Hoy se cumple un año de aquel escandaloso tropiezo, donde el conjunto de Josep Guardiola festejó por todo lo alto y se encarriló al título liguero haciendo pesar el Camp Nou.
En la mente de la afición merengue sigue vivo el recuerdo de aquel lunes 29 de noviembre de 2010 cuando sufrieron con su equipo una de las peores humillaciones en su historia, de esas que para un grande como el Real Madrid son totalmente inadmisibles: perder ante el Barcelona 5-0.
Hoy se cumple un año de aquel escandaloso tropiezo, donde el conjunto de Josep Guardiola festejó por todo lo alto y se encarriló al título liguero haciendo pesar el Camp Nou.
Lo que en el papel lucía como un clásico por demás equilibrado, terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla para los blancos que parecía no tener fin.
Era la primera vez que José Mourinho enfrentaba a Josep Guardiola dirigiendo al Real Madrid, por lo que los blancos deseaban imponer el estilo del portugués y continuar en la posición de honor en España.
El duelo en el banquillo Pep-Mourinho y el enfrentamiento entre los dos mejores futbolistas del orbe Messi-Ronaldo; el juego de toques de los catalanes contra la verticalidad madridista.
Todo estaba puesto para que los más de 98 mil aficionados que se dieron cita en Barcelona vivieran con pasión el juego que año tras año acapara los reflectores no sólo en el futbol ibérico, sino en todo el mundo.
Al final, la magia y el espectacular futbol dinámico y contundente del Barcelona destrozó al conjunto merengue. No hubo nada que hacer, y los catalanes pudieron presumir un verdadero vendaval de goles en el 111 aniversario de su fundación.
Los héroes
Apenas el reloj marcaba el minuto 10 cuando Xavi Hernández levantó el júbilo en las gradas al convertir la primera anotación luego de un mal rechace de Marcelo. Ahí comenzó el festín, al que le siguió el tanto de Pedro, quien aprovechó que contaba con marco abierto ante la previa salida y rechace de Casillas para poner el 2-0 al 18’.
La preocupación se hizo notar en el rostro de un serio Mourinho, que tuvo que atestiguar tres anotaciones más. Un inspirado “Guaje” Villa, asistido por Messi, se desquitó de la sequía de goles que cargaba sobre su espalda y se despachó con la cuchara grande al 55’ y 57’ para un marcador que ya era de escándalo.
Y todavía faltaba más, ya que la cereza del pastel corrió en los pies de Jeffren, en tiempo casi cumplido para cerrar una noche inolvidable con el 5-0.
El Real Madrid salió cabizbajo y ya sin el liderato general, mismo que cedió a los culés y que ya no soltarían hasta proclamarse campeones.
A 11 días de que se vuelva a desbordar la pasión en el Camp Nou, los ánimos se empiezan a calentar y ambas escuadras estudian y se alistan para el partido más importante con el que despedirán el 2011.
