Dos políticos laguneros, que esperan apuntalar sus carreras para cosas mayores, tendrán prueba de fuego en la jornada electoral de este domingo. Se trata del senador panista y primer compadre, Guillermo Anaya, y del curuleco priista Miguel Ángel Riquelme. Además de cobrar en la nómina legislativa, ambos la giran de delegados de sus respectivos comités nacionales en estados vecinos a Coahuila con elecciones para gobernador, alcaldes y Congreso. Don Miguel fue enviado a Zacatecas para operar la campaña del tricolor Miguel Alonso Reyes, quien se vio beneficiado por las pugnas internas del PRD, que gobierna la entidad, así como la renuencia del PAN a hacer alianza contra el PRI. De este modo, el diputado lagunero podría reclamar el crédito de operar la recuperación de Zacatecas para el tricolor después de doce años de gobiernos perredistas.
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Para tal fin, el curuleco ha contado con ayuda del PRI coahuilense y el “Gobierno de la Gente”, principalmente con funcionarios que han operado en Zacatecas, según esto en su tiempo libre. Para amarrar mejor las cosas el día de la elección, nuestros subagentes reportan el acarreo de decenas de trabajadores del Municipio que fueron enviados desde ayer (que por cierto fue día hábil, pero no importa porque Torreón paga) a tierras zacatecanas para la movilización del voto y otras artes electorales que a los priistas les salen muy bien. Con esto, don Miguel busca elevar sus bonos con miras a premios futuros como la alcaldía de Torreón, pero primero tiene que salir vivo de Zacatecas, pues nuestros subagentes comentan que una turba de perredistas le apedreó la camioneta y le poncharon las llantas. ¿Qué les habrá hecho?
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En el caso de don Memo, el primer compadre fungió como delegado del Comité Nacional panista en Durango, donde operó la alianza que el blanquiazul hizo con el PRD y Convergencia para darle la batalla al gober Ismael Hernández Deras y su delfín Jorge Herrera Caldera, usando armas sacadas del mismísimo arsenal tricolor, con el ex diputado priista José Rosas Aispuro. Para don Memo la aduana del domingo es clave para apuntalar su posición en el PAN con miras a la candidatura a gobernador de Coahuila el año que entra. El problema para don Memo fue navegar las aguas del panismo duranguense que está dividido en varios grupos, principalmente el del aspirino a la alcaldía de la capital, Rodolfo Dorador, del subprocurador Juan de Dios Castro y del ex secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo. El éxito de la alianza en Durango se ve difícil dado el control político que ejerce don Ismael en el Estado, pero eso no fue obstáculo para que el delegado panista se fuera una semana al Mundial a Sudáfrica (lo bailado quién se lo quita) y luego organizara, en la víspera de la elección, un fiestón de cumpleaños que se anticipa como “destape” para la carrera por la gubernatura. Don Memo espera juntar a cientos de panistas en el convite de hoy, aunque nuestros subagentes reportan que hay algunos militantes resentidos porque no los invitaron. Se trata, naturalmente, del grupo del ex alcalde José Ángel Pérez, incrustado principalmente en el comité municipal. O sea que eso de la unidad partidista tiene sus límites. Claro que don Memo esperaría seguir el festejo hasta el lunes con una victoria de los “alianceros”, pero don Ismael tiene toda la intención de ser un aguafiestas.
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Y mientras se prepara el terreno para la elección estatal en Coahuila el año que entra, un frente se abre entre el PRI-Gobierno Estatal y el PAN-Gobierno Federal con el asunto de los apoyos sociales. Hace unos días, el delegado del programa federal “Oportunidades”, Alfredo Hernández, afirmó que el padrón de beneficiarios casi se duplicó en tres años al pasar del 38 mil a 66 mil personas. Sin embargo, nuestros subagentes en la peronera capital reportan que en el “Gobierno de la Gente” huelen algo raro en el aumento de apoyos para salud, educación y alimentación, que tendría que ver más con operación electoral que con una alza en la pobreza. Es curioso porque este señalamiento también lo hace el PAN sobre el Gobierno Estatal al denunciar que sus programas sociales también van más allá de quienes realmente los necesitan. En el Estado reviran que, por ejemplo, una de las causas de la anulación de la elección municipal en Lamadrid, el año pasado fue la entrega de apoyos federales de manera desproporcionada para la población de ese municipio. Además, en el “Gobierno de la Gente” apuntan que “Oportunidades” es parte de la delegación de la Secretaría de Desarrollo Social a cargo de Luis Fernando Salazar, operador del senador Guillermo Anaya. Lo peor es que mientras ambos bandos se acusen de distorsionar las cifras de la pobreza en Coahuila, será imposible conocer la verdadera situación, y los pobres ahí siguen.
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Nuestros subagentes en la Presidencia Municipal reportan que el alcalde Eduardo Olmos tiene en la mira algunos cambios en su administración para deshacerse de funcionarios que de plano no lo ayudan. Se dice que el director de Medio Ambiente, Esteban Favela, va para afuera porque de plano no ha podido con el paquete en problemas que van desde áreas verdes hasta monitoreo ambiental, que no puede resolver, principalmente porque no se para en su oficina. Otro que saldría de la administración municipal es el director de Pensiones, Mario Domínguez Zerboni, quien de entrada se duplicó el sueldo sin avisarle a nadie, ni al alcalde. Pero don Mario tiene apoyos más arriba en el escalafón, por lo que podría ser rescatado por la nómina estatal y pasar a cobrar en el flamante Sistema de Administración Tributaria de Coahuila. Los que parece que se salvaron son los directores de Desarrollo Social, Fernando López, y de Obras Públicas, Arturo Lozano, pues don Lalo ya les encontró quehacer para que luego no se diga que no trabajan. De hecho los subagentes comentan que don Arturo, precisamente para dar la impresión de que sí desquita el sueldo, ya se asignó un “staff” de comunicación social para que lo hagan quedar bien en entrevistas y presentación de programas. Pero una cosa es la percepción y otra es la realidad, por lo que ahora falta que don Arturo se ponga a trabajar.
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En la recta final de las campañas en Gómez Palacio, algunos cibernautas le jugaron una mala pasada a la candidata del PRI a la alcaldía, Rocío Rebollo, al “hackearle” su página en “Facebook” con un mensaje donde doña Rocío estaría admitiendo su derrota. El texto que apareció en la página de la candidata dice que “hemos remado contracorriente debido a la herencia de la actual administración, cuya ineficiencia nos afectó severamente”. Luego añade que “debo aceptar que el domingo no podremos ganar la elección”. Se dice que en el cuartel tricolor están furiosos con el mensaje, que ya fue retirado y, naturalmente apuntan a los panistas o a los priistas resentidos como los autores de la broma. A quien quiera que haya sido se le agradece, porque al menos le puso sabor al caldo.
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Fino conocimiento de los instrumentos de medición del voto mostraron los miembros del Instituto Electoral de Durango con su acuerdo para prohibir la publicación de encuestas. Los consejeros electorales establecieron que encuestas de intención de voto, encuestas de salida y conteos rápidos no podrían publicarse desde ocho días antes del cuatro de julio. Hasta las encuestas de intención todo iba bien, pero ¿sabrán los consejeros que las encuestas de salida y los conteos rápidos sólo existen hasta después de que cierren las casillas y que es imposible que se hagan antes?
