En el olvido. Desde la fachada, la oficina de la Fiscalía luce abandonada, con la pintura cuarteada y el letrero destruido.
La oficina de la Fiscalía General del Estado en Matamoros, que atiende a ciudadanos con denuncias de delitos, sufre desde hace tres meses falta de agua, luz y servicio telefónico y los funcionarios deben cruzar la calle para ir al baño en un supermercado.
En los últimos meses, la bomba de agua que surte al edificio ha tenido que ser reparada tres veces, pero son los empleados los que pagan, mediante una cooperación. Sin embargo, el arreglo nunca dura más que unas pocas semanas.
Si alguien quiere usar el sanitario, "tenemos que andar cruzando la calle", dijo Felipe Ordaz, coordinador de agencias del Ministerio Público.
Y si los ciudadanos que esperan para presentar una denuncia deben ir al baño, "pues es un problema", dijo.
En las oficinas donde se reciben las denuncias y trabajan los ministerios públicos las lámparas están apagadas, aunque sí hay servicio eléctrico pues las computadoras funcionan.
Además, la oficina sufre cortes intermitentes del servicio telefónico. "No quieren ya meterle nada", dijo un empleado en referencia a la Delegación Laguna I de la Fiscalía, que es la encargada de la oficina en Matamoros.
Físicamente la oficina se encuentra en el abandono. La pintura exterior tiene cuarteaduras, el letrero de la dependencia está destruido y el piso interior está quebrado en varias partes. En las últimas semanas han aparecido dos víboras que los empleados tuvieron que matar.
Los empleados dijeron que ya han reportado la falta de servicios y de equipo a la Delegación de la Fiscalía en Torreón, pero que no les hacen caso.
Además, cinco de las seis camionetas de la Policía Ministerial también están en el abandono. Sólo el vehículo del comandante de los agentes se encuentra en buenas condiciones.
Las otras cinco camionetas a veces tienen que ser encendidas maniobrando directamente el motor, otras usan alambres para sostener parte de la carrocería y la mayoría tiene las llantas desgastadas.
