Con su anuncio de que le encantaría dirigir el PRI nacional el próximo año, el gober Humberto Moreira no sólo destapó su candidatura, sino también el avispero de suspirantes a suceder a la jefaza Beatriz Paredes, lo cual quedó en evidencia en la reunión del Politburó (perdón, Consejo Político) del tricolor. Pero mientras don Humberto se aceleró, otros aspirinos prefirieron ceñirse a las viejas formas y decir que “esperan los tiempos”, como ocurrió con el líder del sector popular, Emilio Gamboa, o el número dos de doña Beatriz, Jesús Murillo Karam. En este sentido, la insistencia de estos cuadros a guardar las formas fue un sutil regaño al gober de Coahuila para que se esté quieto. El problema es que pedirle eso a don Humberto es como pedirle peras al olmo y la sucesión en el PRI ya está en franca competencia, pues doña Beatriz ya la anunció para marzo de 2011.
Nuestros subagentes reportan que, tras el brinco del gober Moreira, otros gobernadores empezaron a moverse para, sin declararse, dejar claro que tienen interés en el puesto, como Miguel Osorio Chong, de Hidalgo, o Fidel Herrera, de Veracruz. El puesto cobra más relevancia de cara al 2012, pues el próximo dirigente del tricolor será el encargado de manejar la definición de la candidatura presidencial y la posterior campaña, y aquí es donde el gober Moreira podría ser de gran ayuda para su cuate el “Gavioto” Enrique Peña Nieto, quien después le podría regresar el favor. La cosa es que lo dejen llegar. Por lo pronto se le recomienda no comer nada sin que alguien pruebe antes los alimentos que ha de ingerir.
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De la reunión del Consejo priista en Chihuahua, el gober Humberto Moreira brincó para el otro lado a Santa Fe, Nuevo México, a la reunión de gobernadores fronterizos. Don Humberto y sus colegas mexicanos llevaron consigo la “victoria moral” de haber boicoteado la sede original de la reunión, que iba a ser en Arizona, en protesta por la ley antiinmigrante en ese estado. Pero afortunadamente para ellos, hasta ayer nadie les había preguntado con qué cara se ponen a defender a los migrantes en Estados Unidos cuando no los pueden cuidar del lado mexicano, ante las recientes revelaciones de los abusos cometidos por grupos criminales contra el atroz asesinato de 72 extranjeros en Tamaulipas. Quizá gracias a que las reuniones fueron a puerta cerrada, tampoco nadie preguntó a los gobernadores fronterizos sobre la violencia en Juárez o Tijuana, las masacres de civiles inocentes en Torreón, los “narcobloqueos” en Monterrey o el control de los cárteles en la franja fronteriza de Tamaulipas. Hasta el gober Moreira se dio el lujo de declarar que Estados Unidos es un lugar más peligroso e inseguro que México (¿se habrá dado la vuelta por Torreón?). Al final la reunión resultó una decepción, pues mientras los seis gobernadores del lado mexicano estuvieron puestísimos para ir a Santa Fe (ya se sabe que nunca le sacan a un viajecito), del lado gringo sólo fue el anfitrión, Bill Richardson. Los gobernadores de Texas y Arizona respondieron al boicot de los mexicanos con su propio boicot, mientras que el de California estaba muy ocupado con una crisis fiscal. Esta última ausencia resultó la más decepcionante para los mexicanos, pues la foto con Arnold Schwarzenegger ha sido la mejor puntada de estos encuentros. En esta ocasión quizá también esperaban que el “Terminator” les pasara unos “tips” para combatir a los malandros, porque ellos no dan una y ya no hallan cómo hacerle.
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Además de incluir a sólo un lagunero y sólo una mujer en su gabinete, el flamante gober de Durango dio otra sorpresa al meter a los hijos de dos ex gobernadores en la nómina de su administración. Se trata de José Ramírez Guzmán, quien empezó a cobrar en la dirección de Pensiones, y de Maximiliano Silerio Díaz, quien agarró hueso de director del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Durango. Hasta ahora no se sabe de la experiencia que pudieran tener estos “cachorros de la Revolución” en los puestos que agarraron; lo que sí se sabe es que los dos tienen en común haber sido postulados para diputados locales y perdido en la elección del 4 de julio. Ambos fueron lanzados como cuota a los ex gobernadores José Ramírez Gamero y Maximiliano Silerio Esparza para que no empezaran a coquetear con el ex priista “aliancero” José Rosas Aispuro (aunque tras la paliza que les dieron resulta evidente que les hubiera ido mejor del lado de la alianza opositora). Pero gracias a su fidelidad priista y como don Jorge sabe ser amigo de los amigos (y de los antecesores), pues don José y don Max no estarán viviendo en el error. No cabe duda que el nuevo Gober duranguense empezó su mandato cumpliendo a cabalidad su promesa de campaña de rescatar y promover los valores familiares. Sólo que hasta ahora han sido los valores de la Familia Revolucionaria.
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Otro que sabe ser generoso con los parientes es el alcalde de Torreón, Eduardo Olmos, a pesar de que a veces le dan dolores de cabeza. Nuestros subagentes comentan el caso de Alonso Madinaveitia, quien además de ser primo del Alcalde (y gracias a ello) es también director de Adquisiciones del Municipio donde permanece a pesar de varias metidas de pata. Los subagentes reportan que don Alonso la regó con un boleto de avión para un viaje de don Lalo al comprarlo con fecha de un mes después de cuando iba a ser el viaje. En otro caso, cuentan que el Alcalde llegó a un hotel donde don Alonso le había hecho una reservación, para encontrarse que no había tal. De esta forma, don Lalo ya sintió en carne propia la ineptitud de sus colaboradores, pero hasta ahora el primo se ha salvado y sigue cobrando.
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El que trae un “calambrito” de parte de la calificadora crediticia Fitch Ratings es el flamante jefazo del Sistema de Administración Tributaria de Coahuila, Javier Villarreal. Desde junio, don Javier anda muy contento porque Fitch validó la calidad crediticia del Estado con una calificación de AA, la más alta de cualquier entidad en el país. Pero he aquí que Fitch publicó hace unos días un comunicado que puso una “observación negativa” a las finanzas coahuilenses y aunque eso no demerita la calificación crediticia del estado, es una advertencia de que la calificadora trae puestos los ojos en sus niveles de endeudamiento. Fitch hace referencia a los adeudos que tiene Coahuila con proveedores y a las líneas de crédito que no ha usado, como una manera de decir que no va a tolerar travesuras con las finanzas estatales. Nuestros subagentes reportan que la advertencia de la firma calificadora tiene que ver con un gasto que el gobierno estatal piensa hacer en proyectos de fomento económico que le deberán redituar ingresos en el futuro cercano. Lo que significa que don Javier y sus huestes van a tener que chambear duro para que les salga el gambito.
