Después de una intensa “hojalateada” por considerables daños a su procesador el año pasado, la supercomputadora “Pony” quedó lista para que éste su 007 vistiera nuevamente toga y birrete para emitir las calificaciones de funcionarios que se sacrificaron por el pueblo en este 2010. En una primera ronda, la “Pony” evaluó a las administraciones municipales de Lerdo, Matamoros, San Pedro y Madero, dejando para la próxima entrega a los gobiernos estatales y de Torreón y Gómez Palacio. En el caso de Lerdo se le alimentaron los datos de los funcionarios que gobernaron la mayor parte delaño, debido a que en septiembre hubo cambio de gobierno. En La Laguna de Coahuila, los alcaldes y sus cuates que resultaron agraciados con “hueso” cumplieron su primer año. Tomando esto en cuenta, la computadora prendió sus bulbos y emitió los siguientes veredictos:
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Al cierre de 2009, la “Pony” le mandó al entonces alcalde de Lerdo un feo seis de calificación por haber pasado su gestión dando atole con el dedo en el asunto de la revisión de las cuentas de la administración anterior, que le dejó el Municipio hecho un desastre. Advertido de que la supercomputadora enfurece con los “chapulines”, don Carlos optó por dejar tirado el changarro en marzo para buscar una diputación local, aún después de que prometió no dejar colgados a los lerdenses y le dejó el tiradero al pobre de Gerardo de la Torre. Don Carlos no alcanzó ni para calificación, por lo que queda en ceros. Por su parte, don Gerardo se aplicó de manera decorosa durante los seis meses de gestión y, según los datos procesados por la “Pony”, hizo más en ese lapso que lo que hizo su antecesor en más de dos años en la alcaldía. Por lo menos durante buena parte del año las finanzas municipales ya no sufrieron para el pago de sueldos y prestaciones. Pero el alcalde sustituto apenas pudo poner algo de orden y no pudo terminar algunas obras que recibió inconclusas. La mancha de su gestión fue el accidente en el acueducto de San Fernando que cobró la vida de dos personas y fue manejado muy mal por aquello de querer tapar las deficiencias en la obra. Al tomar esto en cuenta, la “Pony” le bajó a don Gerardo la calificación a SIETE, con esperanza de mejorar el año próximo desde el Sistema de Agua Potable que ahora maneja, pues don Gerardo fue uno de los suertudos que se salvó de vivir en el error. Y hablando del SAPAL, la gestión de Luis Wiley durante la mayor parte de 2010 se caracterizó por escasez de agua en varios sectores lerdenses y por el mencionado accidente de San Fernando, lo cual le bajó la calificación a SEIS. // El tesorero Alfredo Juárez Baeza de plano no pudo arreglar la bronca de las finanzas municipales y heredó a la siguiente administración la deuda que venía desde la gestión de Rosario Castro, que concluyó en 2007. La “Pony” calculó que estaba difícil dejar buenas cuentas dado el desastre que habían heredado, pero don Alfredo a veces ni pareció interesado en ordenar las cosas, como cuando reculó en su advertencia de cancelar las licencias de alcoholes a quienes no pagaran refrendo. Con esto la calificación baja a un feo SEIS. // En materia de seguridad, Marcos Cordero Tafoya se aventó el año completo al frente de la Policía lerdense, porque también logró sobrevivir a la actual administración. Don Marcos siguió lidiando con el problema de seguridad en La Laguna, pero no pudo controlar a sus muchachos que andaban haciendo travesuras. Varios agentes salieron positivos en antidoping, otros fueron detenidos por el Ejército por querer pasarse de listos con unas damas. Además, el escándalo de la salida de reos del Cereso de Gómez Palacio reveló la colaboración de policías lerdenses con el crimen organizado. A todo esto, no hubo una depuración en la corporación, lo que permitió el deterioro en la calidad de los agentes. Por todo esto, la “Pony” tras echar humo verde de tanto descuido le mandó un horrible CINCO. // Terminando en la “Ciudad Jardín”, la supercomputadora cruzó el Nazas para evaluar La Laguna de Coahuila no sin antes mandarle al flamante alcalde lerdense, Roberto Carmona, el atento recado de que el año próximo ya le toca a su administración.
