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DR. GUILLERMO RODRÍGUEZ RIZADO

Por fin llegó el tan ansiado día de la coronación y sucedió que esa noche cayó un aguacero de ésos que son raros en nuestra región, (pero que dejan a nuestras comunidades convertidas en verdaderas lagunas, pero yo tengo fe, que en un siglo de éstos ya vamos a contar con drenaje pluvial), (ajá me contesta uno de los lectores), pues bien a pesar de la lluvia, esto no amilanó el ánimo de los laguneros en asistir a tan bello festejo, y uno a uno los carruajes fueron dejando a sus pasajeros a la entrada del teatro Princesa, y éste se fue llenando poco a poco hasta su totalidad. El teatro estaba bellamente arreglado, con iluminación especial para el evento, todo adornado con elegantes telas, así como el trono donde la reina sería coronada esa noche, el evento estaba programado para iniciar a las 9.00 p.m. es decir de la noche, pero ya saben ustedes amables lectores, que cuando dice p.m. lo interpretamos como "puntualidad mexicana" y al filo de las 10 con 15 minutos de la noche la banda de guerra anunció el inicio de la ceremonia, y la gente se preparó para recibir a tan agraciado cortejo real, ingresando en primer lugar al recinto la princesa María Gireud, en compañía de su chambelán el Sr. Ing. Fco. Cárdenas, a cierta distancia la princesa Dolores Faya, acompañada del Dr. Francisco Madrid, después Felisa Carriles, con el Sr. José Llorente, posteriormente la princesa Sarita Madero, con el Sr. Arturo Celis, continuó la princesa Anita Rodríguez, con el Sr. Antonio de Juambelz, y al final su majestad Elvira I, acompañada del Sr. Pedro Franco Ugarte, quien cerro la procesión, dejando a la concurrencia deslumbrados con la belleza suntuosidad y juventud, de tan hermosas damitas.

Fue don Pedro Franco Ugarte, el encargado de coronar y entregar el cetro así como un bello collar a la Reina Elvira I, quien en seguida entregó un decreto real para que fuera leído a los asistentes, donde conminaba a todos los laguneros a trabajar y hacer prosperar esta región, así como a establecer la paz y la armonía entres sus habitantes. Al terminar la coronación, se continuó con una entretenida y no menos vistosa revista teatral escrita ex profesamente para esa noche, por Luis Díaz Flores, y Enrique Mediz Bolio, participando en ellas gente de la sociedad de aquellos años, con bailables, cantos y diálogos que fueron aplaudidos por todos los asistentes al evento, ya entrada la noche se terminó este primer festejo y afortunadamente la lluvia ya había cesado partiendo todos a sus casas a descansar.

Al otro día o sea el domingo 6 de septiembre, se iniciaron los festejos, la ciudad lucía radiante con su pavimentación recién terminada en las principales calles, pero la que más llamaba la atención era el bulevar Morelos, luciendo su camellón central tapizado con pasto inglés, y en cada cuadra sobre el mismo camellón estaban colocados tres arbotantes pintados de aluminio con farolas en forma de globos, contando cada arbotante con tres de ellos que le daban un bonito aspecto a esa rúa. A las 9 de la mañana (aunque un poquito desvelados), ya se encontraban en los palcos del Casino de La Laguna las cinco princesas y la reina en compañía de sus chambelanes para presenciar el desfile que estaba por iniciarse, dando comienzo poco tiempo después e iniciando con la banda musical de "La Esperanza", seguida posteriormente por una avanzada de Charros, para continuar con el primer carro alegórico que pertenecía al Club Rotario, y encima de éste iba la primera paca de algodón de la cosecha de ese año, que también sería premiada, el carro iba adornado con banderitas de todas las naciones del planeta, y desde luego con la insignia rotaria, acompañando este carro iban varias damitas ataviadas con trajes típicos de algunas naciones, siguiendo dos grupos más de charros así como una banda de música del 43 batallón, y otros carros alegóricos entres ellos el de una tabacalera que llevaba una jaula con dos tigres, ganando el primer premio el carro de la mueblería Salinas, que iba adornado con colombinas y pierrots, el segundo premio fue el de la maderería Acres Hartman, que llevaba un bungalow con edecanes vestidas con trajes holandeses, y el tercero fue para la cervecería Chihuahua, adornado con un grandioso velero.

Al terminar el evento la reina y su comitiva se dirigieron a la inauguración de la casa de la exposición, para posteriormente convivir en una comida en el salón "cabaret" ubicado en las instalaciones adaptadas para el evento en la antigua casa de la "Hacienda del Torreón", terminada la comida, se dirigieron a la plaza de toros a presenciar una corrida que estuvo a cargo del diestro matador de toros de aquella época el torero; Joselito de Málaga, al terminar esta fiesta taurina descansaron un poco y en punto de las 7:30 de la noche se presentaron toda la comitiva frente a la plaza por el bulevar Morelos y ahí Elvira I fue la encargada de oprimir un interruptor eléctrico que iluminó de inmediato toda la avenida, quedando inaugurada oficialmente dicha rúa en medio de un nutrido aplauso y vivas a Torreón, las princesas y la reina procedieron a abordar varios automóviles, iniciando un paseo por la avenida debidamente pavimentada y alumbrada, siendo ésta la primera "moreleada" de que se tenga historia en esta ciudad, y esto sirvió de base para inaugurar posteriormente el primer recorrido de los famosos "carritos de la ruta" que iniciaron cobrando 10 centavos, aunque posteriormente bajaron la tarifa a 5 centavos con el objetivo de levantar más pasaje pues su recorrido iba de la calle Múzquiz hasta la alameda. Al terminar el recorrido, la reina y sus princesas se dirigieron hacia el pórtico de la Hacienda del Torreón donde a la entrada estaba un arco formado por sendas pacas de algodón de la fibra más blanca que se consiguió, dándole al pórtico un aspecto verdaderamente lagunero, ahí, Elvira I dio por inaugurada oficialmente la feria ese día seis de septiembre de 1925, después de esto se dirigieron al "salón Cabaret" donde la reinita inauguró dicho salón, que contaba con un excelente servicio de restaurante, así como música en vivo y una elegancia e iluminación muy vistosas, todo dentro de un marco de decencia y buenos modales de la época. Otro arco que también llamo la atención a los visitantes, fue uno que había colocado la Cía. del ferrocarril eléctrico, (o del tranvía que circulaba de Torreón a Lerdo en otros años), y era de tipo helénico, y estaba iluminado por aprox. 1,300 focos que daban un espectáculo maravilloso al lugar, la antigua casa de la Hacienda del Torreón, había sido remozada totalmente y.... continuará

Aviso: amables lectores esta columna es de todos ustedes, y en este ciclo, estaremos hablando de otros sitios del recuerdo de nuestra querida Comarca Lagunera, si tienes algún recuerdo en especial te agradezco que me lo envíes a mi correo electrónico, para compartir juntos todos esos bonitos momentos que hemos vivido en esta bendita tierra en que nos tocó nacer.

Comentarios y sugerencias al correo electrónico: lavidayelservicio@yahoo.com.mx

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