Buena polémica armó el jefazo de la XI Región Militar, General Marco Antonio González Barreda, al declarar que no se puede comparar el nivel de violencia en Torreón con el de Ciudad Juárez. El problema es que no se sabe en qué contexto se aventó esa declaración, que puede significar dos cosas. Una sería reforzar el argumento de que el apoyo de las fuerzas federales de seguridad no se ha dejado sentir en la región porque hay otras prioridades (como lo sugirió el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont), pero otra interpretación puede ser que debemos darnos de santos de que las cosas no hayan empeorado tanto.
Cualquiera de las dos explicaciones no hace nada para aliviar la impresión ciudadana de que La Laguna sufre un abandono con la merma en el número de efectivos militares y el retiro de los agentes de la Policía Federal. El General González debe saber de lo que habla, ya que a fin de cuentas él también es responsable del despliegue militar en Juárez, pues el estado de Chihuahua cae en la jurisdicción de la XI Región Militar. Pero una cosa es la frialdad de números y otra es la percepción. Las estadísticas indican que, en efecto, La Laguna no ha llegado a los niveles de Juárez, sólo que hay diferentes maneras de ver las cifras. En total de homicidios, Juárez lleva tres veces más que la Comarca en lo que va del año, pero medido por número de habitantes es menos del doble, pues la tasa de homicidios aquí es de 34 por cada 100 mil habitantes mientras que en Juárez es de 67. Y la recurrencia de hechos violentos de alto impacto, como ataques a civiles y balaceras en lugares de alta densidad refuerzan la impresión de que vamos por el mismo camino que la ciudad fronteriza y sin nadie que nos eche la mano. Una de las explicaciones a la ausencia de apoyo federal se achaca a la confrontación del gober Humberto Moreira con el Gobierno de Felipe Calderón, pero el argumento no explica el cuadro completo, sólo sirve de hipótesis para La Laguna de Coahuila. Y es que nuestros subagentes del lado de Durango reportan que las cosas están igual, a pesar de que el gober Ismael Hernández Deras es de los priistas que menos elogios escatiman a don Felipe, sobre todo en materia de seguridad y sin embargo la presencia del Ejército en Gómez Palacio y Lerdo también se ha reducido y allá tampoco hay policías federales. La misma situación ocurre en las delegaciones de la Procuraduría General de la República en ambos lados del Nazas, que son como el Espíritu Santo (se dice que existen, pero nadie los ve). Así las cosas, no queda más que resignarse al hecho de que, por ahora, La Laguna no es prioridad de nadie.
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Esto también se refuerza por el hecho de que algunos de nuestros “representantes” en la capirucha del esmog tampoco parecen haberse metido a la gestión de apoyo. Por ejemplo, el curuleco priista Miguel Ángel Riquelme anda más ocupado como delegado del PRI en las elecciones de Zacatecas, que ya ni tiempo tiene de meterse en temas locales, pues a lo mejor piensa que ya hizo su chamba con un punto de acuerdo para pedir la presencia de federales y declarando que elevará una protesta la próxima vez que vea al secretario de Seguridad Pública en la Cámara. Y del otro bando, el senador y primer compadre Guillermo Anaya encontró una bandera que le permite tener proyección. Lástima que esa bandera está a dos mil kilómetros al noreste de La Laguna, en Arizona, donde la ley antiinmigrante se ha convertido en blanco favorito de don Memo. Quién sabe si crea que la defensa de los migrantes en Arizona es más importante que la gestión de apoyos para la región, pero en todo caso el tema le da para escribir artículos de prensa, echarse un viajecito a Phoenix (a donde no llegan las balas) y hacer declaraciones en las que dice, por ejemplo, que el ambiente en Arizona está “muy crispado” por la ley SB 1070. Que venga a La Laguna para ver cómo anda el ambiente “crispado” y emplomado por las balaceras.
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Al candidato del PRI a la gubernatura de Durango, Jorge Herrera Caldera, ya le gustó el populismo como forma de hacer campaña. A don Jorge le gustan los eventos donde la gente lo apapacha, en foros que le permiten presentarse como el remedio a los males de Durango (que son muchos), pero también le gusta apapachar al electorado. Así sucedió en la ciudad de Durango con el concierto de los grupos de rock “Motel” y “División Minúscula” (que por cierto no salen muy baratos), en el que don Jorge subió al escenario para prometer a sus “fans” que si llega a la gubernatura les va a organizar más conciertos. Seguramente los habitantes de la capital están muy contentos con la propuesta de campaña (lo laguneros ni eso pues don Jorge no ha hecho ofrecimiento similar aquí). También estarán contentos los que se anotaron al concurso de tiros penales organizado por la campaña priista, que ofrece de premio un viaje a Sudáfrica para el Mundial, como si fueran empresa refresquera. Lo cual resulta absurdo si se piensa que don Jorge es candidato, no producto de consumo, pero hasta ahora ésa es la oferta del priista, quien ha de creer que los problemas de Durango se solucionan con más circo que pan.
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Con eso de que se van a quedar una semana sin oficinas, los regidores de Torreón ya anticipan unas vacaciones adelantadas mientras se acondicionan sus nuevos despachos en el antiguo edificio de Banrural. Se dice que los ediles se quejaron de que el director de Obras Públicas, Arturo Lozano no se aplicó con la remodelación de las oficinas provisionales ante la demolición de la Presidencia Municipal, pero nadie se tomó el cuidado de ir a ponerle las pilas, quizá porque pensaban que una semana de vacaciones no les caería nada mal. Y de hecho se lo tomaron tan en serio que sólo uno de ellos se paró en el “Martes de rescate” que organiza el Municipio en las colonias para recoger peticiones. Pero eso no significa que los ediles no tendrán trabajo, pues nuestros subagentes reportan que algunos, especialmente del PRI, ya empezaron a moverse para las grillas electorales del próximo año. Se comenta que aunque los regidores tienen sólo cinco meses en la chamba, varios tricolores ya hasta se repartieron los distritos locales para lanzarse de diputados. La calentura la traen regidores como Rodrigo Fuentes, BlancaMaltos, el joven José Ganem y la síndica Lucrecia Martínez. ¿Será?
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“Soy tan enriquista que si es necesario que mi equipo pierda, ahorita lo arreglo”. La frase apareció en una columna de sociales de un diario de la capirucha del esmog y se le atribuye nada menos que al gober Humberto Moreira en el juego de vuelta de la final Santos-Toluca. Mientras en La Laguna el dolor por la derrota del Santos aún no pasa, en el DeEfe los teóricos de la conspiración y el “sospechosismo” ya le dieron vuelo a la imaginación con esa frase. Según nuestros subagentes, la columna reportó la presencia del gober Moreira en el estadio de Toluca, donde compartió palco con su colega del Edomex, Enrique “El Gavioto” Peña Nieto. El artículo señala que, terminado el tiempo extra y antes de la trágica tanda de penales, el gober Moreira, en presencia del “Gavioto”, se aventó eso de arreglar el partido. Luego empezaron los penales y Vuoso, Morales y Arce metieron la pata. A lo mejor don Humberto pensó que tenía oportunidad de lujo para quedar bien con don Enrique y que nadie en La Laguna iba a leer una columna de chismes de un diario capitalino. A ver si para la próxima tiene más cuidado, porque en ésta olió a quemado.
