Al menos 39 personas murieron ayer por una explosión en el Sur de Afganistán, donde poco antes fallecieron cuatro efectivos estadounidenses cuando los insurgentes derribaron un helicóptero de la OTAN.
Mientras, el anterior jefe de la Inteligencia afgana consideró peligrosa la estrategia del presidente Hamid Karzai de buscar la paz con el grupo extremista del Talibán debido a que, dijo, éste no ofrece nada a cambio.
El jefe de Gobierno de la provincia sureña de Kandahar, Mohamad Anus, dijo que la explosión ocurrió alrededor de las 21:00 de ayer y causó 39 muertos. Añadió que más de 70 personas resultaron lesionadas por el estallido en el distrito de Argandab.
Anus afirmó que desconocía la causa del estallido. "No sabemos si fue un ataque suicida, o un bombardeo y otra cosa", expresó.
Familiares de los heridos se reunieron en un hospital de la zona. Un nombre identificado como Abdul Jalik dijo que dos de sus sobrinos resultaron lesionados por la explosión, durante una ceremonia matrimonial.
Sobre la caída de la aeronave, la OTAN dijo que cuatro efectivos murieron "cuando su helicóptero fue derribado por fuego hostil" en la provincia de Helmand, parte de una región volátil todavía controlada por el Talibán. El vocero militar en Kabul, teniente coronel Joseph T. Breasseale, confirmó que los cuatro eran estadounidenses.
Además un soldado británico murió al explotar una bomba casera en otro ataque, elevando las bajas de la OTAN a 29 en nueve días. Estados Unidos ha sufrido 17 bajas desde el domingo.
39
MUERTOS
Dejó una explosión al Sur de Afganistán