Cuando inició funciones, la administración municipal de Eduardo Olmos adoptó el lema de "Gente Trabajando" y como logotipo un simpático Torreón que parece una patita de oso. Pero en el transcurso de cinco meses de administración, es claro que en algunas áreas municipales el verdadero lema es "Gente Cobrando" y el logotipo es en realidad un oso hibernando. Y es que ya es notoria la falta de trabajo e iniciativa en algunas direcciones municipales que se vieron abrumadas con la agenda dictada desde la peronera capital por el gober y vice alcalde de Torreón, Humberto Moreira. El problema es que los proyectos anunciados por don Humberto o don Lalo, que presumen como la transformación de la ciudad, quedan deslucidos cuando los subalternos municipales meten la pata y las grandes obras no lucen.
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De las metidas de pata hay varios ejemplos: Uno es el de la dirección de Obras Públicas, que dirige (es un decir) Arturo Lozano, quien dejó en el descuido total las rutas alternas por la obra de la autopista a San Pedro, que están llenas de baches y bordos, eso sin contar que también están algunas partes sin alumbrado y los tránsitos brillan por su ausencia, de modo que nadie repara en la obra que se construye, sino en el desorden que prevalece y que genera muchos recordatorios maternos. Otro caso es el de la construcción de la “Gran Plaza”, con todo y Presidencia Municipal, obra cuya propaganda es oscurecida por la ineptitud de los funcionarios municipales para mudar las oficinas de la vieja Presidencia, pues en el proceso congelaron los trámites municipales porque se les cayó el sistema, así que la gente no va a darse cuenta de la “gran” obra que se proyecta si en las ventanillas los “mandaron por un tubo” cuando fueron a pagar impuestos o multas o sacar algún permiso. Otra obra que no luce es la anunciada por don Lalo para construir un gran bosque junto al parque Las Etnias, pues si su director de Medio Ambiente, Esteban Favela, no puede ni siquiera darle mantenimiento al parque que ya existe, menos va a poder con uno más grande. Eso sin contar el caso del director de Pensiones, Mario Domínguez, que sigue chambeando pese a haberse duplicado el sueldo, cuando según esto, la nueva administración no iba a caer en los abusos de la anterior (ya hasta la superaron). Los casos abundan en los que los proyectos lanzados por el Gober o el Alcalde no lucen porque los funcionarios no dejan de meter la pata. ¿Tendrá algo que decir el gober Moreira sobre ellos?
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Tal parece que el contralor municipal, Lauro Villarreal, está a punto de cumplir su objetivo de darle mate al Instituto Ciudadano de Buen Gobierno. Al cortarle el financiamiento, los consejeros del Instituto, que fue creado para vigilar la transparencia y el buen desarrollo de la administración, están a punto de renunciar. Nuestros subagentes afirman que las dimisiones van a llegar en los próximos días si el Municipio no aporta el dinero que necesitan para funcionar. Como se recordará, desde el inicio de la administración, las huestes don Lauro traen pleito con el Instituto, cortándole el presupuesto porque según esto no comprobaron gastos y, peor aún, su creación no fue avalada por el Congreso estatal. Lejos de aclarar la situación para salvar el organismo, la bronca se prolongó sin que el alcalde Eduardo Olmos se aplicara para regularizar la situación jurídica del Instituto, sometiendo su aprobación al Congreso. Encima de que los traía apretados de dinero, don Lalo todavía le encargó al organismo un estudio sobre las organizaciones no gubernamentales que reciben dinero del Municipio. Con la amenaza de renuncia de los consejeros, es muy posible que don Lauro vaya a ganar la partida para deshacerse de un organismo que puede darle mucha lata en los próximos años.
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Nuestros subagentes infiltrados en el PRI nacional reportan que el gober Humberto Moreira, trae en la mira la dirigencia tricolor que se renovará a principios del próximo año. Don Humberto se uniría a una lista de gobernadores que quedarán desempleados este año, como el de Durango, Ismael Hernández Deras, de Veracruz, Fidel Herrera, y de Oaxaca, Ulises Ruiz. Pero en la mira del gober no está sólo su futuro personal, sino el de su proyecto, pues al mismo tiempo quiere amarrar la candidatura a gobernador del hermano cómodo Rubén Moreira. Si la tirada va por este camino, don Humberto dejaría la gubernatura por ahí de febrero del próximo año, incluso después del “destape” de don Rubén. La jugada sería una carambola inédita en la folclórica política mexicana, que naturalmente está llena de obstáculos, empezando por algunos cuadros tricolores que no ven con buenos ojos un relevo fraterno en Coahuila en 2011, si para la elección presidencial del siguiente año el PRI debe proyectar una imagen renovada. Por lo mismo, en la capirucha del esmog empezaron a circular rumores sobre el verdadero propósito de la inclusión de las candidaturas independientes en la reforma electoral de Coahuila, que no sería otro que facilitar la postulación de don Rubén en caso de que el PRI nacional frene sus aspiraciones. Este cálculo estaría sustentado en la lógica de que el clan Moreira puede poner las redes clientelares construidas a lo largo de estos cuatro años al servicio de su proyecto, incluso fuera del tricolor. Esto, sin embargo, sería una red de protección, pues también es posible que se busque lanzar a don Rubén por algún partido que se preste, como sería el Nueva Alianza, que es el juguete electoral de la maestra Elba Esther Gordillo, o el partido “Palero Coahuila” (perdón, “Primero Coahuila”) del profematamorense Jesús Contreras Pacheco. De hecho, entre algunos líderes del tricolor en Torreón anda el chisme de que don Rubén formaría su propio partido. La jugada es de altísimo riesgo y las apuestas ya están abiertas. Por lo pronto esos díceres aumentan las ventas de café en los restaurantes donde los grillos se juntan a arreglar el mundo.
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La semana pasada hablábamos de la ausencia de apoyo de las delegaciones federales en la campaña de la alianza opositora en Durango. Pero al menos una delegación federal sí está trabajando por la coalición en Gómez Palacio. Lo curioso es que la delegación está en Coahuila y su delegado fue exportado al otro lado del Nazas. Se trata de Fernando Gutiérrez, representante de la Secretaría del Medio Ambiente en Coahuila, pero también pieza fuerte del equipo del senador y primer compadre, Guillermo Anaya, quien es delegado del PAN en Durango. Se comenta que don Fernando entró de refuerzo en la campaña por la alcaldía de Augusto Ávalos, mientras sigue cobrando alegremente en la nómina federal pues no ha pedido licencia (de tonto la pide). ¿Será porque sólo anda en campaña en horas que no son de oficina? Se antoja difícil, pero suele haber milagros.
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El todavía dirigente del PAN en Torreón, Manuel Villegas, entró en capilla en el Comité Nacional del PAN que ahora tendrá que decidir la expulsión ya decretada en el Comité Estatal. Dado el peso que tiene el grupo del compadre Guillermo Anaya en el PAN nacional, sería cuestión de tiempo antes de que el también diputado local sea echado del partido. Mientras espera, don Manuel tiene buena compañía pues la otra expulsión que se considera es la del el ex alcalde de Monterrey, Adalberto Madero “Maderito”. El grupo de don Memo quisiera mandar a ese selecto grupo al ex alcalde José Ángel Pérez, pero ahora que don José Ángel ganó un lugar en el Consejo Nacional del PAN, se ve lejano que los blanquiazules se vayan a hacer el “hara kiri”.