VISIÓN FRESCA

Para celebrar el Día del Estudiante, El Siglo de Torreón realizó, por primer vez en su historia un foro entre jóvenes universitarios. El objetivo era conocer su opinión sobre los diversos problemas que enfrenta no sólo la región sino todo el país, como lo es la inseguridad y la crisis.

Para esta primera edición, se contó con la presencia de siete estudiantes de las carreras de: Derecho, Medicina, Comunicaciones, de Ingeniería en Procesos Ambientales, Ciencias Políticas, Administración de Empresas Turísticas y de Ingeniería Industrial.

Ellos son Juan Pablo, Diana, Roberto, Hortensia, Ricardo, Arturo y Perla y esto dijeron:

Inseguridad

¿Cómo ha cambiado tu vida con la violencia que se ha vivido en los últimos años en la región? ¿Qué cosas hacías antes que ahora no haces?

Juan Pablo: Mi vida ha cambiado en el sentido de salir mucho menos, mucho más para estar en casa de un amigo.

Diana: Honestamente yo no acostumbraba a salir mucho pero es algo que me preocupa porque tengo primos y sobrinos. Ahora ya no sabes al lado de quién estás, lo que ha cambiado en mí es que ahora hablo con más cautela, ya no me expreso igual en cualquier lugar, ni manejando, antes sí me gustaba contar todo, ahora nada más hablo lo esencial.

Roberto: Yo creo que va más allá de si salimos o nos sentimos seguros. Ya se tiene ese miedo y esa precaución de salir a la calle. Al momento de salir a estudiar no sabemos si vamos a llegar bien, ni siquiera en nuestras casas nos sentimos seguros, no digo que sea una situación de exageración, el problema es que la sociedad no está preparada para manejar este tipo de cosas, qué sociedad lo está.

Hortensia: No soy originaria de La Laguna, sino de Chiapas, cuando llegué, hace cuatro años, era más seguro, antes salíamos a "x" horas de la noche y no había tanto problema y nos sentíamos más seguros. Soy deportista y el simple hecho de salir a participar ya no te sientes seguro de que vas a regresar. Me pone tensa que escuchar pláticas de inseguridad.

Ricardo: No es un problema local, es un problema que se está viviendo a nivel nacional. Considero en que si las políticas públicas están enfocadas a solucionar el problema de inseguridad es en la medida que se va solucionar este problema. En la medida en que los jóvenes nos interesemos en los asuntos de carácter público-político es en la medida que vamos a cambiar. En nosotros está el poder de incidir en el Gobierno para solucionar este problema

Arturo: El problema de seguridad es muy subjetivo. Para un niño no hay inseguridad, sin embargo para nosotros empieza la vida social del país aceptando que vivimos en un país donde no existe una memoria política, pero el asunto de la seguridad es cuando nosotros nos ponemos alerta y nos llenamos de miedo. La sociedad no está preparada para este tipo de situaciones, pero de alguna manera tiene que irse acoplando a lo que sus miedos le permitan hacer, para los jóvenes es algo que pega y pone en riesgo a su seguridad. Participando es cómo se acabará con este problema de la inseguridad.

¿Cómo te imaginas la seguridad en la región en diez años?

JP: Me he vuelto muy pesimista en el tema. La situación no ha tocado fondo, veo una vida social cada vez más podrida, siento que la situación se va a agravar no por dos o tres años, sino más tiempo.

D: Creo que estamos destinados a nulos resultados mientras siga la misma fórmula, es cuestión de valores, mientras no exista una sociedad comprometida, y en el trabajo envuelto en la ley del mínimo esfuerzo. Si seguimos en el "viva México" en donde todo se permite, estamos destinados a lo mismo. Me encanta una frase: "qué ofreces desde ti hacia los demás", es así como vamos a generar el cambio, empezar a reunir a la familia y manejar valores.

Ya no podemos seguir creyendo lo mismo y que no pasa nada. Hay que actuar.

Ro: El problema tiene un tinte social que depende de nosotros generar el cambio. No debemos de restar importancia a la responsabilidad de los gobernantes. hay que recordar que esta lucha contra el narcotráfico no fue una decisión de nosotros, fue unilateral. Entonces habría que cuestionar las razones por las que no se hizo un consenso entre la sociedad, para ver si queríamos emprender esa lucha. No se está teniendo éxito porque simplemente hay daños colaterales que no estaban previstos. Es un reto para nosotros los profesionistas, el sacar nuevas formas de desempeñarnos. Su solución va a depender mucho de las políticas públicas y de la participación de la sociedad.

H: Es muy arriesgado hacer una especulación de la inseguridad porque abarca todos los ámbitos, es cuestión de valores sociales, de la familia y profesionales. De unos años se han perdido. Si depende de todos nosotros, nosotros tenemos que poner un poquito más.

