La gente sabe de la emergencia, se prepara para lo peor, y en ese ánimo cientos de habitantes de esta capital salieron a las calles para levantar diques con costales de arena a lo largo de toda la ciudad.
Son casi 50 kilómetros de una muralla de costales que serpentea por Villahermosa, en las márgenes del río Carrizal, cuyas aguas comienzan a desbordarse al recibir miles de metros cúbicos de agua desfogados de la presa Peñitas.
La alarma crece en la capital del estado, donde por lo menos 146 mil personas se encuentran damnificadas por las inundaciones provocadas por los desbordamientos de ríos como el Carrizal y Samaria.
Las lluvias cesaron y hay un sol radiante, pero se avizora mal tiempo en los próximos días, lo que podría desencadenar mayores escurrimientos que aumenten la emergencia entre la población.
El gobernador del estado Andrés Granier aceptó que la situación podría empeorar de continuar el desfogue de por lo menos 2 mil metros cúbicos por segundo de la presa Peñitas.
El río Carrizal que recibe este desfogue ya supera su escala crítica, y por ello se prevé que las inundaciones continuarán generalizándose en la ciudad.