Regresa. Capadocia: un lugar sin perdón, inicia transmisiones el día de hoy a las 21:00 horas por el canal de televisión de paga HBO.
MÉXICO, DF.- Las rejas no son la peor prisión. A veces, la violencia, el miedo, las emociones, la apatía y la injusticia son las ataduras que más cuesta romper, a nivel personal y social, como se verá en la segunda temporada de Capadocia: Un Lugar sin Perdón, que arranca hoy, a las 21:00 horas, por HBO.
"Creo que este país aún tiene que reflexionar mucho sobre la libertad. Tenemos infinitos problemas de género, conceptos, actitudes y prácticas que hay que erradicar por completo, ya que ponen a las mujeres en total desventaja.
"Esa es una cuerda que ata a muchas mujeres todavía", asegura Cecilia Suárez, quien tendrá un doble papel en esta entrega: "La Bambi" y Valeria, la nueva psicóloga de Capadocia.
Dolores Heredia ha encontrado en su personaje, Teresa Lagos, la fuerza para enfrentar sus propias ataduras, como es vivir en un país con niveles de violencia que se van incrementando día a día.
"Puede sonar demasiado trágico, pero uno no puede vivir con violencia. Estaba oyendo en estos días que repiten el significado de los colores de la bandera: 'El verde es la esperanza, el blanco la paz que hemos conseguido...'. Bueno, esto es esquizofrénico, ¿cuál paz?, ¿quién sale a la calle tranquilo?", reclamó.
La situación de inseguridad, que será abordada en la segunda entrega del serial producido por Epigmenio Ibarra, ha hecho que incluso Ana de la Reguera, quien interpreta a Lorena, haya preferido irse a EU.
"Estoy en una situación donde no tengo ninguna exclusividad con ninguna empresa ni vivo en México, y esa es la libertad más grande. Vengo a trabajar y luego me voy muy feliz a mi casa. Qué feo decirlo así, pero soy privilegiada", consideró.
Cristina Umaña, quien volverá a dar vida a "La Colombiana"; Patricia Llaca, que hará a la esquizofrénica Brenda Yamilé; y Juan Manuel Bernal, quien mostrará a un Federico más cínico y desinhibido, coinciden en que si algo los ha atado en la vida son sus emociones.
"Ahora las cadenas son más mentales, emocionales, psicológicas. Con todo y todo seguimos siendo un país libre, porque hay lugares donde hay toque de queda y deben traer carnet de identidad, no hay que dejar que el pánico se apodere de nosotros", señala Llaca. Otro yugo que aún arrastra México, considera Marco Treviño, es la intolerancia que prevalece en algunas zonas de la provincia.
"Soy de Guadalajara y salí casi huyendo de esa sociedad conservadora, chismosa. Fui a un colegio marista y veía la historia de Jesucristo, la religión, y pensaba que eso no cuadraba. Poco a poco me fui rebelando, hasta que me fui de Guadalajara a otra ciudad, toqué fondo y me pude levantar", aseguró el actor, quien da vida a Santiago Marín.
