La hipnosis clínica cada vez se usa más como una terapia para controlar enfermedades psicosomáticas, adicciones, fobias, angustia y ansiedad. No intervienen en ella elementos mágicos, sino simplemente el incalculable poder de la palabra. Es un buen recurso a la hora de buscar una solución alternativa a nuestros problemas.
Concéntrese. Imagine esta escena: está en medio del desierto y no ha bebido nada en horas. Le acercan un limón; es de un amarillo fuerte. Usted corta un gajo con el cuchillo filoso, algunas gotas de jugo le mojan los dedos. Luego exprime un trozo y el jugo de limón, muy ácido, cae directamente en su boca.
¿Tiene la boca llena de saliva? ¿Ya debe deglutir?
Si es así queda demostrado con esta prueba el poder omnipotente que tiene la palabra como directa creadora de respuestas orgánicas. En este caso, la secreción salivar se produjo como consecuencia de una representación mental que usted realizó ayudada por nuestra descripción. Si pudo imaginar bien el limón siendo exprimido en su boca, no tuvo más que tragar esa cantidad de saliva que fabricó en le proceso.
Y primero fue el verbo...
Del mismo modo, la hipnosis utiliza la palabra para curar. "Al fin de cuentas, nuestros enfermos están enfermos de palabras... palabras que les han dicho sus padres, la sociedad, o que se han dicho a sí mismo. Son términos que matan que duelen... Pero con palabras también curamos.
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