El quinto informe del gober Humberto Moreira cumplió con todos los cánones de la tradicional y folclórica política mexicana al ser más revelador por los símbolos que por lo que se dijo. Arropado por una veintena de gobernadores y los principales miembros de la “nomenklatura” priista, el gober Moreira recibió el espaldarazo para sus aspiraciones a dirigir al PRI en la próxima elección presidencial a pesar de la insistencia de los mandamases tricolores de que había que esperar la convocatoria. Con eso de que el gober del Edomex, Enrique Peña Nieto, dijera que don Humberto “es mi gallo” para dirigir al PRI ya no parecía necesario que nadie más lo repitiera. (Todos los demás gobers son de segunda. Por cierto, el que andaba que no cabía de contento era el alcalde Eduardo Olmos, porque lo asignaron de “chaperón” del “Gavioto”). El informe fue una manera para que la élite tricolor llegara a la conclusión de que el camino para dirigir al PRI pasa por don Humberto y nadie más. El único que todavía no parecía muy convencido es el pastor de los senadores, Manlio Fabio Beltrones, que tuvo que matizar sus declaraciones afirmando que, como el gober Moreira, hay otros igual de calificados para dirigir al tricolor. Pero la cúpula tricolor que arropó al gober tiene sus propias aspiraciones y es obvio que más de uno presente aspira a tener un mejor hueso en un gobierno federal priista a partir de 2012, por lo que la concurrencia no fue sólo de gobernadores o legisladores, sino de uno que otro futuro secretario de Estado. Lo que quedó claro es que el evento del jueves fue menos un informe de gobierno y más un acto circense eminentemente partidista, pues la exposición de los resultados sirvió como “currículum” de los méritos que tendría el gober para tomar las riendas del partido. Otra cosa que quedó clara es que el control político del clan Moreira en Coahuila es como el peinado de Enrique Peña Nieto: todo está aplacado y nada se mueve sin permiso.
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Pero en el repaso de resultados de Humberto Moreira hubo omisiones notables que hubieran puesto una mancha en las cuentas del gober. Por ejemplo, en el tema de seguridad no asomó ninguna referencia a la ola de violencia que azota a la Comarca Lagunera, ni a las ejecuciones múltiples, las balaceras o la ola de asaltos. Don Humberto despachó rápido el tema con menciones a la Fiscalía General del Estado y al índice delictivo de toda la entidad, que obviamente resulta más halagador pues el alza del crimen en La Laguna se diluye. Tampoco aludió a la mala imagen que han causado no sólo a nivel nacional sino internacional. De hecho nuestros subagentes comentan que algunos “acarreados” al informe lo vivieron en carne propia, pues al regresar a sus colonias, en algunas de las zonas más peligrosas de la ciudad, fueron objeto de extorsiones por parte de los malandros. Otra cosa que tampoco se dijo fue el desbalance que hubo en los últimos años en la inversión privada y el rezago que tiene Torreón frente a Saltillo para atraer fuentes de empleo. Lo curioso es que en su campaña criticó que gobiernos anteriores beneficiaban más a la capital y prometió que él iba a balancear las cosas, pero la tirada salió al revés. Incluso ahora, nuestros subagentes reportan que hay proyectos de inversión de empresas extranjeras que consideran a Torreón para instalarse, pero se toparían con un déficit de infraestructura de hospedaje industrial en el área de Mieleras que no ha sido resuelto. Ojalá que el mismo ahínco que puso el “Gobierno de la Gente” para que el evento del jueves saliera bonito lo pongan para que Torreón pueda atraer inversiones que urgen y que no se les olvide que Torreón también es parte de Coahuila.
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Aparte del récord de personalidades en el informe de Humberto Moreira, el jueves también se impuso una marca aeronáutica por el número de operaciones en el aeropuerto de Torreón. Nuestros subagentes vestidos de pilotos reportaron que más de 40 jets privados trajeron a la ciudad a VIPs del evento, como si fueran estrellas de rock, y el manejo de tanto aterrizaje saturó a los controladores, que tuvieron a más de un gobernador dándole la vuelta a La Laguna esperando autorización para bajar. Los más puntuales fueron los de Veracruz, Fidel Herrera, y Yucatán, Yvonne Ortega, que también fueron los primeros en irse, cada uno en su avión. Luego llegó el “gober precioso” de Puebla, Mario Marín, y el de Chihuahua, César Duarte. La jefaza del PRI, Beatriz Paredes, arribó con el líder del sector popular (y aspirino a dirigir el partido) Emilio Gamboa. Los que pusieron el desorden por llegar tarde fueron el senador Manlio Fabio Beltrones y el gober del Edomex, Enrique Peña Nieto, aunque don Manlio “madrugó” a todos al agarrar “raid” en helicóptero con un empresario para que lo llevara al Coliseo y dejó a don Enrique en una humilde Suburban. Otros impuntuales fueron los de Durango, Jorge Herrera, y Nuevo León, Rodrigo Medina, que ni por estar cerquita llegaron a tiempo. Los que nunca llegaron fue un grupo de 100 diputados federales porque iban en un charter “pollero” que no pudo despegar de la Ciudad de México y se perdieron el evento. Otros que tampoco llegaron fueron los pasajeros de un vuelo comercial que tuvo que ser desviado a Monterrey porque el aeropuerto estaba lleno de tanto avión privado. O sea que hay niveles y prioridades.
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En el afán por quedar bien, el diario Zócalo que circula en Saltillo, Monclova y Piedras Negras le “mochó” todas las menciones a la sucesión fraterna en el Palacio Rosa a una reciente columna del periodista Carlos Loret de Mola. En el artículo, don Carlos repasaba varios casos de conflictos de interés familiares en los partidos y, en el caso del PRI, puso como ejemplo las aspiraciones del curuleco Rubén Moreira a la gubernatura, cuestionando si “¿alguien creerá que la elección coahuilense será limpia?”. Pues resulta que esta mención desapareció misteriosamente de la columna reproducida en Zócalo. El resultado fue que el columnista montó en cólera y en el “Gobierno de la Gente” salieron con que la culpa fue de un editor con demasiada iniciativa (o pobreza) pues ellos no ordenarían una censura tan burda y que hay quienes salen “más papistas que el Papa”. Lo curioso es que don Carlos sindica su columna desde el diario El Universal, propiedad de Juan Francisco Ealy, compadre del gober Humberto Moreira, y ahí sí apareció el texto completo. O sea que no se le puede echar la culpa a don Francisco.
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Nuestros subagentes disfrazados de bombas del Simas comentan que hay varios funcionarios en la empresa de agua que se empezaron a frotar las manos ante el jugoso negocio que será la compra de filtros para remover el arsénico del agua. De hecho, hay quienes afirman que la instalación de los filtros comenzará en unas cuantas semanas cuando todavía no hay nada definido. Se dice que algunos vivos en el Simas quieren adelantarse para sacarle raja, pero los subagentes comentan que hay un movimiento ciudadano interesado en que el proyecto sea decidido por un organismo ajeno a los intereses locales, como sería el Instituto Mexicano de Tecnologías del Agua, para amarrarle las manos a cualquiera que busque hacer negocio. Este movimiento prepara un anuncio para los próximos días sobre un proyecto que busca empezar a darle solución al problema del agua. Será la primera iniciativa que agrupe a organismos ciudadanos, productores agrícolas, legisladores y órganos de gobierno para atacar el problema de la calidad del agua, el abatimiento del acuífero y la tecnificación del riego. Habrá que estar pendientes pues en este asunto van pobres, ricos, moros y cristianos.
