Srita. Estefanía Vargas Escobedo en una fotografía de estudio con motivo de sus XV años.- Estudio Lemotions
Contraluz / Por Dra. Ma. Del Carmen Maqueo / Conciencia Colectiva Acabo de descubrir el hilo negro, lo más sorprendente es que no lo andaba buscando, cuando se me plantó enfrente y el muy obcecado me hizo prometerle que hablaría de él. Yo escudriñaba textos tras el concepto "solidaridad", frente a la problemática que el crimen organizado ha inaugurado en nuestras sociedades; transitaba desde los romanos hasta la primera mitad del siglo veinte pasando por filósofos griegos; revolucionarios franceses e idealistas alemanes del siglo dieciocho, hasta los interesantísimos conceptos de Silvia Federici, marxista y feminista... ¡cuando se me atravesó el hilo negro con aquel descaro!
Revisaba precisamente el pensamiento de Émile Durkheim respecto al crimen y la actitud que toma una sociedad frente al mismo, que finalmente conduce a la solidaridad. Como requisito para que ésta exista, es menester la toma de una conciencia colectiva, que dicho sea de paso, fue el obcecado hilo negro que se me plantó enfrente.
En el curso de la semana fue hecho oficial el combate a la comida chatarra en las escuelas y sus alrededores. Las autoridades lo dictan, los legisladores lo aprueban, y se convierte en algo imperativo... sin embargo en mi particular punto de vista se cae, como sucedió con el combate al crimen organizado, en una estrategia mal planeada, queriendo atacar el problema por las ramas. No he sabido a la fecha de una sola investigación científica realizada para fundamentar esta nueva ley, una que haya analizado a fondo el consumo de comida chatarra en la población infantil para identificar sus causas y ahora sí, estar en condiciones de resolverlo desde sus raíces.
En alguna columna previa he sugerido que este problema no es propiamente un mal hábito del niño y ya. Obedece a una serie de factores socioeconómicos, culturales, y hasta de orden emocional, de cuya interacción finalmente se genera un niño comedor de productos chatarra. Querer modificar un hábito desde las ramas va a dar pie a una serie de transgresiones de todo orden, la más simple que ya adelantaba Sarmiento en su columna hace tres días, va a verse el surgimiento de un mercado negro de comida chatarra en el que participen alumnos, y (acotación mía) padres de familia, o hasta el propio personal de las escuelas.
"Conciencia colectiva": Percepción que un grupo social tiene acerca del daño que determinada conducta genera, de manera que se trabaje en conjunto por erradicarla. Originalmente este concepto moral fue el que llevó a las primeras sociedades a la creación de normas y leyes; de jueces y castigos. Situación que hoy en día traemos totalmente distorsionada, pues la moral parece haberse vuelto bastante relativa, dúctil, acomodaticia y negociable.
Ahora bien, si no se ha llegado a las raíces del problema del consumo de comida chatarra en la población infantil, y se pretende atacar desde las ramas, va a suceder que la inversión de recursos sea muy desproporcionada con respecto a los resultados. Previo al arranque de esta campaña no se han generado las condiciones ideales para que la sociedad desarrolle una percepción del problema que asegure su participación activa. Esto es, el niño consume comida chatarra probablemente porque su madre (que en cuatro de cada diez hogares es padre y madre) sale de casa rumbo a la fábrica antes de las seis de la mañana, y regresa si bien le va a las seis de la tarde. Simplemente no tiene oportunidad de ofrecer a su hijo algo menos dañino que lo que él pueda comprar con los cinco o diez pesos que lleva para el recreo. Ni ella ha tenido ocasión de profundizar en el riesgo de salud que representa el consumo de este tipo de productos, primero por falta de educación académica; segundo por falta de tiempo, y tercero porque estos productos forman parte de su propia cultura alimentaria.
No perdamos de vista que vivimos en una sociedad mediática en la cual el imparable consumismo bombardea a un niño que generalmente se halla solo frente a la pantalla durante muchas horas al día, con la falacia de que en esta vida eres lo que tienes, y que tiene el que compra, y que si no tienes ya valiste. Es el mismo principio que rige en el adulto para el consumo de productos que rejuvenecen, aclaran, recogen, alargan, estiran, rebajan, desarrugan, potencian y demás... la lista es interminable.
Un hábito más grave que el de la comida chatarra aqueja a nuestro México: Es el de no leer. Y si no leemos, no nos informamos, y vamos a repetir viejas pautas que la historia ha descalificado por inoperantes. "El Estado no maneja la conciencia colectiva" dijo Durkheim hace cien años, pero parece que no estamos enterados, ha de ser porque "la tele" no lo ha dicho todavía.
Srita. Estefanía Vargas Escobedo celebró sus XV años, el viernes 14 de mayo de 2010 con una misa de Acción de Gracias en la parroquia de San Judas Tadeo, a las 19:00 horas, ante el Pbro. José María Castillo Plasencia, SJ.
