Finalmente a Eduardo Olmos se le cumplió el sueño de sentarse en la silla principal de la Presidencia Municipal. Fue notable la ausencia del alcalde saliente José Ángel Pérez y su Cabildo en las ceremonias de instalación del nuevo Ayuntamiento el jueves y viernes, lo que da cuenta de la polarización vivida en los últimos años. Ahora don Lalo tendrá que demostrar que le va a poner a esta chamba la misma o más energía que la usada para "grillar" intensamente y llegar a la alcaldía que ya ocupa. Durante su campaña, don Lalo generó grandes expectativas con aquello de "rescatar Torreón" y ahora empieza el trabajo duro. Lo que sí está claro es que los pendientes no se van a resolver pintando de rojo los tubos en los puentes ni haciendo un cambio radical de imagen y logotipo, que aparte es un gasto un tanto inapropiado en estos tiempos en que se habla de austeridad gubernamental.
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No será cuestión nada más de “cambiar foquitos”, como dijo el alcalde saliente José Ángel Pérez, pero tampoco se trata de cambiar radicalmente la obra que dejó la administración que ayer terminó. Don Lalo tendrá que calibrar con cuidado cuáles son los programas exitosos a los que deberá darle continuidad y cuáles son las acciones que fueron olvidadas y que requieren un impulso fuerte, sobre todo en los rubros de desarrollo económico y servicios públicos. El nuevo alcalde también deberá vigilar con lupa a su equipo de trabajo, pues en los últimos cuatro años la ciudad padeció las consecuencias de obras mal planeadas y peor supervisadas, así como la falta de coordinación entre dependencias municipales. También deberá estar al pendiente de sus operadores que se pasaron cuatro años frotándose las manos esperando la jugosa recompensa de llegar a la alcaldía y ahora han quedado en puestos clave. El gober Humberto Moreira también se ha encargado de inflar las expectativas con el anuncio de fuertes inversiones para este año, lo cual lleva el mensaje implícito de que el Gobierno Estatal tendrá más margen de maniobra que en los últimos años porque el alcalde será del mismo bando. Nuestros subagentes reportan que don Humberto, que ayer estuvo presente en el arranque el nuevo Ayuntamiento, estará al menos una semana para girar instrucciones sobre las obras más urgentes que requiere la ciudad. Por lo pronto se dice que hoy pondrán a trabajar las recicladoras de pavimento y arrancarán varias obras, aparte de cambiar foquitos. Otro que también andará por estos lares para poner marcaje personal, es el diputado y hermano cómodo Rubén Moreira. Así que don Lalo iniciará su gestión bajo la atenta mirada de sus jefazos políticos. A ver cómo le va.
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Entre las primeras acciones del nuevo Ayuntamiento a las que habrá que estar pendientes están las auditorías a la administración saliente y al Simas. La coincidencia entre los nuevos ediles priistas y panistas para echarle el ojo a las cuentas de José Ángel Pérez, prácticamente aseguran tal revisión. Al parecer también existe la intención de revisar por qué misteriosamente apareció una partida en el Presupuesto para darle “bono de marcha” a los regidores, cuando no estaba contemplado (dicen que la mano es más rápida que la vista.) Por otra parte, en el Simas, el Consejo Directivo sigue tratando de averiguar por qué los costos de varias obras y renta de maquinaria se elevaron sospechosamente. Nuestros subagentes infiltrados entre los proveedores del Municipio comentan que en los últimos meses hubo algunos movimientos sospechosos. Se dice que en varias dependencias, pero sobre todo en el Simas, se pidió a los proveedores “inflar” las facturas para que éstas se cobraran por montos mayores al costo de los servicios prestados. Los proveedores habrían recibido los pagos “inflados” para luego regresar parte del dinero a funcionarios de las dependencias, quienes vieron en esta maniobra la forma de darse “Año de Hidalgo” y “bono de marcha”. ¿Serían capaces de tan fea cosa? ¿Usted qué cree, estimado lector?
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2009 fue año de intensas “grillas” en Torreón, pero también dejó un saldo de damnificados. Entre éstos se cuentan varios cuadros panistas que dejaron cargos o fueron lanzados a candidaturas sin éxito y ahora se quedaron como el perro de las dos tortas, sin ninguna, y viviendo en el error. Destacan miembros del grupo político del senador y primer compadre, Guillermo Anaya, quienes buscaron un “hueso” en la burocracia federal, pero no han encontrado acomodo. Ahí están Jesús de León, que perdió la alcaldía; Luis Gurza, que perdió una diputación federal; José Ignacio Máynez, que dejó el Congreso local. Todos suspiraban con que el compadre Memo les consiguiera alguna delegación o algún tipo de rescate en la nómina, pero hasta ahora han quedado en el desamparo. Al parecer, don Memo perdió la capacidad de articular el acomodo de cuadros panistas en las delegaciones, sobre todo después de la muerte del secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño. A raíz de esto, el PAN ha descuidado a sus cuadros caídos en combate, pero nuestros subagentes comentan que podría haber más damnificados. Se dice que el Comité Nacional del PAN están revisando la gestión de los delegados federales que llegaron como cuotas políticas y en Coahuila los dos que están bajo los reflectores son Luis Fernando Salazar, de Desarrollo Social, y Fernando Gutiérrez, de Medio Ambiente. La gestión de ambos será revisada por la cúpula panista para determinar si han rendido resultados y, en caso de que ser negativo, lo más probable es que pasen a las filas del desempleo una vez que escuchen Las Golondrinas.
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Por el lado del PRI también habrá desempleados, pero nuestros subagentes en el Palacio Rosa de la peronera capital reportan que éstos no se preocupan pues se acogerán al manto protector del “Gobierno de la Gente”. El gober Humberto Moreira ya prepara otro “juego de las sillas” en el que reacomoda su Gabinete para darle cabida a funcionarios desempleados. El Gober se aventó uno en enero pasado, cuando postularon candidatos del PRI a diputados federales y se tuvo que acomodar a curulecos locales que dejaron el hueso. En esta ocasión, acomodará a alcaldes que dejaron los cargos. El que ya está amarrado para la Secretaría de Desarrollo Social es Jorge Torres López, quien entró de interino a la alcaldía de Saltillo. La secretaria María Esther Monsiváis pasará al Comité estatal del PRI lo cual la confirma como operadora clave del hermano cómodo Rubén Moreira. También se le quiere dar cabida al panista Ricardo Aguirre, para pasarlo definitivamente a las filas “de la Gente”, aunque en el PAN también lo están tentando con alguna delegación federal. A ver qué pecado escoge.
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En Gómez Palacio sigue dando de qué hablar la obra de modernización de vialidades del Parque Industrial Lagunero. Como se sabe, los empresarios que le pusieron dinero a la remodelación ya están disgustados con el Gobierno Estatal y el Ayuntamiento por el retraso que tienen las obras, cuya conclusión se había programado para antes de fin de año y ahora dicen que hasta febrero, si bien les va. Pero ahora resulta que las mismas autoridades ya ni quieren que se les pregunte sobre cómo va la obra. Nuestros subagentes hicieron una solicitud de acceso a información sobre el programa de obra en la remodelación de la calzada Lázaro Cárdenas sólo para recibir un documento ambiguo que sólo da cuenta del trabajo realizado hasta ahora, pero sin detallarlo en un calendario que demuestre si la obra va en tiempo o, como realmente se sospecha, si hay retraso en las fechas. La escueta respuesta dista mucho de dar un panorama sobre el avance de la obra que se ha convertido en otro dolor de cabeza para las autoridades gomezpalatinas y duranguenses, que al parecer no aprenden de errores anteriores.
