El que anda muy activo con declaraciones duras contra el “Gobierno de la Gente” es el senador y primer compadre, Guillermo Anaya. Encarrerado rumbo a la candidatura a gobernador, don Memo trae una estrategia mediática que consiste en agarrar al gober Humberto Moreira de “punching bag” para achacarle todos los problemas del Estado a su administración, un poco como don Humberto lo hace con el Gobierno Federal. El rango de temas de don Memo es amplio, va desde la seguridad hasta las finanzas públicas y el uso de programas sociales. El objetivo es crear una narrativa que identifique al Gobierno Estatal como el malo de la película y a don Memo como el portador de las ideas y los proyectos que van a salvar al Estado.
Con esto se abre la carrera para la gubernatura y se dice que mientras las declaraciones irritan al equipo del Gober, tampoco le hacen mucho caso, pues al fin y al cabo el potencial rival de don Memo, el curuleco y hermano cómodo Rubén Moreira, trae a la Federación de su “punching bag” particular. Detrás de cada suspirante hay una cuadrilla de golpeadores, que en el caso de don Memo se compone de funcionarios federales y en el caso de don Rubén de funcionarios estatales. Se espera que el golpeteo suba de tono y pase de las críticas a la apertura de expedientes, que es cuando la cosa se pondrá sabrosa. Porque esto es sólo el preámbulo, el entrenamiento para afinar los golpes, mientras los púgiles se preparan para subirse al cuadrilátero electoral y lo hacen desde un gimnasio de lujo, el Congreso de la Unión, donde pueden hablar y hablar y, sin hacer nada, cobrar un dineral para irla pasando como “magos” y hacer como que hacen.
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El gober de Durango, Ismael Hernández Deras, quería cerrar su sexenio con broche de oro al lado del tenor Plácido Domingo, para lo cual arrancó una agresiva estrategia de publicidad que quién sabe cuánto le esté costando al erario. El problema, reportan nuestros subagentes, es que muchas personas que pensaban viajar a Durango para asistir al concierto mejor la pensaron dos veces al leer las cosas que ahí suceden y han empezado las cancelaciones. Pero la imagen que don Ismael quiere proyectar no alcanzará a borrar la necia realidad, que muestra una creciente falta de autoridad. En sus últimos dos meses en el poder, el Gober de Durango se ha encargado de cocinarle una papa muy caliente a su “delfín”, Jorge Herrera Caldera, no sólo con el asunto de una elección de dudosa legitimidad, sino también y más importante aún, con un aumento en la violencia y en la incapacidad de las instituciones estatales para hacerle frente a la delincuencia. Mientras tanto, don Jorge permanece agazapado acariciando su constancia de mayoría, pero quizá preguntándose en qué berenjenal está a punto de meterse, si es que el Tribunal Electoral avala su triunfo. A lo mejor se sacó la rifa del tigre.
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Y es que la ola de violencia desatada en la Comarca Lagunera en los últimos meses y las revelaciones de corrupción oficial que la han acompañado le están dando muy mala fama a la región. La Laguna ha sido noticia a nivel mundial, pero de la peor manera posible, lo cual añade una carga más al sombrío futuro de la región. Y es que, urgida como está La Laguna de inversiones, nadie va a querer venir a meter dinero si en los periódicos lee de homicidios múltiples y otras cosas que pasan aquí. Nuestros subagentes hablan de la cancelación de viajes de posibles inversionistas que buscan oportunidades de negocio en la región y que traerían el dinero que se necesita inyectarle a la maltrecha economía lagunera. Pero hasta ahora las autoridades de ambos lados del Nazas no encuentran la manera de meterle freno al deterioro de imagen de la región, porque para eso se requiere una estrategia sólida de seguridad. En Coahuila, el gober Humberto Moreira le apuesta a la Policía Federal como si fuera el santo remedio, porque los cuerpos policiacos estatales y locales sobre los que tiene mando, no han podido contener la ola delictiva. En Durango, ya se sabe, el gober Ismael Hernández Deras nomás dando lástimas y contando las horas para heredar el problema. Si se advierte en todo esto una buena noticia, es que el Gobierno Federal ya se dio cuenta de la magnitud del problema de seguridad en La Laguna y éste ya se trata en los más altos niveles, donde los subagentes dicen que se han minimizado las fricciones con los gobiernos locales. Pero esto es sólo el comienzo, ahora falta meter el acelerador y eso está por verse.
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La alcaldesa electa de Gómez Palacio, Rocío Rebollo, ya empezó el trámite de entrega-recepción con el alcalde Mario Calderón, sin importarle mucho que su elección todavía está impugnada ante tribunales. En la superficie tal parece que el proceso será fluido y sin complicaciones, porque doña Rocío y don Mario pertenecen al mismo grupo político y por lo tanto la futura alcaldesa no va a andar con amenazas de auditorías o de sacar esqueletos del clóset, porque eso equivaldría a dispararse en un pie. Pero nuestros subagentes reportan que los actuales funcionarios municipales pueden empezar a despedirse de sus huesos, porque doña Rocío no tiene contemplado que repitan en la nómina debido a que su desempeño ha dejado mucho que desear y la situación en la que tienen al Municipio por poco y le cuesta la elección. Pero como que no checa hacer un borrón y cuenta nueva si la cuenta pasada no se ajusta con los que ya se van.
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Algo inocentes resultaron las declaraciones del alcalde Eduardo Olmos sobre la situación en Atención Ciudadana, que se ha convertido en una de las dependencias que más quejas reciben en la administración municipal. Según don Lalo, él ignoraba la situación en el área que dirige (es un decir) Armando Cobián. Pero don Lalo está atrapado en una posición imposible, pues tan malo es que sabía y no hizo nada, como que no sabía y entonces demuestra que no tiene idea de lo que pasa con sus subordinados. Porque cuando la dependencia encargada de atender los reclamos de la ciudadanía recibe casi tantas quejas como la Policía municipal y menos que el servicio de limpieza, es que algo anda mal. Quizá por eso ninguno de los otros servicios públicos funciona como debiera, porque nadie se entera de cuáles son los problemas que se reportan. De hecho nuestros subagentes dicen que el Alcalde no sólo ignora las fallas en Atención Ciudadana sino en otras áreas de su administración. Pero nuestros subagentes dicen que don Lalo le dio un voto de confianza a don Armando para que arregle la situación, lo cual implicaría que el jefazo de Atención Ciudadana dejara de acompañar al Alcalde a todos lados y se dedicara a su chamba, que al parecer no le gusta mucho.
