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¡Ya no llores bebé!

Es importante que los padres aprendan a marcar límites y no cedan ante el llanto prolongado

¡Ya no llores bebé!

¡Ya no llores bebé!

“Mira está llorando como un bebé”, es una frase que se utiliza cuando las personas lloran de manera exagerada, pero ¿qué hay detrás del llanto de los niños, y qué se debe hacer cuando se utiliza como forma de chantaje hacia los padres?

El llanto

Es una reacción natural del niño ante sensaciones desagradables que experimenta.

Los niños lloran por muchas razones y el grado de su angustia depende de los niveles de desarrollo y de las experiencias previas.

El llanto en los niños es una respuesta al dolor, al temor, a la tristeza, a la frustración, a la confusión, a la ira o a la incapacidad para expresar sus sentimientos de una manera adecuada.

Como manifiesta la psicóloga en psicoterapia Gestalt infantil, Gabriela Aguilar Salas, esta reacción es muy común y normal.

¿Pero cuándo esta reacción se puede convertir en una llamada de alerta para los padres?, al respecto la especialista comenta: “En primera si no es un llanto normal, si no nos indica que tenga hambre, o que no veamos que responde a una incomodidad, al un cambio de pañal o cambios de temperatura o cuando el llanto se sale fuera de lo que conocemos como normal, o bien que sea durante un periodo muy largo de tiempo y esté acompañado de otros síntomas que indiquen que tienen alguna enfermedad física”.

El llanto va cambiando dependiendo la edad del niño, esto se debe a la maduración corporal, más que psicológica, es decir, el llanto sigue aunque sus causas son distintas. “Psicológicamente el llanto es una reacción normal hasta los cuatro o cinco años los niños todavía pueden expresar a través del llanto incomodidades, obviamente la evolución va a raíz de las causas que lo originan, un niño de tres o cuatro años ya no va a llorar para pedir de comer porque ya tiene otras formas de expresarse, más que evolución del llanto lo que cambia son las causas que lo originan”.

Llanto igual a chantaje

Como es una medida que se asocia a la satisfacción de necesidades muchos niños recuren a él para poder obtener beneficios, y es entonces cuando se convierte en rabieta o berrinche.

“Un berrinche va a ser una medida de control para obtener de los papás lo que quiere obtener a toda costa”.

Por eso es importante que los padres aprendan a marcar límites y no cedan ante el prolongado llanto del hijo.

“Si el llanto responde a un berrinche lo mejor es no intervenir en ese momento, porque lo que hacen los niños es cerrarse, y entre más queremos explicarles algo o decirles algo más se cierran y menos van a estar receptivos, lo que se puede hacer es aplicar el llamado tiempo fuera o dejarlos un rato ahí para que se tranquilicen y que puedan estar receptivos y darles algo de consuelo”, asegura la especialista.

Hay que estar muy pendientes del llanto de los niños, porque en ocasiones éste puede ser una alerta de que algo no está bien.

“En ocasiones el niño está acostumbrado a que todo lo obtiene a través del llanto o es signo de que algo no está bien emocionalmente en el niño, porque finalmente el llanto es la manera en que se expresan algunas emociones. Si no solía ser llorón y de repente se muestra algo más sensible puede ser que exista alguna situación que no está bien y que se necesite evaluar para ver qué está pasando porque en ocasiones su llanto se debe a algún cambio en la dinámica familiar, el nacimiento de un hermanito, la muerte de un ser querido, la separación de un ser querido, algún cambio en su vida que lo está afectando emocionalmente y que lo tiene especialmente sensible”.

En dichos casos se recomienda ir con un psicólogo para que evalúe si se trata de una etapa normal en el niño o se debe a alguna situación especial que no puede expresar con palabras y lo hace a través del llanto.

Cómo aminorarlo

Para poder calmar al niño cuando está llorando lo más importante es identificar por qué lo hace.

“Si conocemos la causa podemos manejar mejor la situación. Si sabemos que es por un berrinche lo importante es dejar pasar el berrinche y empezar a fortalecer los límites, no darle lo que pida por el llanto, o si responde a alguna situación en particular, algún evento que esta detonando alguna conducta de llanto, tristeza, confusión, enojo, algo que no sea berrinche, lo que se debe hacer es dar contención, contener las emociones del niño, saber qué está sintiendo, qué necesita, si requiere de un abrazo proporcionárselo, sin dejar de lados los límites, porque muchas veces los papás dicen cómo lo voy a regañar si está pasando por un momento tan difícil, pero las consecuencias de los actos siempre se tienen que vivir. A lo mejor mostrase más afectivos, más expresivos y poner atención a lo que está pidiendo el niño y así poder contener esas emociones”.

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