Como la crisis económica está muy dura, parece que algunos funcionarios municipales quieren extender el “Año de Hidalgo” a todo el cuatrienio de la administración, por lo que han salido algunas travesuras. En su búsqueda de servidores (es un decir) públicos que exprimen al máximo el hueso, nuestros subagentes han encontrado casos interesantes, como en Simas (más sobre eso en un momento). Ahora reportan que algunos vivillos en la Dirección de Urbanismo han aprovechado solicitudes de relotificación de predios para sacar el “chivo”, exigiendo a desarrolladores de vivienda el consabido “moche” para darle celeridad a sus trámites. La práctica iba bien con algunos empresarios locales, hasta que se toparon con una empresa foránea que no se dejó. Los subagentes reportan que los funcionarios de Urbanismo dijeron a los interesados que tenían que “ponerse guapos”, pero metieron en el ajo al alcalde Eduardo Olmos, pues señalaron que la “gratificación” era para reportarse más arriba (cosa que nadie cree que pudiera ser posible). Los subagentes comentan que también mencionaron a un regidor priista como operador de todo el asunto, y que al parecer ya llegó a oídos de don Lalo. ¿Sabrán el alcalde y el jefazo de Urbanismo, Miguel Algara en qué andan metidos sus subordinados? Y si lo saben y no han hecho nada ya podrá uno sacar sus conclusiones. La “movida” en Urbanismo es similar a la que ya se había comentado aquí sobre el Simas, donde algunos funcionarios de la Contraloría, que comanda Mario Cepeda, se querían pasar de vivos. Los subagentes reportan que don Mario ya corrió a los subordinados que pedían “mordida” a contratistas para otorgar obra o acelerar los pagos. Como don Lalo defendió al contralor de Simas y dijo que no tenía nada que ver, nuestros subagentes suponen que las travesuras en la empresa ya se van a acabar con el despido de los funcionarios. Pero si las prácticas siguen, entonces se sabrá dónde estaba lo podrido. “Señor, no me des, ponme donde haya”.
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El alcalde Eduardo Olmos le metió el “turbo” a la obra municipal para que luzca en su primer informe de gobierno. Lo curioso es que en la publicidad previa a la ceremonia de este lunes, don Lalo presume cosas que todavía no están, como el Bosque Urbano. Para dar la impresión de que “Torreón trabaja”, don Lalo puso a chambear al director de Obras Públicas, Arturo Lozano, para que acelere la remodelación de la Plaza de Armas, que no estuvo lista para la fecha prometida del 20 de noviembre, y también lo puso a pintar rayas en las calles para que se vean más bonitas. El problema es que a los genios de Obras Públicas se les ocurrió ponerse a chambear en horas pico en vías como el bulevar Independencia, a lo mejor para que más gente viera que estaban trabajando. Pero al cerrar carriles y desquiciar el tráfico, lo único que recibieron fueron recordatorios maternos, pidiéndoles que mandaran confirmación.
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Ahora que se destrabó el futuro del servicio de limpieza, y el Municipio se inclinó por renovar el contrato con PASA, empezaron a surgir fricciones dentro del grupo de regidores panistas, concretamente entre Marcelo Torres y Rodolfo Walss. Don Marcelo se dejó ir contra el acuerdo que amarró un quince por ciento de descuento en el servicio que PASA presta al Municipio, al parecer porque no lo tomaron en cuenta para la negociación en su calidad de presidente de la Comisión de Servicios Públicos. Pero las críticas de don Marcelo no encontraron eco en su colega don Rodolfo, quien formó parte de la comisión que recomendó la renovación a PASA y dio su aval a esa vía, que a final de cuentas era la misma que él había negociado en la pasada administración. Por lo mismo ha estado muy callado y dejó solo a su correligionario. Nuestros subagentes señalan que aquí hay una pugna rumbo a la definición de candidaturas del PAN a diputados locales, pues ambos suspirarían por una curul el próximo año. Los más mal pensados también señalan que a don Marcelo lo mandaron por un tubo cuando ofreció hacer un estudio jurídico sobre el embrollo con PASA y preguntan si tal oferta era desinteresada o iba con unos buenos honorarios al despacho del edil. Conste, es pregunta, pero tiene fácil respuesta.
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Muy indignado andaba el martes el curuleco Miguel Ángel Riquelme en la sesión de la Cámara de Diputados. Nuestros subagentes infiltrados en el circo de San Lázaro reportan que cuando los diputados regios se pusieron a festejar el triunfo de Rayados sobre Santos en la final del futbol y desplegaron una bandera del Monterrey, don Miguel se les fue encima advirtiéndoles que por eso los muchachos del General Bibiano Villa anduvieron recetando macanazos a la porra de los Rayados en Torreón. “Por eso los madrea mi General Villa”, dijo don Miguel a los regios, en una apasionada defensa de la honra lagunera, a lo cual los curulecos regios soltaron la carcajada para aligerar las tensiones. En caso de que las cosas hubieran pasado a mayores, don Miguel iba en óptimas condiciones físicas, pues se había relajado a gusto en la Clase Premier del vuelo a la capirucha del esmog (aunque seguramente los regios iban en iguales condiciones). Por cierto, al que anduvieron buscando los curulecos rayados fue a Rubén Moreira para que pagara la apuesta que había hecho, pero como don Rubén ya había pedido licencia, no se apareció en la Cámara. Dicen que todavía lo andan buscando.
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Mal y de malas anduvo el síndico municipal de Gómez Palacio, Gabriel Villalobos el jueves pasado en la sesión de la Comisión de Hacienda del Cabildo. Resulta que uno de nuestros subagentes entró a la sesión para recoger la información financiera del último bimestre, que estaba a discusión, pero don Gabriel tuvo a bien correrlo de la sala, como si la información no fuera de carácter público, sino patrimonio exclusivo de los ediles. El subagente en cuestión conversaba con el tesorero Miguel Chibli cuando don Gabriel le señaló que por favor pasara a retirarse, lo cual causó extrañeza entre los demás asistentes, acostumbrados a las andanzas metiches del subagente. El caso es que se armó una discusión sobre la naturaleza pública de estas reuniones, argumento que fue secundado por don Miguel y otros presentes. Pero don Gabriel, que preside la comisión, no iba a dejarse, de modo que se “mensajeó” por celular con otros ediles que empezaron a dejar la sala y se movieron a la Tesorería a continuar la discusión sin presencias engorrosas. El problema fue que ya no hubo sesión y no se produjo ningún dictamen, de manera que cuando el tema fue llevado a la sesión de Cabildo de ayer, don Gabriel no tenía ningún documento para discutir la cuenta pública. Se dice que la alcaldesa Rocío Rebollo se enojó y regañó feo al síndico, advirtiéndole que le daría marcaje personal al asunto. Fue otra muestra de la fina sensibilidad política que ha mostrado don Gabriel en tres meses de gestión.
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Allá en la Ciudad de México, el ex presidente y villano favorito, Carlos Salinas de Gortari, le dio un apapacho verbal al gober Humberto Moreira al señalarlo como uno de los gobernadores “mejor evaluados”. Don Carlos anda promoviendo otro libro para darle brillo a su imagen y a veces las declaraciones son más reveladoras por lo que no se dice. Con esta última sobre don Humberto, queda clara su bendición para que el coahuilense encabece el PRI. Pero hay quienes se preguntan si no será un “beso del Diablo”.
