Mientras que la fecha de licencia del gober Humberto Moreira sigue en el aire, la que se adelantó fue la del curuleco y “delfín” Rubén Moreira. Este jueves don Rubén dejó la Cámara de Diputados, es decir pidió licencia antes de que terminara el período de sesiones el cual finaliza el 15 de diciembre con el fin de dedicarse de lleno al proceso interno del PRI para elegir candidato a gobernador y que arranca el cinco de enero. Y es que además de separarse del Congreso, don Rubén también debe preparar su propia sucesión en la presidencia del Comité Estatal del PRI, para la cual ya está en capilla el ex secretario de Gobierno Armando Luna. En este proceso, el comité ha sido retacado de varios cuadros del “Gobierno de la Gente”, como el secretario de Fomento Económico, Jorge Alanís, que se fue a la Fundación Colosio. El de Turismo, José Luis Moreno, que pasó a la secretaría general adjunta, y el procurador social, Indalecio Rodríguez, que se fue a la cartera de Gestión Social. Con esta escuadra ya incrustada en la dirigencia tricolor, don Rubén presentó su licencia al pleno de la Cámara de Diputados para que le den trámite rápido y no esperarse a la Comisión Permanente y que se atraviesen las fiestas decembrinas. El único problema es que no estaría cobrando la segunda quincena, lo que sin duda le producirá dolor en su curuleca alma.
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Algunos grillos tricolores inmiscuidos en la renovación de la dirigencia nacional del PRI, advierten que no hay que ser tan mal pensados con aquello de que la jefaza del partido, Beatriz Paredes, estaba bailando al gober bailarín Humberto Moreira con la convocatoria para abrir el proceso interno. Apuntan que los tiempos de esta elección interna son idénticos a los de hace cuatro años, cuando doña Beatriz ganó la presidencia del partido y que por lo mismo no hay por qué extrañarse de que la convocatoria no haya salido. Se espera que ésta se publique a mediados de diciembre, al igual que se hizo hace cuatro años, lo que le daría al gober Moreira un cómodo margen para pedir licencia. Sin embargo, don Humberto buscaría asegurarse un lanzamiento rápido y evitar que doña Beatriz la siga haciendo de emoción a través de la reunión del Consejo Político Nacional en un par de semanas. Nuestros subagentes comentan que esa sesión servirá para amarrar la salida de la convocatoria y, al mismo tiempo, consolidar el bloque de apoyo al coahuilense. De entrada, don Humberto recibió el espaldarazo de su ahora ex colega de Veracruz, Fidel Herrera, quien llegó a suspirar por la dirigencia tricolor, pero hace unos días reveló que los gobernadores habían acordado darle su apoyo al coahuilense. Con esto, don Humberto recibió otro regalito de Navidad anticipado y ya respira más tranquilo.
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Otro que debe sentirse bastante tranquilo es el senador y primer compadre, Guillermo Anaya ahora que la PGR balconeó a la revista Proceso usando unas declaraciones del capo Sergio Villarreal Barragán, “El Grande”, quien dijo que entregó cincuenta mil dolarillos a un reportero de esa revista y de pasada desmintió lo que dicho reportero, Ricardo Ravelo, había publicado sobre la supuesta presentación que había hecho don Memo de “El Grande” al presidente Felipe Calderón en el bautizo de su hija. Por supuesto que la filtración que hizo la PGR de la declaración ministerial de don Sergio fue más para proteger al “preciso” que para hacerle el favor al compadre, pero el caso es que ambos salieron beneficiados. Mientras que el reportaje de Proceso sólo mencionó una supuesta declaración del capo sin mostrar documentos, la PGR filtró a Televisa un video del interrogatorio y una declaración firmada. Claro que las malas lenguas ya empezaron a decir que la PGR tuvo que hacer el montaje para zafar a don Felipe de un escándalo en ciernes, pero al mismo tiempo puso a la revista en un predicamento. Si le creyeron a don Sergio cuando dijo que había saludado al Presidente, ¿cómo no le van a creer ahora que dijo que “chayoteó” a uno de sus reporteros?
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Nuestros subagentes. que reportaron la supuesta petición del curuleco Rubén Moreira para que el alcalde Eduardo Olmos corriera al secretario del Ayuntamiento Miguel Mery porque representaba un lastre electoral, ahora señalan que esto fue producto de malas interpretaciones de lenguas medio viperinas. Los subagentes ahora dicen que, en realidad, don Rubén estaba señalando la falta de solidez en el Cabildo de Torreón y la necesidad de que el secretario del Ayuntamiento operara más para que los regidores del PRI no anduvieran tan sueltos. En este sentido, el diagnóstico hecho por el diputado es correcto, pues ya se sabe que los regidores de Torreón andan a su aire y no pelan ninguna instrucción, ni siquiera las del Alcalde. En este caso, don Rubén estaría advirtiendo que don Miguel necesita hacer más talacha adentro del Cabildo para que luego los ediles no vayan a dar problemas en la temporada electoral. O sea que nada más estaba dando consejo y que no hay que ser tan mal pensados.
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A los regidores del PAN en Gómez Palacio, de plano nada les agrada y ya traen entre ceja y ceja al tesorero, Miguel Chibli, quien paradójicamente también es militante del albiazul. Cuentan nuestros subagentes disfrazados de contadores, que don Miguel ha estado reestructurando las deudas que le fueron heredadas a la actual administración con diferentes proveedores para evitar que las finanzas municipales se vean afectadas. Es decir, que como tesorero don Miguel está haciendo su chamba, y esto no fue del agrado de los regidores del PAN quienes ya dijeron que no se busque reestructurar nada y se pague completo las deudas, así sea con intereses muy altos. Ante estos pronunciamientos nuestros subagentes se preguntan, ¿de qué lado están los regidores del PAN?, ¿acaso no deben buscar el beneficio de los ciudadanos?; pero como en la grilla lo importante es atacar al contrario, el pueblo bien puede esperar y sobre todo el de Gómez Palacio que ya está muy acostumbrado a hacerlo.