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En Matamoros, el alcalde Guillermo del Real tuvo un primer año de claroscuros al lograr avances importantes en rezagos históricos del Municipio. La “Pony” tomó en cuenta dos casos, la compra de los terrenos para la urgente construcción de una preparatoria de la Universidad Autónoma de Coahuila, y la reubicación de las contaminantes ladrilleras, aunque en este último caso se le hizo bolas el engrudo con la obra, que se encuentra detenida por un conflicto con los ladrilleros. Sin embargo, hubo otras áreas donde no le metieron nada de mano, como la construcción de un rastro y de un nuevo panteón, dos problemas de salud pública de urgente resolución. Don Memo también tuvo broncas con los comerciantes del centro porque no se aplicaron los recursos para obras de remodelación (¿y dónde quedaron?, pregunta la “Pony”). Otro problema fue que para gobernar (es un decir), el alcalde se rodeó de funcionarios que no han dado el ancho y las críticas en Matamoros son más fuertes contra los titulares de Obras Públicas, Servicios Públicos y Salud. La “Pony” no batalló mucho para mandarle a don Memo un feo CINCO que puede mejorar. El titular de Obras Públicas, Jesús González, fue uno de los funcionarios peor evaluados, sobre todo porque se la pasó haciendo obras sin avisar para luego dejarlas tiradas, además de que perdió dinero de algunos programas por no haberlo ejercido a tiempo, lo que le valió un lamentable TRES. // El tesorero Horacio Saucedo se pasó el año aprendiendo eso de la hacienda pública, pues según los datos de la “Pony” llegó al cargo sin tener idea de cómo bajar dinero de programas estatales y federales al grado que se hacía bolas a la hora de tramitar recursos, principalmente en el rubro de seguridad. Además, durante algunos meses batalló para pagar la nómina, con lo que termina el año con un CINCO. // En el Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento, el director Rogelio Ayup se la pasa quejándose de que los usuarios no pagan y para tal efecto lanzó algunas campañas que no tuvieron eco ni resultados, quizá porque con demasiada frecuencia la población matamorense se quedó sin agua durante el año, con lo cual los del Simas se ganaron varios recordatorios maternos. Para la “Pony” fue difícil cuadrar estas cuentas, sobre todo cuando se le informó que don Rogelio maneja las finanzas con cero transparencia pues no ha dado a conocer la nómina ni el gasto de la empresa, lo cual resulta inexplicable cuando se lamenta que no tiene dinero. Por ello, se gana un oscuro y seco TRES. // En Seguridad Pública, el jefazo de Policía Juan Carlos Pacheco no pudo ser evaluado por falta de datos, pues según se dice, se para en su oficina uno o dos días por semana y solamente por un par de horas. Así, no extraña que Matamoros sea un paraíso del hampa, donde han repuntado los robos y asaltos, a veces cometidos por ex policías, como ocurrió con un caso de robo de cable. Así que don Juan Carlos se lleva un tremendo CERO por falta de elementos y de trabajo.
