El Periférico Raúl López Sánchez cumplió ya tres años de ser entregado al Municipio por el Gobierno Federal, pero "a la mitad". Y es que mientras que para efectos de mantenimiento físico desde entonces quedó bajo la responsabilidad de las autoridades municipales, en materia de vigilancia vial, no tiene ingerencia.
Los 11 kilómetros de esta rúa, siguen resguardados por la Policía Federal de Proximidad (antes Policía Federal de Caminos) y hasta ahora no se ha logrado desincorporarlos de la Federación, asegura Víctor Dabdoub Abularach, director de Tránsito y Vialidad Municipal.
Por su parte, David Fernández Hernández, director de Servicios Públicos dice que aunque en este año se le han hecho algunas mejoras, indudablemente el gran pendiente es el pavimento. "Le hace falta una modernización total''.
Esto implicaría colocar señalética informativa y preventiva, así como una inversión importante en el alumbrado público que le hace falta en los carriles laterales.
En toda el área de esta vialidad, el pavimento se desmoronó hace tiempo y en la mayor parte hay peligrosos baches a causa de la falta de mantenimiento y al fuerte paso de camiones de carga y pasajeros de concesión federal.
Además durante estos últimos años, el tránsito doméstico se ha incrementado debido a la gran cantidad de fraccionamientos residenciales y de interés social, construidos hacia aquella parte de Torreón.
El Periférico se ha convertido en una vialidad peligrosa, dice Dabdoub.
Se estima que el aforo vehicular diariamente supera los 15 mil vehículos.
Fue en 2008, durante la administración de José Ángel Pérez que la SCT entregó por escrito esta rúa, y el documento precisó la responsabilidad sobre su mantenimiento, pero nada sobre la posesión en términos viales.
Esto implica que los agentes de Vialidad Municipal no pueden atender un choque ni realizar patrullaje pues esto lo sigue haciendo la Policía Federal, que la sigue considerando una rúa federal.
En la anterior administración se le invirtieron 27 millones de pesos en un programa denominado "Paisajismo Urbano'' que sin embargo, fue un fracaso y al día de hoy quedan sólo algunos vestigios de él.
A principios del año pasado el Gobierno del Estado lo incluyó en el programa de Mejoramiento de la Imagen Urbana y se le colocaron decenas de palmeras en los cajetes vacíos, donde algunos meses permanecieron plantas nativas del desierto que se secaron.
David Fernández aseguró que el año pasado le realizaron arreglos como la pintura de los carriles, retiro de maleza y cambiaron una gran cantidad de metros lineales de cable de cobre que causaban problemas en el alumbrado público.