¿Ya entendieron? ¿Así, o más claro? ¿A alguien le queda duda del severo problema de seguridad que vive la Comarca Lagunera? La cadena de hechos, algunos dramáticos, otros inverosímiles, que azotó a La Laguna en las últimas semanas debe servir de lección a las autoridades de lo que pasa cuando una región es abandonada a su suerte. La muerte de diecisiete personas, la investigación en el penal de Gómez Palacio donde se encontró la causa de la masacre y el secuestro de cuatro reporteros que movilizó a los medios de comunicación, deja claro que La Laguna es uno de los principales focos criminales del país y, por lo tanto, la reacción debe ser de la misma intensidad que las acciones de los grupos delictivos, algo que hasta la fecha no se había visto.
Los hechos de las últimas semanas culminaron con un operativo de la Policía Federal para rescatar a dos camarógrafos secuestrados, pero incluso esa acción dejó dudas por el hecho de que no hubo detenidos, lo que se antoja rarito. Nuestros subagentes en la capital comentan que al parecer al presidente Felipe Calderón por fin le “cayó el veinte” sobre lo que pasa en la Comarca. Si bien aquí se lamentaba que la muerte del capo Ignacio Coronel iba a enfriar la atención sobre La Laguna, al parecer fue al revés: la indignación por el secuestro de los reporteros hizo que la muerte de “Nacho” Coronel pasara a segundo plano en los informativos nacionales y la atención siguiera centrada aquí. Fue entonces que en el Gobierno Federal se dieron cuenta del problema que tenía entre manos y se decidieron a actuar. El secretario de Gobernación, Francisco Blake, finalmente se pronunció sobre el tema con la típica condena verbal que ni sirve para nada, pero el secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna pudo colgarse una medalla (ya le hacía falta) con el rescate de los camarógrafos, a quienes les armó una pasarela en conferencia de prensa. A ver si así don Genaro agarra la onda de lo que sucede aquí y decide enviar la caballería para reforzar el combate al crimen o todo queda en bla, bla, bla.
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Por cierto, al que al parecer le comieron la lengua los ratones y sigue sin pronunciarse al respecto, es el gober de Durango, Ismael Hernández Deras, que ya cuenta los días para despedirse del Palacio de Gobierno. La única vez que alguien de la administración de don Ismael habló sobre el secuestro de los reporteros, fue para ponerlos en riesgo, cuando al secretario de Gobierno, Oliverio Reza se le ocurrió confirmar la noticia cuando había una negociación en curso. Sobre la situación dentro del Cereso de Gómez Palacio, ni se diga. El Ejército tuvo que llevarse a más de ciento cuarenta reos federales que estaban causando problemas, pero aún cuando la Policía Estatal tiene ahora a su cargo la seguridad dentro del penal, el domingo hubo otra riña que dejó cuatro muertos, por lo que parece que ir a la cárcel en Gómez Palacio equivale a la pena de muerte que algunos buscan imponer. Don Ismael se limitó a pedir “un castigo ejemplar” contra los “traidores” del Cereso y aludió al trillado “cliché” del “caiga quien caiga”, pero omitió el pequeño detalle de que él es el supervisor de esos funcionarios y debió estar al tanto de lo que ocurría, por lo que ahora no se vale fingir demencia. Sin embargo, que Gómez Palacio fuera nota internacional por los altos índices de violencia no fue impedimento para que don Ismael se diera una escapadita a Yucatán y estar presente en el informe de la gobernadora Ivonne Ortega. Ahí el Gober lució muy quitado de la pena como si no tuviera problemas que resolver, o a lo mejor es que ya se acostumbró a no resolver ninguno.
