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A una hora del DF

SERGIO AGUAYO QUEZADA

El día en que un grupo de ciudadanos iniciaba en Cuernavaca la movilización nacional para exigir ser tomados en cuenta, comenzaba un esfuerzo por excluir a la ciudadanía de espacios conquistados. Importa tanto el qué como los porqués.

La sociedad tiene serios problemas para participar en los asuntos públicos. En lo ambiental los Programas de Ordenamiento Ecológico Territorial (POET) fueron un mecanismo para que gobierno y sociedad desanudaran las tensiones entre el frenesí urbanizador y el cuidado del medio ambiente. En Cuernavaca trabajaron ¡siete años! hasta que lograron, en mayo de 2009, tener su POET.

El 4 de mayo una parte de la capital morelense se preparaba para iniciar al día siguiente la caminata que, encabezada por Javier Sicilia, sacudió al país. Ese mismo día los tres niveles de gobierno se unieron para darse mayoría en el Comité Ejecutivo del POET y expulsar o neutralizar a los ciudadanos independientes de ese organismo. Lo lograron. El 15 de julio reformaron al POET y el 9 de agosto el cabildo de Cuernavaca votó a la antigüita: ocultaron información hasta el último momento, se negaron a discutirla y votaron a puerta cerrada.

El Colegio del Personal Académico del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la UNAM, con sede en Morelos, publicó dos días después un documento sobrio, preciso y claro sobre lo que eso significa. En su opinión, se amenaza al sistema de barrancas de esa ciudad -unas dos mil hectáreas-, está en riesgo el sistema que abastece de agua al Valle de México, y se gesta un "problema de burbuja inmobiliaria como el ocurrido en España" (véase el documento completo en www.sergioaguayo.org). La decisión amenaza la vocación de una ciudad porque, según documentos oficiales, el "turismo [es] uno de los mayores generadores de riqueza, empleo y estabilidad" del municipio.

¿Por qué este autoritarismo irracional y suicida? Una explicación viene de la naturaleza de nuestro sistema electoral. El primero de mayo de 2007, en la Universidad de Yale, Demetrio Sodi tuvo la honestidad de reconocer y decir que, cuando fue candidato panista a jefe de Gobierno del DF en 2006, "busqué dinero por todos lados". Seguramente lo obtuvo porque luego aseguró que "70% de lo que se gasta no es controlado por el Instituto Electoral". Las restricciones legales no son obstáculo porque, concluyó, "hay muchas formas de gastar dinero fuera de la reglamentación". Otros testimonios me permiten asegurar que lo común es que los candidatos gasten entre dos y cinco veces por arriba del tope legal.

¿De dónde viene el dinero? Una parte de las arcas públicas y otra de fondos privados. La epopeya de prosperidad de Carlos Ahumada es paradigma del empresariado que invierte en candidatos que luego corresponden con contratos públicos. Y una fuente fácil de enormes riquezas es la especulación urbana.

El cambio en el POET de Cuernavaca podría ser parte de este patrón. El alcalde priista Manuel Martínez Garrigós quiere ser gobernador el próximo año y su rostro e iniciales ya aparecen en autobuses y espectaculares, además organiza costosos eventos (para una inauguración promete traer a Los Tigres del Norte). Como hay muchos otros cazadores del cargo elusivo, la urbanización de dos mil hectáreas de barrancas alcanzaría para financiar un buen número de campañas. Tienen campo libre porque la oposición institucional es endeble o testimonial.

Miriam Mar Vázquez Rizo es regidora de Cuernavaca. Llegó con las siglas del Verde Ecologista. En su página de Facebook, Miriam Mar se sincera y confiesa trémula de emoción que ha entregado "su juventud, entusiasmo y talento" a la protección del ambiente. Tal vez para reforzar esa vocación de servicio aclara ser egresada de la Universidad Panamericana (UP) que entre sus objetivos tiene preparar personas con "una profunda responsabilidad social". Por cierto, Martínez Garrigós cursa una maestría en la UP y en su página también se compromete con el "desarrollo sustentable y la transparencia".

Lo que natura non da, la Panamericana non presta. María del Mar se afilió al PRI en marzo pasado y apoyó a Martínez Garrigós en la exclusión de los ciudadanos, en la opacidad y en el atraco al medio ambiente. Para enfrentarlos se ha conformado el "Movimiento Indignados al Rescate del POET por las Barrancas y Bosques de Cuernavaca".

La naturaleza sufrirá por las elecciones. El año próximo se autorizarán por doquier cambios de uso de suelo y construcciones aunque destruyan el ambiente y carezcan de servicios. Es un negocio fácil porque sólo cincuenta municipios del país cuentan con POET, y en donde parecía funcionar, como en Cuernavaca, los políticos dan marcha atrás. A una hora del Distrito Federal está un perol donde se cuecen, en tensa coexistencia, la indignación ciudadana y las tropelías de una autoridad insensible.

Comentarios: www.sergioaguayo.org;

Twitter: @sergioaguayo;

Facebook: SergioAguayoQuezada

Colaboraron: Delia Sánchez del Ángel y Rodrigo Peña González.

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