Estefanía estuvo acompañada por sus padres Ing. Juan Vargas Rodríguez y Dra. María Berenice Escobedo Rosales, así como también de su hermano Kevin Vargas Escobedo.
La decoración de la iglesia fue a base de pedrería montada en herrería así como hermosos arreglos en flor natural en tonos uva, violeta, blanco, rosa y amarillo.
La quinceañera lució para esta ocasión tan especial un corte con escote en corazón y talle asirenado drapeado, en tafetán francés tornasol, en tonos palo de rosa y matices verde y café, bordado en encaje chatilly rebordado en piedras de swarovsky, con un prendedor a la cintura que realzaba su talle y marcaba el drapeado del vestido haciendo resaltar su belleza que complementó con un ramo y tocado elaborados con flores de seda, pluma y cristal en tonos uva y violeta de forma semialargado y un tocado en 2 flores.
Como sus chambelanes estuvieron los jóvenes: Óscar Solórzano Palomero, Carlos Estrada Lozano y Jorge Torres Rico.
Al término de la ceremonia se llevó a cabo una alegre recepción para festejar a Estefanía en el Hotel Crowne Plaza, en donde se creó un montaje original de Fashion Party, los invitados fueron recibidos en alfombra roja por el sombrerero, con display de artistas contemporáneos así como bellos cuadros de la festejada en tomas artísticas, la iluminación, el audio y DJ. Crearon los fondos musicales para la coreografía con un remix de música moderna (Thelepone, Bad romance, Single Ladies) así como de una hermosa pasarela integrada por amigas de la quinceañera Sritas. Diana, Salma, Sofía, Karo y Lorena.
A lugar se dieron cita familiares, amigos y padrinos entre los que se encontraban: María Esmeralda Escobedo y Jesús Benítez, Araceli Echeverría y Lilia Margarita Álvarez de García, Virgilio Ramírez y María de la Paz Rodríguez, Julieta Rosales, Maylin Ramírez y Cristina Sánchez, María Mendoza, Jenny Mendoza, Ciro Vargas y Bety Barrientos, Jazmín Islas, Alejandro Rodríguez, Diana Laura González y Carolina Herrera, Gaby Guerrero, María Antonieta Aguilera, José Rodríguez y María Antonieta Rodríguez, José Vargas, José Cruz Dávila, Idalia Rodríguez, Melisa Freixanet, Valeria Rodríguez y Conchita Rosales. Algunos de ellos procedentes de Pachuca, Hidalgo, Tuxtla Gutiérrez, Cd. Juárez, Ch. Parras de la Fuente y Saltillo Coahuila.
El menú consistió en: Ensalada Capresse, suprema de pollo rellena de queso crema y espinacas en salsa de vino blanco, y mil hojas de fresa, para los jóvenes empanada de chorizo, rollitos de jamón, vol au vent con atún, uva envuelta en queso crema y nuez, brocheta de queso y aceituna, sándwich de jamón y queso, tartaleta de frutas y brownie además de contar con mesa de dulces y salados.
La linda quinceañera bailó con su papá la canción "Aquí Estoy" de Luis Fonsi, con su chambelán de oro la melodía "You and Me" - Lifehouse, con su abuelito y su hermano "When I Look at You- Miley Cyrus".
La quinceañera recibió como regalo sorpresa un teléfono celular de parte de sus abuelitos Sr. Profr. Francisco Escobedo Muñoz y Sra. Profra. Amelia Rosales Ibarra, de las Sritas. Cecy Rubio, Sandra Ávila y Tamara González un bolso y una gargantilla así como de sus compañeros del colegio quienes montaron un video de buenos deseos para la festejada.
Inolvidables momentos vivió Estefanía quien recibió muestras de cariños y felicitaciones de todos los presentes.
El sábado ocho de mayo de 2010, la Srita. Marina Itzel Ramírez Ramírez celebró sus quince años de vida, junto a familiares y amigos.
La ceremonia se llevó a cabo en la Iglesia La Guadalupana a las 20:00 horas, en la cual otorgó la misa el Pbro. Jorge Silva quien le transmitió un hermoso mensaje de Dios.
Muy contentos la acompañaron sus padres, el Sr. Humberto Ramírez Ortega y la Sra. Marina Ramírez Cardiel.
Marina Itzel lució muy hermosa con un vestido exclusivo color naranja, straple bordado con fina pedrería que acompañó con un lindo ramo de 15 rosas de color naranja que hacía juego con el vestido, además un tocado de pluma y cristales de swarovsky.
Al término de la Eucaristía se llevó a cabo una linda recepción en el Salón Monet el cual lució con adornos de mariposas, donde se dieron cita familiares y amigos de la festejada; algunos de ellos llegaron procedentes de Monterrey, El Paso, Texas y Chicago para felicitar a la quinceañera.
