Generalizado. Prácticamente todas las regiones del estado tienen problemas de violencia, aunque los funcionarios de Seguridad Pública pretendan asegurar lo contrario: diputados.
A tres días de que el Secretario de Seguridad Pública estatal afirmó que Durango no figura entre los primeros lugares del país en inseguridad, la ejecución de diez niños y adolescentes la tarde del domingo, en Pueblo Nuevo, refleja la verdadera magnitud de la inseguridad en la entidad.
LA VERDAD "Acabamos de tener aquí a los responsables de Seguridad en el estado y dijeron que en Durango no pasa nada, que no hay ningún problema. Pero esto demuestra que efectivamente hay una situación de inseguridad", afirmó el diputado local Juan Cruz Martínez.
El legislador por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) lamentó el homicidio de diez personas entre ocho y 21 años de edad, pero enfatizó que lo más lamentable es que los funcionarios encargados de la seguridad pública en Durango afirmen "que no pasa nada" y que pretendan ocultar los verdaderos niveles de secuestro, homicidios y violencia.
ES EVIDENTE "No podemos reconocer seguridad cuando no la hay", afirmó por su parte el diputado panista José Luis López Ibáñez.
El legislador local alertó que en Durango ya no hay un lugar seguro pues prácticamente todas las regiones del estado y zonas de la capital han registrado hechos violentos con saldo fatal. Incluso, señaló que esta situación es responsabilidad de los tres órdenes de gobierno.
"La gente ya no quiere saber quién lo arregla, sino que lo arreglen", agregó el Secretario de la Comisión de Seguridad Pública del Congreso del Estado, quien prevé que como de costumbre no haya detenidos por la masacre.
López Ibáñez condenó el homicidio de niños y jóvenes a manos de un grupo de la delincuencia organizada que los atacó con disparos y granadas, cuando los jovencitos iban a bordo de una camioneta con rumbo al poblado Los Naranjos, municipio de Pueblo Nuevo, a una entrega de apoyos.
Sólo que a siete kilómetros de su destino se toparon con el retén de los delincuentes y, al no detenerse, éstos los acribillaron.
"Las palabras salen sobrando cuando la realidad está ahí; podrá haber reconocimiento de que avanzamos en seguridad, pero ahí está la realidad que vivimos todos los días en Durango. Es un grave problema de inseguridad", concluyó José Luis López Ibáñez.
