Aunque hasta el momento ha recibido tres propuestas de compra, dos de ellas por parte de Interjet, su rival más encarnizado en el nicho de las líneas aéreas de bajo costo, Volaris no ha analizado ninguna, por más que no descarta hacerlo en el futuro.
La razón es simple: Aunque de acuerdo a la empresa presidida por Miguel Alemán Magnani, sus ofertas han sido vistas "con buenos ojos" por dos de los socios de la firma que le compite, es decir Televisa y el Grupo Carso, quienes "están ansiosos de dejar la sociedad", ninguna de ellas ha oficializado su intención de retiro.
Se diría que a contrapelo de las patadas bajo la mesa que se dan a partir de la incursión de filiales de la televisora, y próximamente esta misma, en telefonía, en la magia del llamado triple play, es decir la opción de incluir en una sola canasta servicios de video, datos y voz, ninguna de las firmas quiere dar el primer paso.
Como usted sabe, la única opción en que participan en un Consejo de Administración, Emilio Azcárraga Jean y Carlos Slim Helú, se conjuga con Volaris, por más que los encuentros eran frecuentes en el pasado.
Como recordará usted, la Sociedad de Inversión de Capitales Inbursa del magnate apuntaló al hijo de Emilio Azcárraga Milmo cuando éste tomó la mayoría del capital de Televisa, lo que implicaba liquidar a socios como su primo, Alejandro Burillo Azcárraga, y los hermanos Cañedo White, además de Olga Azcárraga.
El colosal préstamo se avaló con acciones de la televisora, lo que le permitió a Slim un asiento temporal en el Consejo de Administración.
Al final Televisa pagó la deuda y de pasadita la participación que había alcanzado, en el mismo periplo. María Asunción Aramburuzavala.
En ese mismo marco, Slim adquirió el 50 por ciento del capital de Cablevisión, con la intención de alcanzar mayoría absoluta, lo que impidió una resolución de la Comisión Federal de Competencia.
El magnate debió vender su parte.
Digamos que en la nueva circunstancia, colocadas las firmas como rivales, por más que inexplicablemente la Secretaría de Comunicaciones y Transportes le ha negado a Teléfonos de México la reciprocidad de justicia, al no abrirle la puerta a la inclusión en su canasta del servicio de televisión de paga, las empresas ya no caben en la misma mesa.
De hecho, se sabe que al fragor de la insistencia en que las firmas estarían prestas a arrebatar cualquier oferta de compra de sus porcentajes, la compañía costarricense Transportes Aéreos de Centroamérica (TACA), saltó para exigir su derecho de tanto.
Tú vendes, yo compro.
Sin embargo, de acuerdo con la ley, ésta no podría rebasar el 25 por ciento de capital que mantiene, dada la prohibición de superar la barrera por parte del capital extranjero.
El restante 25 por ciento, en una sociedad paritaria, lo tiene un fondo de los Estados Unidos que administra el ex secretario de Hacienda, Pedro Aspe, quien, dada la calidad neutral del capital, que en el papel no agravia la Ley de Inversiones Extranjeras, fue nombrado presidente de la línea aérea de bajo costo.
Por lo pronto, la segunda oferta de Interjet planteó 360 millones de dólares por el 100 por ciento de las acciones, es decir los paquetes de Azcárraga, Slim, Aspe y TACA.
Noventa para cada uno de ellos.
Lo cierto es que de cuajar la posibilidad, la línea aérea resultante se colocaría como un peligroso rival para Mexicana de Aviación, y en una de ésas para Aeroméxico.
Por lo pronto, Volaris se plantea como la joya de la corona de la aviación de México, al ser la única que obtuvo utilidades el año pasado, pese a los estragos provocados por el pánico desatado ante la epidemia de influenza AH1N1, y aún los coletazos de la crisis.
Más aún, Volaris no aceptó la oferta de "rescate" del Gobierno, vía créditos blandos de Nacional Financiera, en un escenario en que Mexicana de Aviación se truena los dedos para pagar el primer abono de un préstamo de 720 millones.
Su secreto es simple: mantener contra viento y marea activos sus aviones, con un porcentaje de ocupación siempre superior al 70 por ciento. La tarea, naturalmente, implicó una agresiva campaña de ofertas, promociones y diversificación de destinos.
Su mayor campanazo fue una alianza con la línea aérea más importante en vuelos internos de los Estados Unidos, que le permite alimentarse mutuamente.
Digamos que esta vez la pelea no es por una firma en ruinas o en proceso de declararse en quiebra, sino por lo que concita mejor futuro.
¿Se atreverían Slim o Azcárraga a malbaratar sus expectativas, sus sinergias logradas, sus objetivos en proceso de consolidación, sólo por evitar el espectáculo de deschongarse en una mesa de Consejo?
BALANCE GENERAL
El escándalo ronda en Aguascalientes ante la posibilidad de que la oposición en el Congreso presente una denuncia por fraude en la que se involucraría al actual gobernador panista, Luis Armando Reynoso Femat; su ex secretario de Seguridad Pública y Vialidad, Heberto Ortega Jiménez, además del ex secretario de Finanzas, Raúl Cuadra García, actual diputado federal.
El asunto se remite a un contrato firmado con la empresa Rent Trade en agosto de 2008, quien ofrecería servicios de arrendamiento para equipo blindado; equipo de cómputo de la marca IBM, y vehículos de rayos X, según ello para detectar ¡válgame Dios!, armas y equipos nucleares.
Aguascalientes hablándose de tú con el Pentágono.
El monto de éste fue de 94 millones de pesos.
Los recursos los facilitó una institución financiera no identificada, garantizándose con derechos de cobro derivados de pagarés suscritos por la Secretaría de Finanzas del Estado.
El caso es que el dinero desapareció, y naturalmente los equipos blindados que reforzarían la guerra contra el narcotráfico nunca llegaron a escena.
El delito patrimonial podría embarrar a familiares del propio gobernador.
AS BAJO LA MANGA
El as bajo la manga con que enfrenta el Grupo Maseca en su diferendo con el Gobierno de Venezuela tras obligarla a venderle los activos de su planta conocida como Molinos Nacionales, es que ésta se cobijó bajo la razón social Valores Mundiales, una firma asentada en España.
Bajo ese prisma, la acción de fuerza del presidente Hugo Chávez debe atenerse al Tratado de Promoción y Protección Recíproca de Inversiones pactada entre España y Venezuela.
De acuerdo a éste, una medida similar sólo puede justificarse por razones de utilidad pública, obligándose la parte que la tomó a ofrecer una compensación sobre el equivalente al valor real de la inversión en el país.
Se diría, pues, que Gruma se cubrió ante la oleada de expropiaciones en la nación sudamericana, a diferencia de Cementos Mexicanos, quien aún no llega a un arreglo justo tras la expropiación de una de sus plantas.
El plazo para el arreglo entre Gruma y el Gobierno boliviano es de seis meses.