Algunos nubarrones se están formando en el tema de seguridad. Nuestros subagentes infiltrados en operativos policiacos reportan rotaciones en el Ejército y la Policía Federal que han disminuido la presencia de fuerzas federales en Torreón. El dato preocupa, pues en los últimos meses ha sido claro que una mayor presencia militar y policiaca han menguado los crímenes relacionados con el crimen organizado. El retiro de fuerzas federales podría anticipar un mal cierre de año si no se reponen de inmediato. Ya de por sí, algunos funcionarios del “Gobierno de la Gente”, como el secretario de Gobierno, David Aguillón, y el Fiscal Jesús Torres Charles brincaron contra el Gobierno Federal porque le sacó la vuelta a Coahuila en el refuerzo de los operativos del Norte del país.
Y es que dichos operativos se enfocaron en Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas, sin tomar en cuenta al vecino. Tal como ha pasado en ocasiones anteriores, el fortalecer esos operativos puede implicar una merma de militares y policías federales en La Laguna, o al menos eso es lo que adelantan los subagentes metidos en el tema y que han visto cómo bajan los niveles de violencia con presencia federal, pero repuntan cada vez que salen esas fuerzas a apoyar otra región. Y es que la lógica del Ejército y la Policía Federal dicta que si ya bajó la violencia ya no es necesaria tanta presencia, pero no toma en cuenta que la baja en la violencia es precisamente porque las fuerzas de seguridad están aquí y que cuando se van es cuando arde Troya.
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Y hablando de seguridad, nuestros subagentes inmersos en la lectura de los cables diplomáticos de Estados Unidos filtrados por “WikiLeaks” reportan un dato interesante en un documento que enlista los puntos estratégicos sobre los cuales los gringos ponen especial atención. De los dicinueve puntos clave en México, tres de ellos se encuentran en Coahuila. Dos de ellos son en la frontera con Texas: la Presa La Amistad, por los rumbos de Acuña, y el puente ferroviario de Piedras Negras-Eagle Pass. El tercero es el tramo de vía de ferrocarril de la compañía Kansas City Southern, que baja por el oriente de Coahuila y pasa por la peronera capital. Para los estadounidenses, un ataque, destrucción o afectación de tales puntos tendrían un efecto dañino en su economía y seguridad nacional. Quién sabe si las autoridades locales están al tanto de ese nivel de atención puesto por estos lares, sobre todo porque esos tres puntos se encuentran en zonas donde hay una fuerte presencia del crimen organizado conectado con Nuevo León y Tamaulipas. Al parecer La Laguna no tiene ninguna de esas instalaciones estratégicas, aunque los subagentes no descartan que por ahí puedan salir algunos datos interesantes cuando se revelen los cables redactados en el consulado de Monterrey. Estaremos pendientes porque mucho nos va en ese “juego”.
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Al senador y primer compadre Guillermo Anaya le fue como en feria la semana pasada. Arrancó con el reportaje de “Proceso” según el cual el capo Sergio Villarreal Barragán “El Grande” afirmó que conoció al Presidente Felipe Calderón en la casa del legislador y aunque tal versión fue desmentida de manera contundente por el propio “Grande” y por la PGR, todo el episodio dejó un mal sabor de boca en el PAN. Para el fin de semana don Memo se llevó otro golpe doloroso cuando su “gallo” para la dirigencia nacional del partido, Roberto Gil, perdió la contienda frente al ex jefazo de los senadores blanquiazules, Gustavo Madero, sobrino nieto del procer don Francisco. Y es que don Memo le dio todo el apoyo a don Roberto porque era la carta de su compadre el presidente, aún a pesar de que don Gustavo había forjado alianzas entre los senadores que pastoreaba. Con esto, la posición de don Memo ante el Comité Nacional del PAN queda debilitada frente al senador Ernesto Saro, quien sí apoyó a don Gustavo y no “chaqueteó” cuando lanzaron a Roberto Gil. Lo que único que tiene a favor el lagunero es que el nuevo jefazo del PAN ya le dio el visto bueno a las alianzas como la que anda forjando en Coahuila para lanzarse por la gubernatura. Nuestros subagentes reportan que el líder estatal del PAN, Carlos Orta, ya recibió la bendición de allá arriba y que lo mismo sucedió del lado del PRD que comanda Gustavo de la Rosa. A ver si esta semana pinta mejor para don Memo. Por lo pronto deberá cuidar la nómina lo más que pueda, porque nada es para siempre.
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El que, por el contrario, pudo respirar más tranquilo en la semana pasada, fue el gober Humberto Moreira en su aspiración para ponerse el traje de doña Beatriz Paredes en el PRI nacional. En la prensa chilanga ya se filtró la versión de que el gober del Edomex, Enrique “El Gavioto” Peña Nieto, había pactado con el jefe de los senadores priistas, Manlio Fabio Beltrones, el apoyo al coahuilense, pacto al que se habría sumado el líder del sector popular, Emilio Gamboa, que también andaba tras el mismo hueso de la dirigencia nacional, pero que sabe navegar con los vientos políticos usando la nómina como vela y con cara de alegría. Con esto quedó cimentada la percepción de que don Humberto va en caballo de Hacienda hacia la presidencia del partido. Y para más tranquilidad del gober, la jefaza Beatriz Paredes ya dio el banderazo en el proceso interno al anunciar que el método de elección y el lanzamiento de la convocatoria será el tema de la próxima reunión del Consejo Político la próxima semana. Y para acallar sospechas de que se quiere colar en la carrera del 2012, don Humberto mandó al curuleco Héctor Franco proponer una reforma a los estatutos del partido para prohibir al presidente del Comité Nacional postularse como candidato para “la grande” (con la esperanza de que no se apruebe.) Sin rival enfrente ni dudas sobre sus aspiraciones futuras, don Humberto prácticamente amarró la dirigencia. Al cabo que ahí está el 2018 por si ahora aprueban su propuesta.
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En Gómez Palacio son varios los funcionarios que andan nerviosos tras el anuncio de la alcaldesa Rocío Rebollo, de que habría cambios en su equipo de trabajo. Desde el inicio de su gestión Rocío declaró que los directores tendrían tres meses para comprobar que daban el ancho en el servicio público, y que en caso contrario se les daría las gracias como al parecer va a suceder con varios funcionarios quienes tal vez ya no lleguen a enero. Cuentan nuestros subagentes que Guillermo Aragón, secretario del Ayuntamiento, es de los que están en la cuerda floja. Y es que don Guillermo no da una: no controla las sesiones de Cabildo y repite hasta en tres ocasiones las votaciones de diferentes acuerdos. El último sainete fue cuando los regidores no se ponían de acuerdo sobre la cantidad de dinero que donarían al CRIT. Por cierto que los cambios empezaron con las renuncias de Anavel Fernández y Marcos Gómez, quienes se fueron al PRI de Gómez dejando acéfalas las oficinas del Instituto Municipal de la Mujer y de la Vivienda. El detalle es que ambos ex directores le habían pedido quebrada a doña Rocío de sólo pedir licencia para irse a competir por el PRI de Gómez Palacio y así si perdían regresarse sin ningún problema a sus direcciones, a lo que la Alcaldesa se negó y les pidió su renuncia. En este escenario varios directores andan nerviosos porque parece que doña Rocío no se va a tentar el corazón para corregir lo que esté mal. Ojalá y así sea por el bien de Gómez Palacio y de la Laguna.