Como jóvenes tenemos que ser muy activos en todo lo que hagamos, no quedarnos sólo en lo que nos dicen, involucrarnos en los casos de la sociedad. Es pesimista el panorama, pero hay que votar, elegir bien a nuestros gobernantes, porque desde ahí radica la razón, si nosotros dejamos que decidan ellos, creo que todos van a decir lo mismo. No depende de una persona, depende de todos.

Ri: Considero que es un problema que se tiene que erradicar de raíz, no de las ramas. Durante mucho tiempo en México pensamos que había democracia pero se olvidaron de reformar la educación, la salud, la economía, para la política social, la democraia dejó mucho qué desear. Considero que hay muchas cosas que hay que reformar que están ahí.

A: Hablar de qué va a pasar en diez años y del futuro es maravilloso, porque invita a la persona a analizar qué está haciendo, qué puede cambiar ahora. Los mexicanos buscamos a quien echarle la culpa y luego cómo solucionarlo, pero nunca pensamos en qué hacer para prevenirlo. Hablar en qué va a pasar nos hace darnos cuenta qué estamos haciendo.

En el problema de inseguridad, la causa no es quién la provoca, "ellos" son consecuencia del problema inicial, el problema es la materia prima que somos nosotros, porque aceptamos al Gobierno que pone leyes, y hay otros a quienes no les gustan y eso genera inseguridad. Veo una década de incertidumbre. El cambio radica desde nosotros mismos. Depende de cómo la sociedad maneje sus problemas en el país.

¿Qué crees que tiene que pasar para que esta violencia termine?

JP: Me preguntaban cómo convertir de alguna manera a la gente que está involucrada en este problema, como readaptarlos, y la única luz es que aceptaramos el compromiso de estar conscientes de lo que nos está sucediendo, de dialogar, pero no dejarlo en el discurso y pasarlo a la acción. Esa debe de ser la ruta a través de la educación, no como la hemos recibido, una educación más comprometida tomando en serio la labor de reformar a una persona.

D: Para mí, abandonar la cultura relativista, la indiferencia. Si no nos portamos estrictos y no se crean leyes que realmente tengan la mínima tolerancia. Los niños son ahora el foco de atención porque ellos son los que se empapan de lo que sucede. Como papás, ver qué les están enseñando, qué herencia les van a dejar, los valores, porque la moral no pasa de moda. Si tu tienes el firme propósito de no caer en provocaciones, va desde ahí. No podemos estar echándonos la culpa.

Ro: La violencia no se va a acabar. Lo que sí podemos hacer como sociedad, como Gobierno, primero que se mejore un marco legal, de justicia, para que el crimen que se genera de esa violencia no sobrepase los niveles de confianza, de sanidad, de convivencia social. La violencia abarca muchos aspectos, México es un país violento culturalmente, desde el machismo. La solución es que cada quien que haga su parte y que tratemos de mejorar.

H: No sólo se limita a una situación local, nuestro país está absorbido por la violencia, no sólo la que genera el crimen, es la cultura- Yo que soy del sur, allá el machismo es una forma rutinaria que no se ha quitado, yo que he salido y veo el panorama amplio, regreso y me doy cuenta y me pregunto cómo puede existir eso todavía. No hay la información adecuada, así se les ha educado.

Ri: Se trata de un cambio político, ideológico, económico, cultural, ahí radica para solucionar el problema. Formar ciudadanos preocupados, participativos en el quehacer aplicando los valores democráticos; tenemos una sociedad de individualistas.

A: La violencia existe desde que los humanos existen y se va a terminar cuando se extingan. Pero cuando la sentimos de cerca, fuera de nuestro control, cuando la sentimos que es una situación ajena, cuando se acerca, queremos detenernos un poco y analizar la situación para lograr el cambio. Para hacerlo tenemos que participar, ser protagonistas, porque normalmente el mexicano piensa que el Gobierno debe de solucionar todo; no se da cuenta que el problema real lo puede ver en un espejo.

Economía

→ ¿Cómo te ha pegado la crisis económica que afecta al país y a la región desde el año pasado?

JP: Me ha llevado no sólo a mí sino a mi familia, a replantear la manera de vivir en un sentido de planificación, de control económico en contraposición al gasto, a la mala utilización de los recursos; nos ha llevado a ser conscientes de lo poco o mucho que tenemos.

D: En mí ha cambiado en un sentido ahorrativo, a darle más valor a las cosas, a cuidar lo que tengo.

No podemos seguir estirando la mano, hay que buscar oportunidades, crearlas.

Ro: Estoy seguro que mi caso no es el único. Estuve a punto, y no me da vergüenza decirlo, de dejar la escuela por falta de dinero. Mi papá se quedó sin empleo, mi mamá por su edad no puede trabajar, eso me orilló a ser más competitivo; me obligó a despertar, si no me muevo nadie me va a mantener.

H: Mantener una beca académica, de internado, eso sí ha repercutido en mi vida, dejar a mi familia tantos años, perderme de las cosas familiares, de mis amigos, por buscar oportunidades.

Jóvenes estudiantes hablan sobre inseguridad y crisis