El anuncio de cambios que hizo el alcalde Eduardo Olmos dividió a los funcionarios en tres categorías: Unos andan con las piernas temblando ante el temor de que se vayan a quedar fuera de la sagrada nómina (no es para menos), como sería el caso del director de Medio Ambiente, Esteban Favela, cuya labor ha pasado en blanco pues los programas de protección al ambiente simplemente no existen. Hay otros que agradecerían que les hicieran el favor de sacarlos , como el tesorero Pablo Chávez Rossique, quien según nuestros subagentes ya está harto de la manera en que el grupo de don Lalo abusa del erario. Pero hay un tercer grupo, que es el mayoritario, donde están los consentidos del alcalde y que no sufren ni se acongojan pues saben que su cuate no los va a correr, aún cuando tienen poco que enseñar en cuestión de resultados.
En este grupo van el contralor Lauro Villarreal y los directores de Desarrollo Social, Fernando López; de Servicios Públicos, David Fernández; de Obras Públicas, Arturo Lozano, o de Atención Ciudadana, Armando Cobián. Su desempeño ha dejado mucho qué desear, pues no han podido justificar qué hacen para ganarse el sueldo fuera de palmearle la espalda a su jefe y protector. Por ejemplo, gran parte de la chamba de don Arturo y don Fernando ha sido asumida por los programas sociales y de obras de la vicegubernatura de Desarrollo Regional, que dejó al Municipio con las “sobras”. Por su parte, don Lauro sólo ha asustado con el petate del muerto en las auditorías a la anterior administración, pero nada ha hecho para detener los abusos de ésta. En el caso de don David, los servicios municipales han sufrido un deterioro notable, mientras que don Armando tiene tantas ocupaciones que ni tiempo se da para atender los reclamos de la ciudadanía. Pero como estos funcionarios forman parte del “grupo compacto”, saben que los cambios anunciados no obedecerán a criterios de eficiencia o desempeño, ni a las necesidades de gobierno de la ciudad, sino a las necesidades políticas de don Lalo. Además, toman en cuenta que el Alcalde tiene desde marzo anunciando cambios en su equipo sin que se haya concretado nada, por lo que saben que el reciente anuncio quedaría en mucho ruido y pocas nueces. Hasta ahora sólo se anticipan los movimientos en Tesorería y Medio Ambiente, por lo que seguramente el pobre nivel de eficiencia de la administración municipal no aumentará mucho que digamos.
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Por cierto, nuestros subagentes comentan que el director de Obras Públicas, Arturo Lozano, tiene una razón adicional para respirar tranquilo. Resulta que el alcalde Eduardo Olmos comentó que uno de los criterios para definir la permanencia de directores sería su disposición a trabajar en fines de semana y días festivos. Don Lalo dijo esto durante el puente de la Revolución cuando inauguraba una obra de pavimentación y don Arturo andaba ahí pegado. Cuando terminó el evento, el jefazo de Obras Públicas presumió que él estaba sacrificándose por el pueblo en pleno puente, no como otros “que se fueron a McAllen”. ¿A quién se habrá referido?
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En esto de los cambios, en el “Gobierno de la Gente” ya se echó a andar el engranaje que empujará los movimientos en los próximos dos meses. La llegada de David Aguillón a la secretaría de Gobierno anticipa la ruta de los enroques al dejar una “cuña” para el funcionario que sea designado gobernador interino cuando el gober Humberto Moreira deje el cargo en diciembre. Al tener a una persona de total confianza en esa dependencia, tanto el gober como el hermano cómodo Rubén Moreira aseguran que el interino no tendrá mucho margen de movimiento y no podrá hacerles una “porquería” que les echara abajo sus planes de sucesión. Además, el haber bajado el perfil a las tareas de comunicación social e imagen también garantiza que el reemplazo de don Humberto no robará los reflectores. Así quedan las cosas para el siguiente movimiento, que es la designación del gober sustituto, donde hay dos punteros: el secretario de Desarrollo Social, Jorge Torres, y el de la Función Pública, Ismael Ramos. Mientras que el agraciado despachará un año en el Palacio Rosa, el otro probablemente será enviado al Congreso como próximo pastor del rebaño tricolor, aunque en esta carrera también está apuntado el futuro jefazo del PRI estatal, Armando Luna. Finalmente, la ronda de cambios tendrá su etapa fuerte en febrero con la designación de candidatos a diputados locales. Como Torreón pasó de tener cinco distritos a sólo tres, las cartas son más fáciles de definir. Nuestros subagentes reportan que la cuota para las mujeres caerá en la regidora Blanca Maltos mientras que los otros dos distritos serán para el vicegober Antonio Juan Marcos y el secretario de Fomento Agropecuario, Román Alberto Cepeda, quienes ya calentaron curules en la legislatura pasada. El que se quedará en el camino sería el primer regidor Rodrigo Fuentes que tendrá que seguir cobrando en la nómina municipal, pero no vivirá en el error, por lo que más vale conformarse.
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Hace unos días cayó en Culiacán Manuel Fernández Valencia, mejor conocido por el bonito apodo de “La Puerca”. Don Manuel era uno de los principales operadores de Joaquín “El Chapo” Guzmán, millonario de Forbes y capo del Cártel de Sinaloa. Nuestros subagentes en la PGR comentan que “La Puerca” era una de las personas que más contacto regular tenían con “El Chapo” y de hecho declaró ante autoridades que se había reunido con él y luego hablaron por teléfono apenas unos días antes de su detención. Lo curioso es que don Manuel declaró que el encuentro con el capo de Sinaloa fue en un lugar de la Sierra de Durango. ¿Habrá tomado nota de esto el gober Jorge Herrera Caldera? ¿O “se le puso malo el cuerpo” y dejará pasar el asunto como ocurrió con su antecesor? ¿O pensará que la Sierra de Durango está en otro estado? Son preguntas.
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En esto de la seguridad, la tregua pactada entre el presidente Felipe Calderón y el gober Humberto Moreira podría verse amenazada tras el episodio en la aprobación del Presupuesto federal para 2011, cuando la Secretaría de la Defensa rechazó 13 mil millones de pesillos adicionales para crear 18 batallones enfocados en el combate al crimen organizado en regiones específicas, La Laguna entre ellas. El gober Moreira junto con otros colegas tricolores habían impulsado esta partida para reforzar la presencia militar y reducir el costo político que les representa el combate al crimen. Sin embargo, una llamada del alto mando al pastor de los diputados priistas, Francisco Rojas, canceló la asignación presupuestal con el argumento de que no, gracias, pero el Ejército no necesita ese dinero. Nuestros subagentes en el tricolor comentan que los gobernadores de ese partido están convencidos de que fue el propio don Felipe quien paró ese gasto adicional porque no venía contemplado en su proyecto de Presupuesto y algunos mandatarios, como el propio don Humberto ya se agarraron de ahí para reclamar que el Ejecutivo le esté deteniendo los recursos a los militares. Ahora la consecuencia será otra bronca entre gobernadores y el presidente y ya se sabe que cuando esto pasa el único afectado es el pueblo, porque los malandros han de estar de plácemes.
