A favor de la celulitis
Nuestra piel tiene un enemigo terrible llamado celulitis. Cualquier mujer está expuesta a padecerla. Y sin saberlo día a día muchas ponen todo de su parte para abrirle las puertas a este antiestético problema.
La celulitis es un padecimiento que podemos identificar cuando la piel de los muslos, las caderas o las nalgas presenta un aspecto acolchado, con depresiones, dando un aspecto de ‘piel de naranja’. Y aunque las áreas mencionadas son las más comunes, también puede manifestarse en el abdomen, las piernas, las rodillas, los tobillos e incluso en la parte posterior del cuello.
Pensar que la celulitis está relacionada con la obesidad o el sobrepeso es un error, ya que existen muchas mujeres con notorios kilos de más que carecen de ella, al igual féminas muy delgadas y tienen dicho trastorno linfático. Por otro lado, este problema es enemigo básicamente del sexo femenino, ya que se calcula que hasta un 90 por ciento de las mujeres lo padece, mientras que sólo el uno por ciento de los hombres llega a sufrirlo. Además, la celulitis no respeta edad: lo mismo la tienen las adultas que las jovencitas.
Dicho sea de paso, el nombre correcto de este mal es lipodistrofia; de hecho la palabra ‘celulitis’ en el sentido estricto significa ‘inflamación celular’, lo cual nada tiene que ver con la acumulación de agua, grasa y sustancias de desecho en el tejido conjuntivo que produce el efecto rugoso en la dermis.
Pero más allá de su definición, lo que hoy nos interesa es explicarte qué puede favorecer el surgimiento de este padecimiento que sin duda es desagradable... ¿o conoces a alguien que se sienta orgullosa de su celulitis?
DE TU BOCA A TU PIEL
Entre los factores que propician un cuerpo celulítico, es básico comenzar hablando de la comida. No es un secreto que la clave para la buena salud y una figura esbelta se encuentra en gran medida en seguir una dieta balanceada. Pero además, lo que comas se ve reflejado en tu piel, dejando que luzca bella o que se vea terrible. Toma nota de lo que debes evitar o racionar en tu menú diario, a menos que desees darle armas a la celulitis.
-Alimentos que contengan harinas y azúcares refinados. Es decir: olvídate de todos los panquecitos, pasteles, panes dulces, galletas y demás productos pertenecientes a la bollería industrial.
-Enlatados. Cualquier comida procedente de una lata es alta en su contenido de conservadores y de sodio, y la sal es uno de los principales detonantes que incrementan la toxicidad localizada de la celulitis.
-Embutidos. Al igual que los enlatados, contienen muchos conservadores y sodio, además de colorantes.
-Grasas. Cualquier clase de grasa es abono para la celulitis, sin importar si procede de carnes, si es de tipo saturado (como la contenida en los lácteos enteros o la mantequilla, etcétera) o transgénico (margarina, frituras, algunas barras energéticas).
-Fritos. Aunque te encante el sabor de las ‘papitas’ y otros tantos alimentos y platillos que implican el uso de aceite o manteca de cerdo, antes de comerlos piensa las repercusiones que acarrearán a tu piel.
-Carbohidratos. Mídete con el pan blanco, las pastas y el arroz; no decimos que los omitas, pero sí vigila su consumo.
-Chocolate con leche. Piensa que un sinónimo para este dulce podría ser: grasa con azúcar.
-Lácteos. Hay que ingerirlos con medida, por su nivel graso. O intentar consumirlos en su modalidad Light.
-Refrescos y jugos envasados. En este caso su elemento peligroso no es el gas o el empaque, sino su gran contenido de azúcar.
-Bebidas alcohólicas. Si realmente quieres alejar a la celulitis lo ideal es que no bebas alcohol, o bien que lo hagas con moderación.
Cabe mencionar que aunque un alto porcentaje de gente cree que el café y el té provocan la aparición de celulitis este concepto ha cambiado, ya que estudios más recientes han mostrado que al ser éstos fuente de antioxidantes ayudan al organismo a desintoxicarse y prevenir la lipodistrofia.
OTROS DETONANTES
Hay otras cuestiones que favorecen la celulitis, como la herencia y la alteración del sistema linfático. Asimismo factores endocrinos u hormonales, una deficiencia o insuficiente eliminación de desechos procedentes del metabolismo a nivel celular; circulatorios o vasculares; o psicosomáticos como la ansiedad, el nerviosismo, la tensión, la fatiga, el estrés, la angustia, el choque emocional y en general todo estado psíquico y emocional que provoque un desequilibrio del sistema neurovegetativo, afectará la alimentación celular y también una adecuada eliminación de residuos tóxicos.
Es también perjudicial:
-El uso de ropa ajustada como fajas, ligueros o pantalones muy estrechos, que afectan al retorno venoso y benefician la aparición de celulitis.
-Permanecer de pie sin moverse por periodos largos.
-Estar sentado muchas horas, pues se impide una normal circulación sanguínea a nivel de la ingle, lo cual se agrava si se tiene el mal hábito de cruzar las piernas.
-La falta de ejercicio, las posturas incorrectas, el tabaquismo y más.
¿Y PARA COMBATIRLA?
Ahora que ya te dijimos qué propicia la celulitis, te compartimos lo que puedes hacer para prevenirla o contrarrestarla:
Incrementa tu consumo de verduras, frutas y carne magra; también te aconsejamos todo tipo de alimentos ricos en fibra, para combatir el estreñimiento (que promueve la toxicidad).
Practica regularmente alguna actividad física moderada; puede ser caminata o trote. Evita aquellos ejercicios que puedan ocasionar tensión muscular (tenis, cabalgata, levantamiento de pesas). Y para favorecer la eliminación de toxinas bebe un mínimo dos litros de agua cada día.
Como ves la celulitis es un problema multifactorial. Para decirle adiós, empieza cambiando tus malos hábitos nutricionales y aumentando tu actividad física, así no sólo alejarás este antiestético padecimiento, sino que asegurarás una vida prolongada y sana.
Correo-e: dramayela@hotmail.com