La situación para el director de Seguridad Pública Municipal de Torreón, Carlos Bibiano Villa Castillo, se ha vuelto sumamente complicada.
Por una parte, desde hace varios días representantes de la iniciativa privada de la región han levantado la voz para exigir al alcalde Eduardo Olmos Castro, resultados concretos en materia de seguridad pública. El reclamo de los dirigentes de cámaras empresariales es en el sentido del nulo avance que observan en cuanto a la disminución del índice delictivo en la ciudad, promesa de campaña del edil priista y compromiso de Bibiano Villa cuando fue nombrado por aquél.
Fiel al estilo irreverente y temerario que el jefe policiaco ha mostrado en su estancia en Torreón, respondió a los empresarios que sí ha habido avances, pero que las cosas no pueden mejorar de un día para otro.
No obstante, el informe de denuncias de la Fiscalía General del Estado contradice sus declaraciones. En los dos primeros dos meses de 2010, el promedio de robos reportados al día alcanzó los 22, es decir, casi uno cada hora. La media mensual en Torreón durante este año es de 671 denuncias por robos, o sea, 123 más que el promedio por mes durante 2009.
Lo anterior demuestra que lejos de abatir, o cuando menos contener, la ola de robos que azota al municipio desde hace dos años se ha incrementado en los últimos dos meses.
A lo anterior hay que sumar ahora la protesta de un numeroso grupo de policías municipales, quienes desde el sábado por la mañana mantienen un paro de labores en el edificio de la Dirección de Seguridad Pública contra el jefe de la corporación, a quien acusan de cometer “excesos”, de restringir el armamento a los agentes y de no apoyar a un policía que fue baleado el viernes para que recibiera atención medica en un hospital privado. Los policías inconformes exigen la salida de Bibiano Villa, mejores salarios y más equipo.
El alcalde Olmos ha declarado que está dispuesto a negociar una mejora en las condiciones laborales, mas no la destitución del director de Seguridad. Frente a esto, los policías han amagado con solicitar su baja voluntaria, lo cual vendría a agravar el déficit de agentes que la corporación ya tiene.
A menos de tres meses en el cargo, el general Bibiano Villa libra dos complicados frentes, dentro y fuera de la corporación que dirige. Y mientras sale de este atolladero, los torreonenses siguen a merced de la delincuencia.