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Por cierto, hablando del Cereso de Gómez, nuestros subagentes en el Palacio Rosa de la peronera capital comentan que las huestes del gober Humberto Moreira están enojadas con los que andan diciendo que ellos no le han metido mano al problema de la violencia. Por allá recuerdan que fue la Fiscalía General del Estado la que abrió, a la par de la PGR, una investigación de la directora del Cereso, Margarita Rojas, y sus presuntas autorizaciones para que reos salieran armados rumbo a Torreón. También dicen que fue la Fiscalía la que mantuvo a doña Margarita y a otros tres ex funcionarios del Cereso arraigados bajo el riesgo de que un grupo armado fuera a intentar un rescate, hasta que la Policía Federal se los llevó a México casi una semana después. También apuntan a que, en todo caso, el problema estaba del lado de Durango, donde tampoco se hizo nada. Todo esto lo afirman a propósito de comentarios aparecidos en la entrega pasada de su 007, de modo que ahí queda la aclaración.
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Si alguien le ha causado problemas al alcalde Eduardo Olmos, no es la bancada de regidores del PAN, tampoco el Contralor Lauro Villarreal Navarro, a quien critican por las deficiencias que ha tenido en su trabajo; tampoco es Xavier Herrera, jefe de Servicios Administrativos a quien se le acusa de “no soltar prenda’’ en el asunto de la publicación de la nómina. Quien ha sido el responsable de tropiezos y más tropiezos es el flamante tesorero Pablo Chávez Rossique. Y es que en estos meses don Pablo se ha caracterizado no por su eficiencia administrativa, ya que por más campañas que realiza para cobrar los adeudos históricos, sus estrategias han representado un fracaso, sino por los pleitazos que se ha aventado para guardar celosamente el dinero afectando programas de asistencia social. Por ejemplo, no dio dinero para el programa de prevención del dengue el cual se suspendió por la falta de recursos. Tampoco autorizó pagos a la gasolinera donde el Municipio abastece a los vehículos y el negocio sencillamente le suspendió el crédito hace un par de semanas. También el tesorero se negó a pagarle a los dueños de las máquinas que ayudaron en la contingencia de la laguna de regulación de aguas pluviales cuando estuvo a punto de desbordarse; tampoco suelta dinero cuando se le pide adquirir hules para darles a las familias de escasos recursos afectadas por las lluvias. Incluso, cuentan nuestros subagentes, la semana pasada los ánimos se caldearon y tuvo un florido intercambio de insultos con el director de Servicios Públicos, David Fernández, porque se negó a autorizarle recursos para reparar el alumbrado de las vías alternas al TSM. Pese a los problemas que le ha generado hasta ahora, Eduardo Olmos se ha mostrado tibio y ha permitido que el funcionario municipal se convierta en un vicealcade, más fuerte que todos, que hace y deshace sin el mayor sentido social, a lo cual está obligada la administración pública.
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Nuestros subagentes disfrazados de leales panistas, reportan que el grupo del senador y primer compadre Guillermo Anaya iniciará pronto la ofensiva para posicionar a don Memo en la candidatura a gobernador de Coahuila. Del lado de la capirucha del esmog se hacen los amarres para una alianza con el PRD y quizá el PT, aunque ya perdieron la esperanza de lograr apoyo del Partido Nueva Alianza de la maestra Elba Esther Gordillo. Se dice que, en un momento, los panistas buscaron arrejuntarse con doña Elba, pero al parecer la Maestra tiene sus quereres en otra parte, específicamente en el clan Moreira. Descartada esa opción, los estrategas de don Memo abrirán un frente local, empezando con la realización de grupos de enfoque para detectar los puntos negativos del gober Humberto Moreira y el hermano y “delfín”, Rubén de los mismos apellidos y mañas. Los resultados de esos sondeos permitirán luego armar un discurso para empezar a tupir a los tricolores en la última parte de este año y durante la campaña en la primera mitad de 2011. Dicen los subagentes que don Memo y sus secuaces anticipan que el principal punto negativo que arrojarán los grupos de enfoque será un rechazo al relevo “fraterno”, ya que suena a imperialismo y que esa sería la principal bandera de campaña. Ya veremos y diremos.
