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VIDA Y SERVICIO

''FRONTERAS''

DR. GUILLERMO RODRÍGUEZ RIZADO

Hace tiempo asistí a una conferencia donde el expositor hablaba sobre su visita a varios países pues fue becado para realizar estudios en el extranjero y puntualizó que la gente es la misma en todas partes del mundo y que tratándose de estudios académicos o de acciones de solidaridad hacia nuestros semejantes; pues no existen diferencias. Cierto es que si hablamos de condiciones económicas éstas difieren pues es palpable la pobreza de muchos países en comparación con la riqueza que ostentan otros más desarrollados, pero independientemente de la situación por la que atraviese económicamente cualquier país, los seres humanos tenemos prácticamente los mismos sentimientos pues somos capaces de amar, odiar, perdonar, sonreír, etc., estos sentimientos los compartimos desde que los seres humanos habitamos la faz de la Tierra. Pongámonos a pensar, sea cual sea tu ideología o tu conocimiento sobre el origen del hombre, ¿Qué hubiera sido del primer hombre en este mundo si alguien no lo hubiera cuidado?; simple y llanamente no existiríamos como especie en este planeta llamado Tierra, y este primer hombre desde luego que fue cuidado con el sentimiento más hermoso en esta vida que es el amor pues sin él no hubiera podido sobrevivir, y es este amor el que ha mantenido unida a la raza humana, un ejemplo es el amor filial, pero también existe el amor hacia nuestros hermanos y semejantes o hacia una persona que conocemos y nos enamoramos de ella, pero aquí no hablo del enamoramiento, sino del amor maduro que es el que verdaderamente perdura.

Pero volviendo a lo que nos ocupa el día de hoy quiero referirme a las fronteras de los países, el mundo es sólo uno y los seres humanos nos hemos apropiado de este planeta como si tuviéramos derecho a fijar límites, y son precisamente estos límites lo que ha ocasionado conflictos o guerras que han costado la vida a millones de seres humanos. Cuando los primeros colonizadores llegaron a lo que hoy conocemos como América del Norte, le ofrecieron oro y joyas a un jefe indio para comprarle las tierras en que vivían los miembros de su tribu, al escuchar este ofrecimiento el jefe les contestó; ¿Cómo puedo venderte algo que sólo pertenece al gran espíritu y que nos ha sido dado para que podamos vivir de esta tierra?, lejos de comprender lo que este hombre quiso decir al final muchas tribus nativas de Norteamérica fueron aniquiladas y diezmadas y en la actualidad viven en pequeñas reservaciones.

Las fronteras no deberían de existir, pues vivimos en un planeta que es nuestro hogar y que desgraciadamente estamos destruyendo día a día con nuestras acciones, principalmente las de contaminación como la tragedia que actualmente nos afecta a todos y es el derrame de petróleo en el Golfo de México, el cual no tiene para cuando solucionarse.

Por otro lado, quiero referirme a otro tipo de fronteras y que son las de nuestra mente, es decir los límites que nos ponemos a diario al creer que no somos capaces de salir adelante en nuestra vida. Desgraciadamente estos límites o fronteras mentales se gestan en la infancia de muchas personas y son el producto del medio ambiente en que les tocó desarrollarse durante la niñez, pues si un pequeño niño vive en condiciones precarias difícilmente pensara que a través del trabajo honrado y de mucho esfuerzo lograra salir adelante, pero si cambiamos esa actitud por una de "Actitud Mental Positiva" o A.M.P. (como dijera Patrick Devlin en una reciente conferencia), entonces la historia de ese niño sería otra. Y no estoy hablando de cambiar el medio ambiente de ese niño sino de cambiar solamente su "actitud", pues amables lectores si modificamos nuestra actitud o manera de pensar en algo positivo entonces seremos capaces de modificar nuestro medio ambiente.

La mente humana no tiene límites, ya sea para lo bueno o lo malo, y somos el único ser en este planeta capaz de hacer cambios a nuestra voluntad, cambios que van del aspecto personal hasta el medio que nos rodea. El ex alcalde de Medellín, Colombia Sergio Fajardo tomó en cuneta este factor y realizó verdaderos cambios en el aspecto que presentaban los cinturones de miseria de su ciudad y lo logró cambiando la actitud de las personas mediante una estrategia que convenció desde los niños hasta los adultos que era posible salir adelante invirtiendo tiempo y esfuerzo en tratar de ser mejores seres humanos cada día, abatiendo a su mínina expresión la inseguridad que asolaba a su ciudad.

¿Cómo podemos cambiar la manera de pensar de un niño que en su hogar lo único que percibe es violencia intrafamiliar, y su único escape es la calle de su colonia donde el panorama no es nada halagador pues está rodeado de paredes llenas de graffiti, que sólo lo sumergen en un ambiente más deprimente, y peor aún, calles llenas de viciosos producto de ese mismo medio en que les tocó vivir?... la respuesta no es sencilla, pero la principal salida y quizá la única vía de escape para este niño es la educación, pero una educación basada en los valores y la superación personal. El que esto escribe ha sido testigo de éxitos de muchas personas que también vivieron en esas condiciones de extrema pobreza y el día de hoy son gente que ha tenido la fortuna de viajar a diferentes países en actividades profesionales o de negocios. Pero también ellos saben que mucha gente del lugar donde habitaron en su niñez no lograron hacer nada en la vida y siguieron viviendo en condiciones de extrema pobreza. ¿Cuál fue la diferencia entre estas personas que tuvieron éxito y las que no lo obtuvieron? Pues a mi juicio simplemente que en sus mentes no existieron "fronteras mentales", es decir no se limitaron, su mente voló y alcanzó (desde luego no sin esfuerzo) las cumbres más altas de las montañas de la vida.

Enseñemos historias de éxito, tú puedes hacer algo si acudes a las escuelas de esas colonias en extrema pobreza, y platicas con los niños en sus salones y les enseñas que afuera hay un mundo mejor y diferente al cual pueden aspirar, un mundo que puede modificarse si ellos ponen todo su empeño en cambiar y no dejarse llevar por el camino derrotista y sin esperanza en el cual está inmersa la gran mayoría de nuestros jóvenes hoy en día, actuemos para demostrar que los límites que nos ponemos sólo existen y están en nuestra mente, pues nuestra mente es infinita y por lo tanto carece de fronteras.

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