Los ácaros son diminutos parásitos que se esconden en los tapetes y alfombras de su hogar.
Si estornuda varias veces al día, no puede dormir a consecuencia de una tos crónica o siente comezón en el cuerpo con frecuencia, preste atención: podría deberse a una enfermedad alérgica provocada por los diminutos parásitos que se esconden en los tapetes y alfombras de su hogar.
Si está considerando cubrir su piso con una alfombra o colocar tapetes en las recámaras o en la sala de televisión, píenselo dos veces: esa decisión pondrá en juego su salud y la de su familia. Cierto que estos accesorios decorativos hacen que las habitaciones de una vivienda luzcan en todo su esplendor, pues los encontramos disponibles en una gran variedad de tipos, texturas, tamaños y colores. Sin embargo, debajo de ellos se esconden miles y miles de parásitos conocidos como ácaros. Dichos organismos pertenecen a la familia de los arácnidos, son diminutos, microscópicos, por ello a simple vista no se observan ni se sienten; se alimentan de la piel humana (se estima que una persona pierde dos gramos al día) y son la causa principal de muchos padecimientos alérgicos.
El Médico Alergólogo Cuauhtémoc Rincón expone que ni el aspirado ni el lavado de alfombras y tapetes son suficientes para terminar con los ácaros, ni siquiera si en la limpieza se utilizan soluciones químicas. Vale la pena aclarar que los parásitos en sí no son la causa de las complicaciones, sino las encimas que desechan por el excremento. De ahí la importancia de que si alguien sufre de asma o alergias, se deshaga de inmediato de los ‘cubre piso’.
Los ácaros tienen un promedio de vida de 70 días pero aun cuando mueren siguen siendo un problema, pues las proteínas que arrojan con sus desechos solamente son susceptibles de erradicarse en forma parcial, nunca total. Así, cuando el excremento de estos organismos se pulveriza, libera partículas microscópicas que circulan en el aire y al inhalarlas cualquier ser humano puede enfermase, si bien hay personas con mayor predisposición.
FAMILIA EN RIESGO
Cuando un hogar tiene alfombras o tapetes los lactantes son los más susceptibles a verse perjudicados por los desechos de los ácaros, ya que permanecen en un mismo lugar durante muchas horas, a diferencia de las personas adultas y los infantes en edad escolar, que tienen más movilidad.
La rinitis alérgica, el asma y la dermatitis atópica -en distintos niveles de gravedad- son los principales padecimientos que suelen enfrentar quienes están expuestos a los ‘bichos’ de las alfombras, en diferentes niveles de gravedad. “El impacto dependerá de la sensibilidad del individuo”, comenta el especialista. No hay que desestimar que en casos extremos las enfermedades señaladas pueden llegar a causar la muerte.
Con los niños hay que tener especial cuidado pues las alergias suelen afectar sus oídos y en consecuencia existe la posibilidad de que pierdan la capacidad auditiva. “En ocasiones los pequeños tienen dificultades desde la lactancia y los padres no se dan cuenta hasta que llegan a la etapa escolar”, advierte el entrevistado.
En el mismo contexto vale la pena subrayar que de acuerdo a las investigaciones, los grupos de riesgo más asediados por las alergias, el asma bronquial y la rinitis, son los niños entre seis y siete años; pero también los que están entre los 13 y los 14 son muy vulnerables, y en este segundo grupo hay mayor índice de mortalidad.
NO SE DEJE ENGAÑAR
Aunque las compañías de limpieza le prometan terminar con los peligros de sus alfombras y tapetes, Cuauhtémoc Rincón reitera que no existe ninguna sustancia química, aparato ni cualquier otra clase de método que sea capaz de eliminar en un 100 por ciento los ácaros. Se estima que hay aproximadamente entre 100 mil y 500 mil tipos de esos parásitos, y miles más que aún no se identifican; el médico añade que son tres las especies las que proliferan en Europa, Estados Unidos y México: Dermatophagoides pteronyssinus, Dermatophagoides farinae y Euroglyphus maynei.
Por ello, lo más sencillo y efectivo para preservar la salud de su familia es sustituir las alfombras y los tapetes por piso. “Lo mejor es prevenir porque los tratamientos contra las alergias son largos y costosos. Un paciente puede requerir de uno a cinco años con vacunas y bajo supervisión médica”, recalca Rincón.
En caso de que usted desee conservar estos accesorios en su hogar es indispensable que mantenga un aseo estricto y los aspire por lo menos dos veces a la semana; igualmente, asegúrese de lavarlos una o dos veces al año, pero es necesario tener claro que ninguna de estas medidas eliminará los microorganismos en su totalidad; si bien existen sustancias ácidas que provocan una disminución importante, no los exterminan.
También es recomendable que tenga su vivienda bien ventilada, pues el hábitat de los ‘enemigos’ tiene una humedad por arriba del 40 por ciento. Los climas calurosos y secos no están exentos de albergarlos, debido a que la gente depende de los aires acondicionados para soportar las altas temperaturas, y es por eso que los ácaros sobreviven en áreas donde normalmente sería imposible.
Así que recuerde: si su piso está ‘vestido’ y usted sufre de estornudos constantes, tos crónica (sobre todo por las noches) o problemas en la piel, acuda cuanto antes al especialista, para que le indique cómo prevenir complicaciones futuras que pongan en riesgo su bienestar.
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