El gober Humberto Moreira ya abrió sus cartas sobre el futuro que quiere perseguir ahora que se le está acabando el “veinte” en el Palacio Rosa y ha dado señales sobre la ruta para los próximos años. Luego de su destape a la presidencia nacional del PRI, don Humberto ha insistido en que el próximo dirigente tricolor debe quedar impedido para buscar la candidatura presidencial, lo que indica que no tiene pensado darle la pelea a su cuate Enrique Peña Nieto, aprendiendo en cabeza ajena la lección que tanto le dolió a Enrique Martínez cuando le dio la calentura por Palacio Nacional. Pero en una entrevista televisiva, el gober se sacó de la manga otro candado para que el próximo líder priista tampoco busque una candidatura a diputado o senador en 2012, lo cual quiere decir que no tiene en la mira ninguna contienda electoral.
Por lo tanto, nuestros subagentes especulan que el gober Moreira busca “amarrarse” en la dirigencia tricolor para coordinar la campaña de don Enrique, no distraerse con trivialidades como una senaduría y construir el regreso del PRI a Los Pinos para colocarse en el próximo gabinete desde donde podría empezar a tejer sus redes rumbo al 2018. Sólo que hay un detalle, apuntan los subagentes, y es que los candados que quiere colocar don Humberto sólo serían “en los bueyes del compadre” a nivel nacional y no estatal, pues de existir en Coahuila, el hermano cómodo Rubén Moreira no hubiera podido brincar de la presidencia estatal del PRI a una diputación federal y menos a la candidatura a gobernador para poder continuar con el imperio Moreira en este otrora democrático estado.
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La bronca que tuvieron policías estatales y municipales en la que participó el director de Seguridad Pública de Torreón, Carlos Bibiano Villa, puso en evidencia la fantasía que tienen las autoridades sobre la supuesta colaboración policiaca contra el crimen. Apenas el lunes en la mañana el alcalde Eduardo Olmos entregaba patrullas a la Policía municipal presumiendo el trabajo cercano entre las corporaciones y lo bien que se llevan, cuando el general Villa estrenó uno de esos vehículos para irse a dar la vuelta con sus muchachos, topándose con policías estatales que investigaban un secuestro. Al exigirles que se identificaran empezaron los problemas, pues uno de los estatales se puso flamenco y mandó por un tubo a don Bibiano. El agente en cuestión, dicen nuestros subagentes, es el hijo del delegado de la Fiscalía General del Estado, Fernando Olivas, quien habría replicado que no tenía por qué identificarse. Total que se armó la bronca que estuvo a punto de tornarse violenta cuando decenas de policías estatales se apersonaron en el cuartel de seguridad pública para “rescatar” a sus colegas. El asunto mostró una vez más la pésima relación que hay entre la Fiscalía y la Dirección de Seguridad Pública Municipal, pues es sabido que don Bibiano y el Fiscal Jesús Torres Charles no se tragan. Don Bibiano negó todo el incidente, aunque éste fue confirmado por personal de la Fiscalía e incluso llegó a oídos del General Marco Antonio González Barreda, comandante de la Región Militar, quien terminó poniendo orden hablando con los involucrados para que le bajaran a sus humos. Lo curioso es que la eficiencia del Ministerio Público, que normalmente es nula para atender al ciudadano común, ahora fue desplegada al máximo, pues menos de dos horas después del incidente don Bibiano ya estaba citado a comparecer por abuso de autoridad, obstrucción de justicia y otras lindezas, lo cual demuestra que hay niveles, pues los delitos contra ciudadanos pueden esperar, pero que no se les ocurra tocar a un agente estatal porque entonces cae todo el peso de la ley. El General Villa tiene cita para el viernes con el agente del MP encargado de investigar todo el borlote, pero los subagentes comentan que el General González Barreda seguramente intervendrá para que la cosa no pase a mayores. Mientras tanto, los malandros han de estar encantados viendo cómo las policías pelean entre ellos.
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La polémica por el estacionamiento subterráneo en la Gran Plaza terminó por politizar la obra que tanto quieren presumir el Estado y el Municipio y al parecer el asunto ya preocupa al gober Humberto Moreira, quien no quiere que nada retrase la construcción pues desea inaugurarla antes de dejar el cargo. La bronca tiene dos vertientes: por un lado, la relación familiar de la síndico Lucrecia Martínez Torres con uno de los concesionarios de la obra y, por el otro, el precio de quince pesos la hora que tendría el estacionamiento. Los subagentes comentan que el tema de doña Quecha no es tan importante como el costo por estacionarse y que don Humberto ya empezó a mostrar interés en cómo está eso, pues si el precio resulta excesivo, la obra quedará convertida en un “elefante blanco” en el que nadie se va a estacionar. Y eso no le viene nada bien al cierre de obras que quiere tener en Torreón.
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Ahora resulta que no hacer su chamba es el principal mérito que tiene César Guillermo Rodríguez para repetir como titular de la Secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas de Durango. Y es que luego de semanas de hacerse “patos” sobre el estudio que justificaría la construcción del puente “gemelo” al D1 en Gómez Palacio, las huestes de don César salieron con que no hicieron el documento. Tal estudio se convirtió en una “papa caliente” entre la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) que financiará la obra, y la Secope, que fue la dependencia que la propuso y la SCT escurrió el bulto con el argumento de que el Estado debe tener la justificación. O sea que la obra, que incluso ya está licitada y debió iniciarse en julio, no cuenta ni siquiera con un análisis para saber qué beneficios traerá a la comunidad. Como se sabe, don César es una de las herencias que dejó Ismael Hernández Deras para controlar a su sucesor Jorge Herrera Caldera, pero en La Laguna trae malos recuerdos por obras que tardó años en terminar y que al final las terminó mal, como la ampliación del Periférico, o que de plano dejó inconclusas. Pero ahora de plano se voló la barda al acelerarse para proponer un puente que en el Municipio consideran innecesario y sin justificarlo. Pero queda claro que el beneficio es lo de menos, pues lo de más es gastarse el dinero para aparentar que se trabaja. Si esta ineptitud resulta ser el “amor” que según esto el gober Herrera Caldera le profesa a La Laguna, hay que imaginar qué hubiera pasado si don Jorge no le debiera la gubernatura a la región.
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La próxima semana se transmitirá desde Torreón uno de los programas de televisión matutinos de cadena nacional, cortesía del “Gobierno de la Gente”, que traerá a varias estrellas a presumir las bondades de La Laguna y de Coahuila. Varias caras conocidas desfilarán en un programa que, esperan las autoridades, dará una proyección positiva a la región, pero ojalá que no se les pase la mano y pretendan tapar el sol con un dedo. Hace poco el mismo programa se transmitió en Monterrey para limpiar la imagen del vapuleado gober de Nuevo León, Rodrigo Medina, y se dejaron ir con tal entusiasmo que uno pensaría que la Sultana del Norte es un oasis de paz y tranquilidad. A ver si aquí en Torreón, con tanta inseguridad y violencia, no se les ocurre decir lo mismo, lo que no sería de dudarse.
