Los motociclistas se agregan al abuso diario. El vehículo de la fotografía se estacionó en lugar prohibido y bloqueando parcialmente una rampa para personas con discapacidad.
Salir a las calles representa una aventura en la que pareciera que se compite por hacer las cosas mal.
Y es que la cultura vial del duranguense no es tan abundante como muchos quisieran.
Ciclistas, choferes, automovilistas y transeúntes son víctimas, y artífices, de todo tipo de aberraciones viales, que en otra cultura no tendrían cabida. Es un mal del duranguense, un mal del mexicano.
Las autoridades lo intentan pero no lo logran. Y de repente parecieran dormir. Todos fallan sin que alguien les diga algo.
Accidentes
Falta de pericia y distracciones son dos de las principales causas de percances; ambas están ligadas, directamente, con la falta de cultura vial.
Omisión
Muchos desconocen los reglamentos de vialidad; una buena parte del resto lo omite. Urge que la autoridad intensifique las campañas necesarias.