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VIDA Y SERVICIO

"HUELLAS"

DR. GUILLERMO RODRÍGUEZ RIZADO

Amables lectores, acaba de pasar el dio dos de noviembre que es el día de los fieles difuntos o día de muertos, este día tiene sus orígenes el época prehispánica y era celebrado por los olmecas, mayas, mexicas, etc., y según creencias de mexicas las almas de los que morían iban a un lugar llamado "mictlan", y a él iban todos los que partían de este mundo, no importando si habían actuado bien o mal durante su vida, para el viaje el difunto debía de ir preparado pues el camino hacia ese lugar estaba plagado de peligros, por lo que llevaba una provisión de armas, comida y bebida para el viaje. Cuando los españoles hicieron su arribo a estas tierras llamadas de la Nueva España, trataron de erradicar esta costumbre cosa que no consiguieron y sólo lograron establecer el día 1 de noviembre como el día de "todos los santos" y el día dos como ya lo conocemos el de los fieles difuntos. En todo el mundo existe la creencia de un lugar a donde van los que fallecen, y por ejemplo los griegos hablaban del "hades" y para poder llegar a él debían atravesar un río llamado "Aqueronte" pero no nada más se trataba de llegar y cruzarlo, ¡de ninguna manera!, pues debías de ir provisto de unas monedas para pagarle a un cuate que se llamaba Caronte y que por cierto era bastante flaco, que casi parecía esqueleto, y si no llevabas monedas ni creas que el pelado te pasaba en su barca (que por cierto estaba algo destartalada) pues era demasiado agarrado, y ahí te quedabas en la orilla como el chinito "nomás milando", hasta que a un descuido de Hermes que era su guía lograbas colarte. En la creencia cristiana se piensa que los buenos van al cielo y los que somos malitos nos vamos al infierno, pero sea como sea, en todo el mundo se piensa en otra vida después de ésta. Y no podríamos dejar de pensar en los que se nos han adelantado en el camino, tanto buenos amigos como familiares, pero déjenme contarles lo siguiente; se dice que existía un hombre muy sabio y que su fama se había extendido más allá de las fronteras de su país, un día, un acaudalado extranjero que había escuchado hablar sobre aquel erudito decidió ir a visitarlo, al entrar en la casa del sabio en cuestión vio con asombro que sus únicos muebles eran un camastro, una mesa con dos sillas y las paredes estaban llenas de estantes que contenían libros, asombrado el extranjero le preguntó; -y ¿sus muebles?... a lo que el sabio le contestó - ¿y los suyos?... -no, yo sólo voy de paso- y el sabio contestó - ¡ yo también! Y esto es verdad mis queridos lectores, sólo vamos de paso, pero quién sabe qué sigue al terminar esta vida y eso nadie nos lo puede contestar, y sólo nos queda aferrarnos a nuestra fe y a lo que creemos de ella. Pero lo que sí es cierto es que en esta existencia vamos dejando huellas en el camino, como dice el poema de Alberto Cortés "caminante no hay camino, son tus huellas el camino y nada más" y estas huellas constituyen un legado hacia los demás o hacia nuestra familia, cuando un ser querido parte de esta existencia el dolor y la tristeza se hacen presentes, y desde luego surgen sentimientos basados en la relación afectiva que con ellos manteníamos, esos sentimientos pueden ser; desde culpabilidad, incredulidad, confusión, ira, desesperación, etc., etc. y ni qué se diga cuando la pérdida es súbita e inesperada, quizás el dolor es más profundo en estos casos. El tiempo del duelo es variable, y en algunas personas puede durar muchos años o quizás toda la vida, cierto que lo natural es nacer y morir y tal vez seamos el único ser viviente en este planeta que piensa en la muerte, pues nuestro raciocinio nos permite tener esta percepción, mas sin embargo queridos lectores pongámonos a pensar ¿si alguno de nosotros desea ver sufrir a alguien que amamos?, pues ¡claro que no!, cuando tu amas verdaderamente a alguien, jamás deseas que esa persona sufra y si tú fueras el que partiera de este mundo para siempre pues desde luego no desearías ver a los demás sufriendo por tu partida, y es aquí donde debemos reflexionar que si por ejemplo un hijo tuyo o alguno de tus padres ya han partido de este mundo y si de alguna manera pudieran ver todo lo que tú estás sufriendo por su ausencia, pues para ellos esto no sería agradable, y al igual que tú también estarían muy tristes, con la diferencia de que ellos no te lo pueden comunicar, mas sin embargo, si tú los recuerdas con amor y sobre todo piensas en el legado que te dejaron, que son los momentos felices que pasaste con ellos, sus palabras o sus consejos, eso querido lector es lo que más importa, vive con esos momentos en tu corazón y recuérdalos entrañablemente, pues la huella que dejaron en el camino de tu vida es imborrable, si estás sufriendo deja ya de hacerlo y confórtate en tu corazón con alegría, aleja de ti los sentimientos de culpa, cualquiera que haya sido la causa de la muerte de tus seres amados pues estoy seguro que nadie desea la muerte de la o las personas que amamos, y el hubiera no existe, apártate del sufrimiento y ocúpate de las personas que aun están contigo pues también a ellas les duele ver tu pena, vive contento cada momento de tu vida, ¡esfuérzate por ser feliz! ¡Has feliz a los demás! para que ellos recuerden con cariño tu propio legado, el día que a ti te toque partir para siempre de este mundo, aprovecha la vida pues recuerda; que "sólo vamos de paso".

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