El domingo antepasado (28 de nov.) durante la transmisión del partido de futbol entre el Santos y el América, este servidor suyo tuvo necesidad de salir a la calle, y pudo constatar la gran tranquilidad en la circulación de vehículos pues eran escasos los que transitaban por estas calles de nuestra ciudad, y recordé con nostalgia cuando Torreón era una ciudad más tranquila, quiero aclararles que no soy muy aficionado a este deporte de pelota pero no puede uno sustraerse al gran entusiasmo que se genera entre la ciudadanía cuando el equipo local logra llegar a una final y ni que decir si gana el campeonato pues todo se convierte en una verdadera fiesta y ese entusiasmo es contagioso y aunque no quieras, llegas a sentirlo. Y lo bueno de esto es que nuestra ciudad es quizás la más unida al igual que nuestras ciudades hermanas de esta región lagunera, tratándose de un evento de tal magnitud. El pasado jueves el equipo local llevaba una ventaja de un gol pues el marcador final fue de 3 a favor del Santos y de dos para los del Monterrey, lo malo es que durante este partido inicial o de ida como se le da en llamar, hubo conatos de "bronca" o pleito entre los aficionados de ambos equipos y esto no debe ocurrir pues si se trata de un juego o un deporte no hay razón para que algunos seudo aficionados estallen en violencia contra sus oponentes, que por cierto una mujer fue detenida por la policía pues sin ninguna muestra de pudor enseñó sus glándulas mamarias al público asistente olvidando que ahí también van niños y familias completas a presenciar el partido, quizás estos pleitos (en los cuales se vio involucrada la misma policía, que debería de mantenerse neutral) y la conducta de la "dama" se puedan deber al consumo desmedido de bebidas embriagantes que se venden durante el partido aunque el precio de una sola de ellas sea mayor a la mitad del salario mínimo que se percibe en la región, aunado a esto el mal lenguaje empleado por muchos de los asistentes no es ningún ejemplo dignificante para un niño y lo que sería peor es que a nuestra niñez aparte de inducirlos al alcoholismo lleguen a ver normal ese tipo de conductas antisociales que nada tienen que ver con un verdadero deporte, y que debería de estar libre de la asociación de bebidas etílicas y en lugar de llamarse como lo conocemos en la actualidad mejor fuera Territorio Santos Laguna "a secas" o como ustedes le gusten poner pero nada que haga referencia al alcoholismo que tanto mal hace y tantas desgracias causa entre la gente de este mundo, y la pregunta es, que con tantos malos ejemplos; ¿Qué sigue?........
Cuando el que esto escribe era niño mi padre nos llevaba a mi ya mis hermanos al fabuloso mundo del circo; en aquellos años era para mí un contento asistir a este gran espectáculo, al inicio de las funciones los artistas, domadores y animales hacían su desfile frente a los lugares de palcos y recuerdo que mi intención siempre fue agarrar a los pequeños elefantitos que desfilaban junto con sus enormes madres que los iban acompañando pero mi padre de alguna manera mágica leía mis pensamientos o tal vez por lo inquieto que yo era me cargaba y me pasaba a las filas de luneta para evitar que yo llevara a cabo alguna imprudencia que pudo ser de graves consecuencias. Hace unos días ahora que ya "abueleamos" tuve la oportunidad de visitar el gran circo Barley, que se instaló en esta ciudad y volvieron a nacer en mi los bellos recuerdos de aquellos años ya idos, no dejara de maravillarme nunca como persona y como médico las proezas y la resistencia del cuerpo humano, el sorprendente equilibrio de un malabarista, los lances de los acróbatas en el trapecio, las contorsiones de algunos de ellos difíciles de ejecutar para mucha gente joven o vieja, en fin, la perfección de esta maquinaria de gran tecnología e imposible de crear por otros medios que es el cuerpo humano, no dudo que solamente una inteligencia suprema fue capaz de haberlo construido, pero aparte de eso en el circo pude admirar el brillo en los ojos de los niños o su risa cristalina con las travesuras de los payasos o con las proezas del hombre araña que tanto gusta a los pequeños, benditos sean todos aquellos que tienen por oficio hacer reír y entretener a chicos y grandes, y deseo que los circos perduren por toda la historia de la humanidad.
Nos escribe de nuevo David G. Burciága a quien le enviamos un afectuoso saludo y nos comenta sobre otro espectáculo que en lo personal le doy gracias a Dios por haberlo conocido desde nuestra niñez y que es el cine, gracias a el es posible ver cosas que jamás veríamos con nuestros propios ojos. Las fantasías de niños y adultos se convierten en realidad al presenciar películas de todos los géneros, pero mi especialidad son las de fantasías tales como la guerra de las galaxias, la historia sin fin, avatar, el señor de los anillos, etc., que nos dejan un agradable sabor de boca o lágrimas en los ojos con dramas que reflejan la vida real o ejemplos de lucha y superación. Comenta David que él conoció al igual que este servidor las salas de cine como el variedades, el laguna, el torreón, el Nazas (que eran mis preferidos), pasando por los más nuevos en aquellos años como el comarca 2000 situado en Blvd. Independencia, sin olvidar el cine "cachitos" (llamado así por que las películas que te pasaban estaban incompletas pues tenían muchos cortes, aunque el boleto era muy barato) aunque su verdadero nombre era cine salón Javier ubicado en Bravo y calle 11. Gracias a nuestro lector por recordarnos estos tiempos.
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