Luego de un proceso electoral tan conflictuado quedan vacíos y sentimientos encontrados para los que se requiere atención por parte de especialistas.
Y es que, a decir de la directora del Instituto de Tanatología y Prevención del Suicidio A. C., Antonieta Pulido Gurrola, no sólo se debe trabajar con duelos en los que se tuvo la pérdida de un ser querido sino también en los casos en que se pierde algo material, un empleo, cuando los proyectos en los que se invirtió tiempo, dinero y esfuerzo se vieron truncados o cuando se vislumbran cambios en el estilo de vida.
Muchas personas que tenían la esperanza de un empleo luego del proceso electoral se quedan con la incertidumbre. "Se invierten trabajo, recursos y se piensa que se podrán recuperar (...) Se tienen los deseos de poder, de estar detrás de un escritorio, estar dirigiendo y tomando decisiones importantes para la ciudadanía", refirió la entrevistada.
Pero no sólo se quedan vulnerables quienes no ganaron sino también las personas que a partir del resultado tendrán que cambiar de estilo de vida. "Muchas veces yo esposa de alguien que obtuvo un puesto importante tengo que dejar de ser la persona que normalmente era (...) curiosamente también ahí hay que trabajar", dijo. Y es que cambia el estilo de vida, de vestir, de ser, ya no se atiende a los hijos y en ocasiones se pierde libertad.
Haber logrado un cargo público también implica mayores temores. "Dependiendo del puesto se recurre a seguridad para el cuidado propio y de la familia", mencionó.
Antonieta Pulido refirió que también hay incertidumbre en quienes tendrán que dejar su empleo con el arribo de nuevos funcionarios. "Pasan muchas veces a ser los hombres y las mujeres X, ya no son tan importantes, perder el poder no gusta en muchos de los casos", concluyó.