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En San Pedro, el alcalde Jorge Abdala inició el año con las pilas puestas según esto para irse contra su antecesor perredista Arturo Babún, que le dejó un caos financiero y de infraestructura urbana, y por lo mismo emuló a su colega de Torreón, Eduardo Olmos, con aquello del “rescate” de la ciudad. A final de año, el rescate se quedó en puro rollo y si bien parecía que a don Arturo le iban a dar un calambre por su gestión, al final sólo le dieron una inhabilitación que podría tener marcha atrás porque parece que ya se arregló con los poderes en la peronera capital. A un año de gestión, don Jorge tiene poco que presumir salvo haberle dado una “manita de gato” al Centro de San Pedro, pues la mayoría de las obras corrieron por cuenta del “Gobierno de la Gente”, lo cual hizo rechinar a la “Pony”, que tiene bien clasificados a los responsables de la ejecución de obras y programas. Para finalizar, el potente escáner de la supercomputadora recibió imágenes que prueban que don Jorge se la vive en Torreón o dedica mucho tiempo a grillar en otras partes del estado, para que se llevara un feo CINCO. En Obras Públicas, el director Marco Quezada se aplicó con algunas carreteras en los ejidos, aunque al amparo del Gobierno Estatal, aunque en las comunidades rurales le ha faltado trabajo de remozamiento. Como al menos parece que sí trabaja, don Marco se lleva un SIETE. // El director del Sistema Municipal de Aguas, José Ferniza, llegó al cargo con el único mérito de ser cuatacho del alcalde, lo cual cuenta mucho en el currículum, pero es algo que a la “Pony” le revienta los fusibles. Don José apenas administra problemas de desabasto, aunque ya no le han cortado la luz, pero en algunos casos de plano no da pie con bola, como en el colector principal, que se hundió seis veces en el año, lo cual contó mucho para un deslucido CINCO. // El tesorero Rodolfo López (otro cuate del alcalde) tuvo que lidiar con el boquete financiero que dejó la pasada administración, aunque logró solventar algo de la deuda heredada y estar medio desahogado en 2011. Por otra parte, tuvo una buena recaudación del Impuesto Predial lo cual ayuda mucho para bajar más recursos de otros programas, por lo que la “Pony” le manda un OCHO con moñito. // A la dirección de Seguridad Pública llegó el General Rafael García Barbosa, uno de los ex militares retirados que llegaron a Coahuila según esto a poner orden, pero un año después se reporta que don Rafael no ha hecho gran cosa para profesionalizar la Policía sampetrina y si bien no se reportan muchos robos y asaltos, la “Pony” sospecha que esto es porque los grupos criminales en la ciudad así lo desean. Sin embargo, un año es poco tiempo para emprender una reforma a fondo de una corporación que estaba bastante podrida, por lo que el General García rescata un SEIS que puede mejorar.
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En Francisco I. Madero, el alcalde Cristóbal Marrufo llegó con puras buenas intenciones, pero el entusiasmo se le acabó con la falta de experiencia para gestionar recursos en instancias federales y estatales, además del pobre equipo de trabajo que tiene.Madero es, simple y llanamente, un desastre y se encuentra a merced del crimen, por lo que don Cristóbal prefiere guardarse antes que ponerse a trabajar, y lo mismo se puede decir de su Cabildo, pues los ediles han salido medio flojos. La “Pony” casi se funde al procesar el pésimo estado en que se encuentra el Municipio de Madero y le mandó al alcalde un CINCO. En Obras Públicas, el director Tomás Botello parece que vive en otro lado, pues el estado que presenta la ciudad es bastante lastimoso. Las principales calles están seriamente dañadas y si bien fueron bacheadas este año, la calidad de la obra resultó tan pobre que de nada sirvió. A la “Pony” se le aflojaron los tornillos de tanto brinco en las avenidas maderenses que a duras penas emitió un TRES. // El Sistema Municipal de Aguas y Saneamiento quedó en familia, pues el alcalde nombró de director a su hermano Juan Antonio Marrufo, lo cual de entrada pinta mal. Sin embargo, el funcionario pudo resolver algunos problemas de desabasto y falta de presión, rescatando tanques para ahorrar el dinero de tener que comprar nuevos, lo cual le suma buenos puntos. En general el servicio de agua mejoró, aunque queda el pendiente de los altos niveles de arsénico, donde ha faltado voluntad para trabajar con otras instancias, por lo que el jefazo del Simas se lleva un SIETE. // La tesorería, a cargo de Fernando Pámanes, tuvo muy poca recaudación de recursos propios y aunque don Fernando lanzó programas de descuento para que contribuyentes se pusieran al corriente, no hubo respuesta, quizá porque la ciudadanía ya desconfía sobre el destino de su dinero, así que el tesorero se lleva un SEIS.
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Tras esta primera ronda de evaluaciones, la “Pony” fue enviada al taller para un rápido cambio de aceite y bujías de modo que se ponga en condiciones de emitir, el próximo sábado, las calificaciones de los gobiernos de Coahuila, Durango, Torreón y Gómez Palacio. A ver si no se desbiela en el intento.