Marina Itzel lució muy contenta y entusiasmada por su gran celebración, bailó junto con su papá el tradicional vals con el tema "El Guardaespaldas".
Además, con su hermano Humberto Ramírez Ramírez bailó el tema "La Sombra del Amor".
Los invitados disfrutaron de un exquisito banquete que consistió como entremés: uvas glaseadas y queso cotagge de pera, como platillo fuerte fue pierna de cerdo bañado en gravy de champiñones y como postre hubo nieve.
Como regalo sorpresa recibió la quinceañera una linda muñeca en un columpio de parte de su padrino César Germán Guzmán.
Marina Itzel recibió muchas felicitaciones, abrazos, buenos deseos y regalos de todos sus invitados.
MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS LA IMPORTANCIA DE LA ORACIÓN
SAN JOSÉ MARÍA ESCRIVÁ DE BALAGUER. Durante la Segunda Guerra Mundial, dos ciudades japonesas fueron destruidas por bombas atómicas: Hiroshima y Nagasaki. En Nagasaki, como resultado de la explosión, todas las casas en un radio de aproximadamente 2.5 Km. del epicentro fueron destruidas. Quienes estaban dentro quedaron enterrados en las ruinas. Los que estaban fuera, fueron quemados. 80,000 personas murieron en Hiroshima, 40,000 en Nagasaki. 120,000 quedaron parcial o totalmente quemados por la radiación y muchos de ellos fallecieron en los días siguientes. Por primera vez el uranio -un raro elemento pesado, el cual es radioactivo, fue usado en la producción de las bombas. Desde el año 1939, los Estados Unidos habían comenzado el proyecto con un costo de 2 billones de dólares, bajo condiciones de máximo secreto. La bomba atómica fue probada con éxito en Nuevo México el 16 de julio de 1945.
A las 9:15 de la mañana del lunes 6 de Agosto de 1945, cayó la primera bomba sobre Hiroshima. Fue arrojada desde la superfortaleza volante llamada Enola Gay (que era el nombre de la mamá del piloto que la dirigió Coronel Paul W. Tibbets Jr.). La bomba de Hiroshima tenía más fuerza que 20,000 toneladas de TNT, y era 1000 veces más destructora que la bomba convencional más potente fabricada con anterioridad.
Una segunda bomba fue lanzada sobre Nagasaki el 9 de agosto, después que el Presidente Truman advirtiera a los japoneses "que la primera había sido un aviso de las cosas que vendrían si Japón no se rendía"... y amenazó con destruirlo totalmente con más bombas atómicas. Los japoneses describieron el arma como "inhumana", y el Vaticano envió un comunicado diciendo que era deplorable el uso de la bomba atómica.
En medio de aquella doble tragedia, una pequeña comunidad de padres jesuitas vivía junto a la iglesia parroquial, a solamente ocho manzanas (aproximadamente, 1 Km) del epicentro de la explosión en Hiroshima. Eran misioneros alemanes sirviendo al pueblo japonés. Como los alemanes eran aliados de los japoneses, les habían permitido quedarse. La iglesia junto a la casa de los jesuitas quedó destruida, pero su residencia quedó en pie, y los miembros de la pequeña comunidad jesuita sobrevivieron. No tuvieron efectos posteriores por la radiación, ni pérdida del oído, ni ninguna otra enfermedad.
El padre Hubert Schiffer fue uno de los jesuitas de Hiroshima. Tenía 30 años cuando explotó la bomba atómica en esa ciudad y vivió otros 33 años más con buena salud. Narró sus experiencias en Hiroshima durante el Congreso Eucarístico que se llevó a cabo en Filadelfia (EEUU), en 1976. En ese entonces, los ocho miembros de la comunidad jesuita estaban todavía vivos. El padre Schiffer fue examinado e interrogado por más de 200 científicos, que fueron incapaces de explicar cómo él y sus compañeros habían sobrevivido. Él lo atribuyó a la protección de la Virgen María -nuestra Madre, y dijo: "Yo estaba en medio de la explosión atómica... y estoy aquí todavía, vivo y a salvo. No fui derribado por su destrucción". Además, el padre Schiffer contó que, durante varios años, cientos de expertos e investigadores estudiaron las razones científicas del porqué la casa, tan cerca de la explosión atómica, no fue afectada. Él explicó que en esa casa hubo una sola cosa diferente: "Rezábamos el rosario todos los días".
En la otra ciudad devastada por la bomba atómica, Nagasaki, donde murieron 40,000 personas, San Maximiliano Kolbe -gran devoto de María que gastó su vida en hacerla amar y venerar, había establecido un convento franciscano que quedó intacto y los hermanos a salvo gracias a la protección de la Virgen. Allí ellos también rezaban diariamente el Santo Rosario.