Sólo una ayudadita. Salma aceptó que en ocasiones sí ha pedido ayuda a su esposo para sus negocios.
Aunque no son pocas las mujeres que dejan su seguridad en manos de su adinerado esposo, ese no es el caso de la actriz mexicana Salma Hayek (de 45 años), quien asegura que el estar casada con un magnate de la moda como es François-Henri Pinault (de 49) no es motivo para depender económicamente de él.
"Trabajo duro, me gano la vida propia y me encanta. Yo no quiero volver a tener que depender de nadie por completo. Sin embargo, cuando tienes problemas a veces, es bueno saber que hay alguien allí para ayudarte", expresó la mexicana.
Hayek tiene claro que puede confiar en su marido, el multimillonario francés, propietario de marcas como: Gucci e Yves Saint Laurent.
Acerca de si el hecho de estar tan involucrada con marcas la han hecho cambiar su estilo destacó que no y que mucho menos se siente una Barbie.
"Me gusta jugar a la moda con él, pero yo no soy Barbie de nadie", expresó la veracruzana.
La actriz aseguró que eligió protagonizar la película de animación "El gato con botas", porque deseaba hacer una cinta que su hija, Valentina Paloma, de cuatro años de edad, pudiera ver.
Aunque la maternidad ha tenido un impacto en las opciones de su carrera, Hayek no se ha rehusado a los papeles provocativos, de ahí que aceptó trabajar con Oliver Stone en su próximo filme en donde dará vida a una mafiosa.