ABC. Padres de familia luchan para que sus hijos sean reconocidos como lesionados. Fabiola Domínguez muestra las radiografías de su hija María Fernanda quien sufre varios males a causa del incendio en la Guardería ABC.
Hace dos años la vida de más de 100 familias en Sonora cambió de rumbo. Un incendio que arrasó con la Guardería ABC dejó lesiones y quemaduras de segundo y tercer grado en los cuerpos de 24 niños. Desde entonces, estos pequeños se la han pasado en quirófanos, terapias y visitas a especialistas. Cuatro madres contaron las dificultades que han enfrentado.
El 5 de junio de 2009, en Hermosillo, Sonora, el fuego que comenzó en una bodega contigua a la Guardería ABC, cambió por completo sus vidas. Murieron 49 pequeños. Los mayores tenían cuatro años. Sobrevivieron 80 niños, de ellos, 24 sufrieron quemaduras de segundo y tercer grado, algunos hasta en 80% del cuerpo.
Ellos han pasado los dos últimos años entre quirófanos, terapias de rehabilitación, psicólogos, neumólogos, alergólogos y más especialistas. Además, han sido constantes sus viajes a Sacramento, California, al Hospital Shriner's, un centro estadounidense especializado en infantes con quemaduras y que ofrece sus servicios en forma gratuita. Ahí, estos niños serán atendidos hasta que su cuerpo deje de crecer, hasta que les realicen todas las cirugías necesarias para que puedan llevar una vida autosuficiente, hasta que tengan entre 21 y 22 años.
Algunos ya van a la escuela. Otros aún no tienen tiempo para eso. Todos están concentrados en seguir con su recuperación.
Los que no se conocieron en la guardería, ahora se conocen porque se encuentran en el Centro de Atención Inmediata para Casos Especiales (CAICE), lugar que se construyó para atender a los niños -y sus familias- que estaban en la guardería ABC el día del incendio, y que depende del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Para atender a estos niños y sus familias, se crearon dos fideicomisos. Uno funciona con aportaciones del gobierno del IMSS y el gobierno del estado de Sonora. Otro es el Fondo de Ayuda Extraordinaria con Motivo del Incendio de la Guardería ABC.
Además, un decreto presidencial de julio de 2010 establece que se les pagarán las medicinas, las consultas, las terapias, los boletos de avión y los viáticos necesarios cuando se trasladen en el país o hacia Estados Unidos, para su atención médica; entre otras cosas.
"Es lo mínimo que pueden hacer", dice Marisol Montaño Estrada, madre de Danna Paola, una de las niñas lesionadas en el incendio de la guardería.
Adriana Villegas, mamá de Héctor, otro de los niños con quemaduras, cuenta que fue hasta diciembre de 2010, cuando comenzaron a fluir en forma adecuada los apoyos establecidos en el decreto de julio de ese mismo año.
EL UNIVERSAL