Comentábamos la semana pasada, que Poncho se convirtió en "huésped distinguido" de la prisión de la Bastilla y ahí logró escribir algunas de sus obras literarias que lo harían famoso; pues bien, el marqués era inquieto y no pensaba seguir detenido en dicha prisión por lo que urdió un plan para escapar y lo consiguió en compañía de su inseparable criado Latour (ya me dio pendiente que siempre andaban juntos), y un tribunal los sentenció a ambos a morir, a Poncho decapitado y a Latour ahorcado pero como ya habían escapado y como la sentencia debería ser pública y existía fecha para realizarla pues las autoridades llevaron a cabo la sentencia en unos monigotes que semejaban la imagen de ambos, es decir los "pobres monigotes" pagaron la culpa ajena y luego fueron quemados.
Mientras "ejecutaban" a los pobres monigotes, Poncho y Latour se daban la gran vida viajando fuera de Francia. Debemos comentar que Sade estuvo encarcelado en múltiples ocasiones; durante sus 74 años que vivió de los cuales 27 años estuvo encerrado en 11 prisiones diferentes, lo cual desde luego es toda una vida la que pasó en prisión por los excesos que cometía. A Poncho le gustaba la buena vida pero sobre todo el estar libre y cuando era detenido realmente sufría mucho. Odiaba a los jueces y tribunales que lo sentenciaban y justificaba su perversidad diciendo que ¿Por qué a él lo trataban así? Esos jueces provistos de pelucas blancas a los cuales acusaba también de pervertidos y que llegaba a ver en muchos de los prostíbulos que él frecuentaba y ¿Cómo era posible que ellos sí podían hacer lo que les viniera en gana desde tener amantes hasta cometer (según aseguraba) peores actos de los que él cometía? y pues claro como ellos eran autoridad ni quien les dijera nada.
Tal vez producto de sus muchas perversiones Poncho comenzó a tener señales de estar "medio tocadiscos" es decir perturbado de sus facultades mentales, pues durante su encierro a la pobre Renesita o sea a su esposa le enviaba cartas donde manifestaba una gran obsesión por los números en especial por las fechas y los días en que se hallaba en prisión haciendo cálculos algo extraños inclusive contando los azotes que llegó a recibir como castigo a lo que les sumaba la fecha en que era detenido les agregaba el santoral de ese día contando las letras del nombre del santo que correspondiera a ese mismo periodo de tiempo, es decir un tipo de numerología que sólo él entendía pues nadie le podía entender.
Después de su escape de la Bastilla y luego de andar por otras tierras decide regresar de nuevo a Francia, pero ya le esperaban nuevas acusaciones y por enésima vez es encerrado en la prisión de Vinncennes, donde permanece de 1778 hasta 1785 para después ser trasladado otra vez a la Bastilla. En ocasiones durante su estancia en esta prisión, Poncho hacía valer su título del Marqués de Sade, y como era maniático a diferencia de otros presos se le permitía realizar paseos al aire libre lo cual lo confortaba. Un día las autoridades del penal decidieron negarle el permiso para dichos paseos, y pues ya has de ver que se puso como loco, y agarrando una varilla comenzó a golpear los barrotes de la prisión llamando la atención de la gente que en esos momentos pasaba por la calle, gritando a voz en cuello que los prisioneros estaban siendo degollados por los carceleros, ¡imagínense con eso el escándalo que armó! Por lo que las autoridades decidieron enviarlo al manicomio de Charenton, donde es recluido. La familia de su esposa Renesita, al enterarse de esto decidieron alejarse de él por lo cual obligaron a su esposa a que ya no lo visitara más, pues para ellos esto ya se había convertido en una deshonra a su apellido, pero lejos estaban de imaginarse lo que sucedería en el futuro y mucho menos de que la vida da muchas vueltas; como lo veremos más adelante. Pero los tiempos se habían tornado inestables, y estaba por estallar la revolución francesa, y el 14 de julio de 1789 se realiza la famosa toma de la Bastilla, donde los revolucionarios liberan a los presos de la prisión, y después de ahí la turba se dirigió hacia Charenton liberando a todos los que se encontraban ahí incluyendo a Sade, y una vez libre... (continuará).
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