexplicable, surgieron contradicciones sobre el convenio entre el Estado y los municipios que sería el último paso para concretar la fusión. Alcaldes y regidores laguneros dijeron que habían sido citados para la firma del convenio en Durango el miércoles, y de última hora les avisaron que se había suspendido. Pero las huestes del gober Hernández Deras salieron con que nunca se había agendado tal firma y aún no había fecha para formalizar el convenio. Tal parece que esta es la seriedad con que tratan en Durango el problema de la seguridad, donde quieren tapar la hemorragia con curitas.
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Nuestros subagentes disfrazados de ambientalistas reportan que la Secretaría del Medio Ambiente y la Comisión Nacional del Agua han agarrado el lecho seco del Río Nazas para jugar a la “grilla”. Luego de acusar a la secretaría de atorar el permiso para la construcción de un parque en el río, el gober Humberto Moreira se sacó de la manga un par de concesiones otorgadas por la Conagua al Estado y a una empresa lechera, para saltarse el trámite con la Semarnat. Las concesiones eran para construir espacios deportivos pero, a juzgar por la ausencia de esas obras, ya estaban destinadas al olvido hasta que funcionarios de la Conagua le sugirieron al Gobierno Estatal que podían agarrarse de ahí para iniciar la construcción de la obra. Al parecer, la maniobra de la Conagua tiene que ver más con las grillas que se traen su titular, José Luis Luege, y el secretario del Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira, y menos con la preocupación por hacer una obra de rescate ecológico. Según los subagentes, la Conagua ve con buenos ojos el parque en el río pues le quitaría la bronca de arreglar el lecho seco, que se ha convertido en un tiradero. Los de Semarnat dicen que ellos también impulsan el proyecto y que, en todo caso, es el Estado el que no ha cumplido con los trámites. Pero también se dice que en algunos círculos del Gobierno Federal buscan ponerle trabas al parque porque no les gustaría ver la obra en los tiempos electorales del próximo año. ¿Será?
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En los pasillos de la Presidencia Municipal cada vez más ojos miran feo al tesorero Pablo Chávez Rossique. Según nuestros subagentes disfrazados de macetas, los directores municipales ya no aguantan al tesorero porque sigue sentado sobre los billetes y en algunos casos ha llegado a ahorcar apoyos sociales que son básicos para las redes electoreras del alcalde Eduardo Olmos y, por extensión lógica, del “Gobierno de la Gente”. Es por eso que también entre las huestes del gober Humberto Moreira los bonos de don Pablo cotizan a la baja. El tesorero (o “tesorito” como le dicen algunos malquerientes) insiste en que primero tiene que poner orden en las finanzas antes de soltar el dinero. Sin embargo, hay excepciones a la regla, pues si bien don Pablo tiene ahorcado el flujo de dinero, hay algunas áreas que no han sufrido nada, como el manejo de la imagen y propaganda de la administración, donde el dinero fluye como agua a los “imagólogos” consentidos del alcalde. Claro que los funcionariosmolestos no necesariamente se quejan por el bien de la comunidad, sino por el suyo propio, pues el tesorero trae una guerra declarada contra las prebendas que tradicionalmente acompañan a los altos puestos de la nómina. Las apuestas están abiertas sobre quién prevalece en esta batalla, pues es una de dos: o los funcionarios se aprietan el cinturón o don Pablo se regresa a su despacho.
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Como la final del futbol mexicano pinta para un choque entre el Santos y Toluca, las implicaciones políticas no se pueden soslayar. Dicen por ahí que el gober Humberto Moreira espera con ansias este encuentro para ver qué le apuesta a su colega del Edomex, Enrique “Gavioto” Peña Nieto. Podría ser un puesto en el gabinete o el aval para lanzar al hermano cómodo, Rubén Moreira, a la gubernatura el año que entra. O las dos cosas.
