Si como insisten autoridades de índole civil y militar, La Laguna no es como Ciudad Juárez, ¿por qué aquí están pasando cosas terriblemente similares a las que pasan en Juárez? La zona conurbada se ha convertido en un reflejo de la ciudad fronteriza calificada como una de las más peligrosas del mundo, y los grupos criminales replican actos atroces llevados a cabo en aquellos lares, como los asesinatos múltiples de civiles inocentes. (¿Qué sigue? ¿Un coche-bomba en el Independencia?) Pero la matanza de diecisiete personas en una fiesta, arrojó la mayor cifra de civiles muertos en un ataque en todo el país desde que se desató la ofensiva contra el crimen organizado, superando incluso a las masacres de Ciudad Juárez.
Pero mientras en Juárez la respuesta de las autoridades fue inmediata, en este caso la reacción no ha sido mucho más que condenas verbales. La respuesta del Gobierno de Coahuila fue abrir una investigación que, como sugieren todos los antecedentes, no va a llegar a ningún lado y emprender operativos sin coordinación con otras fuerzas de seguridad. El gober Humberto Moreira no abrió un paréntesis en la atención al desastre en el norte de Coahuila para venir al desastre de seguridad en Torreón, y aunque se espera una visita para mañana, la ausencia ya se cuestiona en algunos círculos empresariales y ciudadanos, en donde no cae nada bien el hecho de que Torreón aparece en decenas de medios internacionales como escenario de masacres, y desearían ver mencionada a la ciudad en la primera plana del New York Times, pero en otras circunstancias, no por los horrores que aquí se están viviendo.
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Como ahora no pasó otro hecho de alto impacto que opacara la tragedia en La Laguna, en la capirucha del esmog respondieron un poco más rápido, pero aún así la reacción del flamante secretario de Gobernación, Francisco Blake, fue pedir un oficio del Gobierno de Coahuila para el envío de policías federales, como si esto fuera un trámite más, pues nuestros subagentes reportan que ignoraba completamente que la petición de refuerzos fue hecha desde hace dos meses (antes no tuvo que sacar un mapa para saber dónde queda Torreón). Tras el envío de la papelería correspondiente, los federales apenas arribarían hoy, más de 72 horas después de los terribles hechos del domingo. Pero en el ínter, en la Policía Federal dispusieron que el secretario de Gobierno, Armando Luna, y el Fiscal Jesús Torres Charles viajaran a Juárez para entrevistarse con el comisionado Facundo Rosas (que se encuentra estacionado allá), hasta que alguien se dio cuenta de que la cosa debía ser al revés y que don Facundo tenía que apersonarse aquí. Por su parte, la Procuraduría General de la República sigue como cero a la izquierda en el combate al crimen, cuando sólo tiene cuatro agentes del Ministerio Público Federal en Torreón y media docena de policías investigadores. A tres días de los hechos que conmocionaron a la región y al país, todavía no hay una estrategia de seguridad en curso para revertir la ola de violencia que se ha desatado en la región en los últimos meses y que ha cobrado medio centenar de víctimas inocentes. Las autoridades municipales y estatales han emprendido una estrategia mediática para hacer notar el “abandono” de la Federación hacia La Laguna, hecho que ha sido repetido por comentaristas de medios nacionales, pero que no explica su incapacidad para impedir hechos sangrientos. Nuestros subagentes, tanto en La Laguna como en la Ciudad de México, refuerzan la sospecha de que la falta de coordinación entre Federación y Estado obedece a las diferencias entre el presidente Felipe Calderón y el gober Moreira, de modo que los laguneros no sólo tenemos que lidiar con una guerra contra el crimen, sino también con las dramáticas consecuencias de una batalla de egos y vanidades que sólo han perjudicado a La Laguna.
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Por cierto, el presidente Felipe Calderón y el gobernador Humberto Moreira tendrán hoy una oportunidad para planchar diferencias y ponerse de acuerdo en un plan de seguridad para La Laguna. Nuestros subagentes disfrazados de ardillas en Los Pinos, reportan que el “preciso” se reunirá con don Humberto y los gobernadores de Nuevo León, Rodrigo Medina, y Tamaulipas, Eugenio Hernández, para tratar la reconstrucción en el noreste del país tras el huracán “Alex”. Al parecer el gober Moreira llevará también el tema de la seguridad en La Laguna, en particular la idea de un operativo policiaco que abarque a Coahuila y Durango y no se fije en las fronteras, pues hasta ahora las estrategias de seguridad se definen de manera diferente en ambos lados del Nazas sin ninguna consideración para el hecho de que a los delincuentes esas fronteras les valen sombrilla. Aunque la experiencia de este tipo de reuniones indica que nomás se van a decir cosas bonitas, van a prometer el oro y el moro y saliendo de ahí no pasará nada.
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La llamada del presidente Felipe Calderón al gober electo de Durango, Jorge Herrera Caldera para felicitarlo por ganar las elecciones dejó desconcertados a varios operadores panistas de la coalición opositora porque el resultado de la elección ha sido impugnado en tribunales y la cosa todavía no se define. Nuestros subagentes indican que la llamada fue mera cortesía, pero entre los panistas sembró el temor de que los altos mandos del partido no le van a echar los kilos requeridos para que las impugnaciones avancen hasta el Tribunal Electoral de la Federación. Por ahí se dice que el PAN nacional podría tirar la toalla en Durango para concentrarse en pelear Veracruz, donde el aspirino panista, Migue Ángel Yunes, a diferencia del candidato en Durango, José Rosas Aispuro, sí es cuate del presidente.
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Y mientras la experiencia aliancista de Durango todavía no termina, en Coahuila el senador y primer compadre Guillermo Anaya anda preparando un experimento similar para el año que entra. Don Memo confía en que puede unir al PAN y al PRD para darle la batalla al hermano cómodo, Rubén Moreira, que se perfila como candidato del PRI a las elecciones de julio de 2011. El problema para don Memo es que las alianzas sólo han funcionado con la postulación de ex priistas y no de cuadros panistas por más arraigados que estén, por lo que la pregunta es doble: ¿estará don Memo dispuesto a cederle la candidatura a un ex priista? Y, más importante, ¿hay algún tricolor dispuesto a patear el pesebre? ¿Alguno del pasado?
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Por cierto, el curuleco Rubén Moreira aprovechó la oportunidad de su boda con la diputada hidalguense Carolina Viggiano para enseñar su músculo político. A la boda asistieron el gober del Edomex, Enrique “El Gavioto” Peña Nieto, su delfín, el curuleco Luis Videgaray y la jefaza del PRI, Beatriz Paredes. La novia se llevó al gober de Hidalgo, Miguel Osorio, que apenas alcanzó a salvar la gubernatura para el PRI. También asistieron los antecesores inmediatos del gober Humberto Moreira: Eliseo Mendoza Berrueto, Rogelio Montemayor y Enrique Martínez, quienes representaron bien su papelito para que luego no digan que están peleados. El detalle curioso es que doña Carolina es presidenta de la Comisión de Desarrollo Metropolitano de la Cámara de Diputados y como tal controla la chequera de los fondos para zonas metropolitanas como La Laguna. A ver si el matrimonio puede al menos traducirse en algunos recursos, que urgen bastante, para la región.
